In Memorian: Dr. JOHN MACARTHUR

In Memorian: Dr. JOHN MACARTHUR

PERSONAL

Cada vez que un Siervo parte hacia el Reino, se juntan y complementan dos ideas.

Una la muy humana de lamentar la pérdida, de saber que ya no tendremos más oportunidades de aprender con sus conocimientos. Y también con sus polémicas.

La otra la alegría de saber que el Siervo, está en el lugar al que todos anhelamos llegar.

La despedida del Dr. MacArthur, tiene el reconocimiento a la profundidad de su Sabiduría,
a la que solo se llega con años de estudios, dedicación y esfuerzos.

Aún desde la discrepancia, es importante reconocer y valorar a los hombres que han servido en un sentido superior, a difundir el Evangelio y a ayudarnos a profundizar
la Palabra de Dios.

Diego Acosta

recordando a don luis

RECORDANDO A DON LUIS

ANTIVIRUS

En estos días se cumple el primer aniversario de la partida junto al Señor del doctor Luis Palau.

Es justo recordarlo por el legado maravilloso de su Ministerio, que lo llevó a más de cien países de todo el mundo, mostrando su condición de Siervo de Dios y la humildad que lo caracterizó.

En estos tiempos de tanta exaltación de las virtudes personales, es notable poder destacar todo aquello de bueno que nos enseñó con su propia vida, este evangelista ejemplar.

Quienes son continuadores de su Ministerio, respetan esos valores tan importantes y sin los cuales, el Eterno no hubiera impulsado su labor como la impulsó.

Recordemos esto, que solamente los grandes Siervos, son los que tienen un corazón sencillo y humilde como el Señor. Lo añoramos don Luis!

Diego Acosta

el buen gesto

EL BUEN GESTO

DEVOCIONAL

Siempre admiré la humildad de un siervo de Dios, que mientras todos disfrutábamos de la koinonia de una reunión en el templo, él estaba solucionando un problema que había surgido en uno de los baños.

Lo hizo con discreción y en silencio, sin comentar ni una palabra cuando terminó y se volvía a poner la corbata y la chaqueta que vestía ese domingo.

Cuando me enteré lo que había ocurrido me acerqué a él y lo primero que me dijo, es que no hablara ni una palabra con nadie acerca del problema y de como lo había solucionado.

Pensando en esto, me produce una profunda tristeza cuando observo a quienes se supone que sirven a Dios, que más que al Eterno sirven a su propia vana-gloria.

También es verdad que cada uno tendrá su recompensa, recordando que los humildes de la Tierra, serán exaltados en al Reino, que es la más grande a la que podamos aspirar los humanos.

1 Juan 2:16
Porque todo lo que hay en el mundo,
los deseos de la carne, los deseos de los ojos,
y la vanagloria de la vida,
no proviene del Padre, sino del mundo.

Diego Acosta / Neide Ferreira