LOS DICHOS…

El refranero popular tiene algunas singularidades que resulta interesante destacar porque frecuentemente hace alusión a temas espirituales, aunque no haya sido ese el origen de las frases.

Uno de ellos dice: Predicar con el ejemplo… Estas palabras las escuchamos a propósito de los continuos casos de corrupción que se están conociendo en varios países.

Y el sentido que se le asigna es obrar con decencia en cualquier circunstancia y en cualquier situación. La honradez además de ser proclamada, debe ser practicada.

El valor de este juicio tiene su relevancia cuandomenscontraluz recordamos el caso de Mardoqueo, el judío que vivía su exilio en la Babilonia del rey Asuero y bueno es recordar su ejemplo.

Los judíos y el resto de la población estaban obligados a rendir pleitesía cuando pasaban determinados jerarcas del imperio. Pero Mardoqueo, sin decir una sola palabra lo único que hizo fue no arrodillarse.

Solamente con esa actitud conmovió a un gigantesco imperio que se extendía desde la India hasta Etiopía. Un gesto ejemplar que no precisaba de más argumentos que lo explícito de la situación.

En nuestro cotidiano vivir recordemos siempre a Mardoqueo, porque no precisamos decir una palabra para que la elocuencia de nuestros hechos dejen constancia de nuestra fe en el Señor. Con eso basta.

Ester 3:2
Diego Acosta García

CONSEJOS

Uno de los trabajos más sorprendes que conocemos es el que llamamos consejero, pues una persona que aporta criterios a quienes están apremiados por sus circunstancias.

Ser consejero supone una responsabilidad de notable trascendencia pues está influyendo sobre la decisión de otras personas y sus opiniones pueden marcar diferencias importantes.boomer

Hay consejeros en todas las áreas de la actividad humana y también en el área que más nos preocupa: El de los hombres y mujeres que en algún momento de su existencia precisan de alguien que los ayude.

No nos cabe la menor duda acerca de las intenciones de quienes pueden abrir juicio sobre determinados asuntos que les son presentados a consideración.

Si nos caben dudas con relación a los principios que se utilizan como fundamento para dar un consejo a alguien que está en una situación de conflicto.
¿Por qué hablamos de los consejeros? Simplemente porque es un tema que desde la perspectiva espiritual tiene una enorme trascendencia y si las opiniones no están basadas en la Palabra de Dios, las consecuencias pueden ser imprevisibles.

No hace falta ser profesional para dar un buen consejo. Hace falta la ayuda del Espíritu, para que en un momento determinado podamos aportar una reflexión o criterio con la Sabiduría que viene de lo Alto.

Isaías 25:1
Diego Acosta García

LA PÉRDIDA

Se comenta que las personas que han tenido posiciones relevantes cuando tienen que abandonar sus cargos tienen graves problemas de adaptación a la nueva situación.

Es evidente que la pérdida de honores y reconocimientos tiene que tener su influencia y eso es lo que se destaca de muchas personas que en pocas horas pierden todo el poder que tenían.

Pueden hasta caer en severas orgullodepresiones porque no son capaces de asumir que aquello que tenían ya no lo tienen y lo que significaba mandar ahora carece de sentido.

Podríamos resumir el argumento con la situación que viven muchos hermanos en las Iglesias, cuando de un momento para otro dejan de cumplir las funciones que tenían asignadas.

La medida de la gravedad de la situación puede verse reflejada en la angustia, en el antagonismo hacia los líderes o la propia congregación e incluso en el abandono de la membresía.

¿Por qué ocurre esto? Sencillamente porque tanto en el mundo como en las Iglesias, muchos de nosotros trabajamos para satisfacer nuestro ego, nuestro orgullo y nuestra ansia de ser importantes.

Cuando nos ocurra una situación como la descripta, debemos pensar para quién estamos trabajando y cuáles son nuestras verdaderas intenciones. ¿Trabajamos para nuestra vana-gloria o trabajamos para el Señor y el Reino?

1 Juan 2:16
Diego Acosta García

HUMANOIDES

Cada día podemos sorprendernos como progresan los robots a los que se llama humanoides por sus capacidades para imitar a quienes los inventan y desarrollan.

Desde aquellos primitivos aparatos que eran capaces de realizar sencillas actividades hemos pasado a lo que parece ser nuevas generaciones de ingenios más perfeccionados y más eficaces.

La especie a la que pertenecemos pareciera celebrar como el talento que nos caracteriza Dv12fe13es capaz de hacer creaciones que se nos asemejen, por lo menos en las tareas que hacemos.

Sin embargo últimamente han aparecido aparatos que tienen nuevas capacidades, como por ejemplo responder a frases determinadas, excusarse cuando no las entienden y hasta demostrar sentimientos elementales.

Nos preguntamos: ¿Los robots se nos terminarán pareciendo o por el contrario, nos terminaremos pareciendo a los robots? Estas inquietantes alternativas merecen una reflexión.

Es evidente que en algunas situaciones nos comportamos como robots, porque no somos capaces de pensar por nosotros mismos ni somos capaces de tener actitudes que nos distingan como humanos.

A nuestra condición de seres pensantes, de ser capaces de distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, muchas veces la dejamos de lado y nos convertimos en auténticas máquinas.

Nunca olvidemos que fuimos creados a imagen y semejanza del Eterno y por tanto nuestros comportamientos deben buscar un nivel que nos aproxime a su Grandeza.

Éxodo 20:4

Diego Acosta García

LOS DÉBILES

Haciendo un repaso no muy intensivo sobre lo que ocurre en el mundo podremos advertir como con el paso de los siglos, la advertencia de Jesús sobre el cuidado a los débiles sigue vigente.

Son los niños los que mueren de hambre y también son los que sufren agresiones de todo tipo y de manera especial corren más riesgos si son huérfanos y viven en los lugares donde supuestamente se los debe proteger.niños2

Este es el mundo al que se nos mandó que influyéramos llevando el Evangelio y la Palabra de Salvación. Pensemos: ¿Cuándo se habla de estos temas en nuestras Iglesias?

Pareciera que vivimos en dos mundos. Uno es el real y que tiene durísimas situaciones para quienes no se pueden defender.

Y hay otro mundo.

Este es el mundo en el que los llamados hijos de Dios nos sentimos guardados, alejados de los problemas que quedan fuera de la burbuja en la que vivimos.

No estamos en el mundo para vivir de esa manera y mucho menos para no llorar con las lágrimas de los que son agredidos, abusados, por el simple hecho de que no tienen a nadie que los defienda.

Jesús nos demanda vivir de otra manera y obrar de otra manera. El tiempo de los tibios ya ha pasado. Ahora es el momento de obrar quienes realmente deseamos ser Discípulos del Maestro.

Lucas 18:16
Diego Acosta García

¡CUIDADO!

En el tiempo de los profetas Dios anunciaba a través de ellos, a su pueblo sus grandes decisiones y también sobre las consecuencias de sus malos actos.

En estos tiempos que vivimos también podemos recibir advertencias acerca de lo que estamos haciendo y acerca de las consecuencias que tendrán nuestros hechos.

Debemos de tener el máximo cuidado porque nos estamos alejando cada vez más de los principios establecidos por el Señor y esto inexorablemente supondrá un grave perjuicio para nuestras vidas.window

Estamos obrando encandilados por las luces del mundo y estamos obrando aturdidos por el ruido del mundo. Las luces no nos dejan ver y el ruido no nos deja oír.

Las luces enceguecen nuestra visión de la realidad y el ruido nos impide oír lo que de verdad deberíamos escuchar. Esta es nuestra situación, aunque no lo queramos admitir.

Estamos llegando a los límites máximos de nuestra vida alejada del Señor y por eso es importante que reflexionemos y que volvamos al Camino único que nos llevará a las Promesas definitivas.

¡Cuidado! Porque de lo que hagamos ahora mismo de nuestras vidas dependerá también que sigamos al lado del Señor o seamos apartados de Él a causa de nuestros hechos.

Isaías 48:22
Diego Acosta García

LA IRA

El caso de una persona que en un ataque de ira cometió una auténtica barbaridad contra su hermano, provocó una verdadera conmoción en una congregación.

Nadie se podía imaginar que alguien pudiera tener una reacción de esa magnitud y mucho menos contra un familiar directo como era el caso de su hermano mayor.

Las preguntas se sucedieron tratando de encontira3rar una explicación a lo sucedido y también para tratar de entender los motivos que impulsaron a una mujer a tener una reacción tan asombrosa.

Uno de los ancianos comenzó a dar explicaciones relacionadas en general con la ira, indicando que la ira es un proceso que comienza por pequeñas frustraciones.

De esas frustraciones se pasa al rencor y del rencor a la ira, lo que vendría a demostrar que en la congregación nadie había estado atento al proceso que se estaba produciendo en uno de sus miembros.

Si el hecho había sorprendido, esta explicación impactó más todavía, porque dejaba al descubierto que no habíamos sido capaces de ayudar en el momento correcto a quién lo necesitaba.

Es necesario que cuando advirtamos que algo está sucediendo con algún hermano, que obremos con prudencia pero también con decisión, para evitar que su corazón sufra los embates del mal.

Ese es el cuidado que nos debemos los unos a los otros porque de la relación que mantenemos en la Iglesia, pueden surgir las necesidades que cada uno puede tener. En eso consiste el Amor que predicó Jesús.

Proverbios 29:22
Diego Acosta García

EQUILIBRIO

Haciendo un análisis sereno y sincero podríamos decir que muchas veces estamos viviendo con un equilibrio muy en el límite, con relación a nuestra vida espiritual.

Estamos haciendo verdaderos esfuerzos para no romper la barrera que separa una vida como nos manda el Señor a una vida como nos impone el mundo.

Ese malabarismo por ser tan precario corre el peligro permanente de romperse y es necesario que entendamos que no podemos vivir mucho tiempo de esa manera.equilibrio (2)

Recordamos a los extras de las películas de acción que se juegan la vida para que los méritos se los lleve el actor principal, que logra todos los reconocimientos y la admiración.

¿Por qué vivimos en ese peligroso estado? Cada uno tendrá su respuesta, pero tal vez sea porque en el fondo todavía no hemos abandonado al hombre viejo, al nacer de nuevo tras el Bautismo.

Ese ejercicio puede surgir porque aún quedan cosas en el mundo que nos seducen u otras que no nos parecen del todo mal y por tanto insistimos en aferrarnos a ellas.

Tengamos cuidado con esta forma de vivir. El equilibrio siempre supone una precariedad que nos puede arrastrar no solo a las supuestas delicias del mundo, sino que nos puede apartar del Señor y sus promesas.

Mateo 26:41
Diego Acosta García

PRUEBAS Y PRUEBAS

Un amigo le contaba a otro  la cantidad de pruebas que estaba viviendo, con la certeza de que sería confortado y alentado ante la magnitud de las situaciones que afrontaba.

Para su sorpresa en lugar de recibir una palabra de aliento como esperaba, fue sacudido por una pregunta: ¿Qué pasaría si no tuviéramos pruebas y nuestra vida fuera sencilla y sin sobresaltos?

Este planteamiento hizo reaccionar a quién estaba preocupado con tantas pruebas y se pruebapuso a pensar en la razón que tenía su amigo y como le había ayudado su pregunta.

Si no tuviéramos pruebas nunca podríamos crecer como creyentes, siempre seríamos unos niños que deberíamos ser alimentados con provisiones de poca magnitud.

Sin dejar de reconocer que las pruebas tienen como respaldo el amor de Dios por nosotros, porque evidentemente si no nos amara no se preocuparía por nuestra vida.

El hombre que se quejaba de sus pruebas se detuvo a pensar en la naturaleza de los problemas que tenía para tratar de sacar conclusiones acerca de lo que el Señor deseaba que aprendiera.

Y advertió que en ese momento comenzaba a crecer espiritualmente y que estaba dejando de andar con ayuda y daba pasos que lo llevarían a la tan ansiada madurez, símbolo de la relación con el Señor.

Santiago 1:12
Diego Acosta García

DECISIONES

Cuando tomamos decisiones generalmente las sometemos a la Voluntad del Eterno. Decimos generalmente porque en otras ocasiones, primero decidimos y luego las consultamos.

Es decir: Tomamos una decisión y en todo el proceso que lleva arribar a alguna conclusión, raramente nos recordamos que el Señor es el Soberano sobre todas las cosas.

Entonces prevalece sobre nuestro ánimo la alta cdeci4onsideración que tenemos de nosotros mismos y todo gira en torno a esa importancia que nos otorgamos y que nos creemos que tenemos el derecho de defender.

Nos olvidamos muy rápidamente de los propósitos que nos llevaron hasta una determinada situación, nos olvidamos que en algún momento del pasado estuvimos de acuerdo con lo decidido por el Señor.

Pero cuando no estamos de acuerdo con el presente y sobre todo no estamos de acuerdo con la importancia que creemos debemos de tener, tratamos de modificar el rumbo de nuestra vida.

Como tomamos decisiones incompletas sin la dirección de Dios, no percibimos que el cambio nos puede perjudicar o puede perjudicar a quienes dependen de nosotros y por tanto no tienen ninguna posibilidad de tomar decisiones.

En la hora de las decisiones no nos abandonemos a la poderosa razón de nuestra satisfacción personal y recordemos que el propósito superior de nuestras vidas, es ser siervos fieles y no siervos satisfechos por su importancia.

Salmos 40:8
Diego Acosta García