ABSURDO HORARIO

ANTIVIRUS

Casi no nos debería sorprender ver como cada seis meses una parte importante de los países, cambian sus horarios en nombre de una supuesta necesidad.

Estos cambios fueron originados por la crisis del petróleo de 1974 y fueron una respuesta política ante el grave problema que se planteó en el mundo.

Después de 47 años de vigencia, deben ser muy pocos los que sigan utilizando los mismos argumentos, porque antes no fueron  válidos y tampoco lo son ahora.

En estos tiempos no hay crisis ninguna y lo que es más grave, todas las razones que se invocaron para atrasar o adelantar los relojes, son indemostrables en la práctica.

No obstante los hombres seguimos perseverando en corregir el Orden de la Creación de Dios. Hasta cuando?

Diego Acosta