YACIMIENTO EN DEBATE

ARQUEOLOGÍA BÍBLICA

A 35 kilómetros al oeste de Jerusalén se encuentra el yacimiento de Tel Beit Shemesh, que está provocando una singular controversia.

Una importante obra vial terminará uniendo a Sha’ar Hagay y Beit Shemesh, pasando por el yacimiento que están resultando mucho más extenso de lo esperado.

Beit Shemesh, fue una ciudad judía que tuvo su momento de esplendo entre los siglos VIII y VII a.C. y que se creía que había sido abandonada por sus habitantes.

La ciudad había sido conquistada por el rey de Asiria, Sennacheriv y con el tiempo quedó sepultada bajo varios metros de tierra. Al parecer se trataba de una ciudad industrial grande con sitios de almacenamiento de aceitunas y estaba dotada de un sofisticado sistema de riego.

Precisamente en este lugar fue encontrado un receptáculo capaz de guardar cientos de miles de litros de agua.

Entre los vestigios encontrados se pueden verificar restos que identifican a cananeos, filisteos y signos de que fueron reocupados. Los hallazgos han cambiado la percepción que se tenía de que los judíos habían abandonado totalmente la zona, ya que los restos encontrados revelan la cooperación del rey Ezequías para el mantenimiento de la poderosa zona de plantas de aceitunas.

Las capas encontradas también muestran la presencia de romanos, bizantinos hasta el período otomano. El lugar del emplazamiento del yacimiento fue un sitio importante entre Jerusalén y la costa Mediterránea. De hecho se encuentra aproximadamente a mitad de camino entre la capital y Tel Aviv.

Ahora se discute sobre si la obra vial se debe continuar o respetar el yacimiento de indudable importancia histórica. O encontrar una fórmula que permita que las dos opciones puedan convivir.

Diego Acosta

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EL ECLIPSE DE AMÓS

LA OTRA HISTORIA

En estos días se cumple un aniversario del eclipse solar que se registró en el año 736 a.C. y que ha servido para determinar la Cronología del Antiguo Oriente.

Es relevante conocer como se determinan los períodos históricos, con fechas aproximadas o precisas. El primer ciclo comprende entre los años 2.500 a.C. hasta 1.500 a.C.

El segundo abarca desde 1.500 a.C. hasta 911 a.C. Esta última datación, 911 a.C. está considerada como de alta precisión y a partir de ella todas las fechas tienen un alto grado de credibilidad en cuanto a los años, meses y días de los acontecimientos.

El año 911 a.C. fue determinado por el reinado de Adad-ninari II en Asiria, a partir del cual se pudo seguir con la secuencia de los reyes de este imperio.

De allí la precisión relacionada con el eclipse solar de 736 a.C. que está reflejado en el Antiguo Testamento en el Libro del profeta Amós, en el Capítulo 8 versículo 9, que en la edición de la Biblia Reina-Valera de 1960 dice textualmente:

Acontecerá en aquel día, dice Jehová el Señor,

que haré que se ponga el sol a mediodía,

y cubriré de tinieblas la tierra en el día claro.

Por esta razón es posible afirmar que el eclipse de 736 a.C. pueda ser denominado como el eclipse de Amós, ya que fue revelado con toda precisión varios años antes de que ocurriera.

Una vez más la Palabra de Dios es referencia histórica comprobada, comprobable y determinante.

Diego Acosta

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LA BIBLIA – Isaías 11

El Mesías reinará con sabiduría,  la tierra se llenará del conocimiento de Jehová, las gentes le buscarán y Su reposo será glorioso.

1  Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.

Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.

Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni arg:uirá por lo que oigan sus oídos;

sino que juzgará con justicia a los pobres, y arg:uirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.

Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.

Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.

La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja.

Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora.

No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.

10 Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.

11 Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar.

12 Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.

13 Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín;

14 sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los obedecerán.

15 Y secará Jehová la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias.

16 Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto.

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