MALA SUERTE
DEVOCIONAL
Un amigo de otros tiempos se quejaba amargamente de su mala suerte. En aquel entonces me preocupaba que esto fuera una realidad en su vida.
Pero con el paso de los años y también con la convicción que otorga el haber aceptado a Jesús, comprendo el doble error que él estaba cometiendo.
Su supuesta mala suerte no era otra cosa que el resultado de sus malas decisiones, adoptadas según sus criterios y haciendo lo que le venía en ganas.
Con esto dejaba en evidencia que no tenía referencia ninguna de lo bueno o de lo malo y también que no deseaba tenerlas, para no ajustarse a ninguna norma.
En cambio mi actitud de ahora es de plena convicción que todo lo que me ocurre es lo mejor para mi vida, aunque a veces no comprenda o no me agrade que sucede.
Dios está en el control de absolutamente todo, por tanto la mala suerte es para quienes niegan su Autoridad. En cambio tengo la seguridad que sus decisiones serán siempre las mejores, para mí.
Éxodo 3:14
Y respondió Dios a Moisés:
YO SOY EL QUE SOY.
Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel:
YO SOY me envió a vosotros.
Diego Acosta / Neide Ferreira