LA MADRE Y SU HIJO

ANTIVIRUS

El aborto ha sido considerado como una decisión que la mujer puede tomar con su cuerpo. En otras palabras, permite la interrupción del proceso natural.

Difícil de interpretar esta decisión judicial, por cuanto se considera una de las partes de la mujer embarazada. Una es ella, obviamente y la otra la criatura que tiene en su interior.

La Justicia considera los derechos de la mujer pero ignora los derechos del ser humano que tiene en su interior, tan legítimos uno como otro.

La cuestión del aborto debe ser considerada de una manera más amplia y también atendiendo a los principios espirituales que impiden que sea una práctica habitual.

Este debate solo tendrá un final cuando los legisladores se inspiren en normas fundamentales y no en el oportunismo de los momentos históricos o en los dictados circunstanciales de la sociedad.

Diego Acosta

 

IMITADORES

EL ABUELO SALOMÓN

En los tiempos en que vivimos obramos compulsivamente y nos hacemos eco, de todo lo que se nos dice, insinúa, sugiere o directamente podríamos decir que se nos manda hacer.

Por eso es que seguimos las modas, las propuestas que muchas veces no tienen nada que ver con nuestra sensibilidad y que sin embargo las aceptamos porque otras personas lo hacen.

Nos estamos convirtiendo en imitadores de primera calidad, es decir lo hacemos muy bien, dando satisfacción al mundo por haber ganado un nuevo militante de sus métodos.

Por qué aceptamos que esto sea así?

Muchas veces por comodidad, por indolencia o simplemente porque no nos detenemos a pensar en cómo obramos y nos dejamos arrastrar por la vorágine en la que vivimos.

Es necesario que reaccionemos y que seamos imitadores, pero de los buenos ejemplos, que los hay y pueden transformar nuestras vidas para siempre.

Sólo es necesario pensar un poco y reflexionar.

Diego Acosta

HABLEMOS: SI o NO

SI, SI. NO, NO.

El Hijo del Hombre formula otra categórica definición relacionada con nuestra conducta.

MATEO 5:37 Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede. En algunas versiones o traducciones se introduce sustituyendo al párrafo completo el término: al diablo pertenece.

Jesús no deja ninguna duda con relación a nuestros comportamientos: no existe otra posibilidad de expresarnos que no sea inequívocamente si o no.

Lo que hagamos en contrario no está de acuerdo con esta afirmación y por tanto pertenece efectivamente al enemigo de nuestra fe, a Satanás.

En el Antiguo Testamento hay varias referencias a esta cuestión. En el Salmo 34:13 podemos leer: Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.

 En el Libro de Proverbios, hay dos advertencias. Una en 13:3 El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.

Y ampliando el concepto encontramos en 21:23 El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.

Si guardamos nuestra boca guardaremos nuestra alma y la libraremos de pesares. Queda manifiestamente claro la importancia de la forma en que nos expresemos.

En el Nuevo Testamento Santiago en 3:6 se refiere en duros términos a este asunto: Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.

 Nos advierte con relación a nuestra lengua que está en nuestro cuerpo para contaminarlo, porque tiene maldad y es un fuego que inflama inspirada por Satanás, a toda la Creación.

Diego Acosta