Si fuéramos capaces de imaginar a Jehová buscando a alguien para mirar en la Tierra, que sorpresas podríamos llevarnos.
Los grandes y los poderosos, buscando aquellos lugares que podríamos pensar son los mejores para que el Creador posase su mirada.
También habría quienes siendo menos en cuánto a riquezas y poder, se puedan sentir grandes en cuanto a su propia justificación.
Y habría muchos, millones y millones de seres, tan sencillos como nosotros mismos, que esperaríamos con ansiedad pero con serenidad aquello que haría el Eterno.
Por qué tantas diferencias entre unos y otros?
Seguramente porque los poderosos no tienen tiempo para considerar que hay alguien superior a ellos. Y porque los que se consideran justos, tampoco considerarían a otros que no fueran ellos mismos.
Pero el Soberano sí sabe a quién mirar!
ÉL conoce el corazón de todos y así como a lo largo de la historia siempre encontró a un justo entre millares, también lo encontrará ahora.
Si esto dejara de ser un ejercicio de imaginación, esperemos confiadamente la decisión del Señor!
Isaías 66:2
ES – Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.
PT – Porque a minha mão fez todas estas coisas, e todas estas coisas foram feitas, diz o Senhor; mas eis para quem olharei: para o pobre e abatido de espírito e que treme diante da minha palavra.
Diego Acosta / Neide Ferreira