NO TEMER

Una joven a punto de ser madre se preguntaba con mucha preocupación en qué mundo nacería su hija, que cosas le tocarían vivir y que otras tendría que enfrentar en pocos años más.

Esta preocupación es natural cuando se está en el tiempo final del proceso de gestación  y también es normal cuando se trata del primogénito, por cuánto son muchas las situaciones desconocidas.

A esta joven vinieron las palabras de aliento, de sabiduría, de conocimiento de otras mujeres que habían pasado por momentos parecidos antes de ser madres por primera vez.

Sin embargo este episodio trasciende el caso de la maternidad y se proyecta a la vida de cualquiera de nosotros, cuando tenemos miedo por lo que está por venir, más concretamente por el futuro.

Nos afligen las noticias del mundo, de todos los hechos tremendos que nos impactan y que nos hacen perder la serenidad y se van convirtiendo en una auténtica fuente de malos presagios.

Sin embargo, es en esos momentos cuando debemos recordar la promesa del Señor cuando nos llamó para ser sus hijos. Él estará siempre a nuestro lado, no nos abandonará nunca. Por esta razón les dijo a sus discípulos que no temieran.

Y es exactamente lo que debemos hacer: No temer, porque Él está con nosotros. Para siempre.

Salmos 23:4
Diego Acosta García

Deja una respuesta