Dios estableció normas de vida, no para limitarnos,
sino para preservarnos de nosotros mismos. El gratis total es una terrible mentira porque nos induce a creer que podemos hacer lo que nos parezca mejor,
en contra de las normas del Eterno. Diego Acosta – MENSAJE
Al cumplirse un año de la brutal invasión de Rusia a Ucrania, es tiempo de reflexión y de oración. Una agresión que lleva al mundo
a un grave riesgo de colapso y que ha provocado más de 300 mil muertos
en los dos bandos. Oremos por compasión
y por Justicia para los instigadores del mal. BLOG del TIEMPO – Diego Acosta
La novena plaga en forma de tinieblas, se abatió sobre Egipto, dejando a salvo a los hebreos, afectando todas las formas de vida, ya que la oscuridad se podía tocar aumentando el horror y el temor sobre los egipcios. Diego Acosta – ESCUDRIÑAR
A Luz foi a primeira coisa que
Nosso Deus Todo Poderoso criou. Jesus Cristo é a Luz do Mundo. Nós, Seus discípulos, também somos a Luz do Mundo, portanto, nossas ações devem seguir Seu exemplo e ser guiadas pelo Espírito Santo. Pr. Autilino Batista de Souza – MENSAJE
En estos momentos difíciles a causa de los terremotos o las guerras, es necesario dar gracias por la Gloriosa Provisión del Señor, que debe llegar a todos los más necesitados a pesar de la codicia de los hombres. LA CREACIÓN
El mundo nos incita a ser ricos y no pobres,
ignorando las enseñanzas de Jesús.
Creando la perversa necesidad de buscar la fortuna en la tierra
y despreciando que nuestra riqueza está en el Reino
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO
El Hijo del Hombre recurre a una figura retórica para hablar de los riesgos que corremos con el pecado.
MATEO 5:29-30 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
Jesús apela a una exageración intencional para dejar planteado que ante los riesgos de una caída por causa del pecado, es mejor perder algo que consideramos valioso antes que retenerlo.
Es evidente que el Príncipe de Paz no está abogando por la auto-mutilación, porque somos mayordomos de nuestro cuerpo y también porque aunque sea un recurso extremo no podría superar a la lujuria.
Este pecado es el verdadero origen de la enseñanza de Jesús, puesto que está en nuestro corazón y nos afecta tanto, que puede ser la causa de nuestra perdición.
Profundizando en el argumento podríamos decir que el pecado debe ser eliminado en forma drástica y de allí la figura utilizada por el Hijo del Hombre.
Estamos entonces frente a dos consecuencias tremendas: la de la muerte espiritual y la evidencia de que la paga del pecado es la muerte. La advertencia sobre la lujuria adquiere un especial significado y magnitud.
La advertencia de Dios a Caín, de que el pecado lo estaba acechando en el caso que no hiciera lo bueno, es la segunda referencia bíblica con relación a la libertad que tenemos para obrar.
Por qué hablamos del libre albedrío?
Para tratar de explicar los riesgos que corremos. Porque cuando Caín tomó la decisión equivocada y se apartó de las normas que tenía grabadas en su corazón, consumó el primer asesinato de la humanidad con su hermano Abel.
Debemos aprender de las lecciones del pasado, para que seamos fieles en todos los hechos de nuestra vida. Obrar bien, es una forma de evidenciar la obediencia y fidelidad, que nos demanda el Eterno.
Vivamos con temor y temblor ante Dios, porque la sabiduría humana nunca será suficiente para decidir bien. Que sea la Sabiduría del Espíritu la que guíe nuestros hechos y no nuestro engañoso corazón.
Génesis 4:6-7 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de é
Por la Fe, Moisés escogió vivir con el Pueblo de Dios, por la Fe dejó Egipto sin temer al rey, por la Fe celebró la Pascua, por la Fe cruzaron el Mar Rojo como por tierra firme. EN ESTE DÍA
Tristemente podemos afirmar que no hay nada nuevo bajo el sol, como proclamó el sabio Eclesiastés. Las terribles consecuencias de los terremotos en Turquía y Siria, representan unas de las señales del fin de los tiempos que proclamó Jesús.
Pensando en esto, bien cabe agregar que en 1999 Turquía también sufrió las fuerzas de la naturaleza, pero aquello que debió ser una gran lección, no fue aprendida.
Es evidente que una de las causas mayores de la cantidad de muertos que llora el país, es la falta de construcciones antisísmicas, como debieron implementarse a partir de lo sucedido en el último año del siglo pasado.
La responsabilidad de los dirigentes turcos se amplifica cuando ahora se trata de diluir la falta de previsión, utilizando las consabidas apelaciones a la fatalidad.
Los muertos y su memoria, reclaman otros procederes de los poderes públicos. Por esta razón es que debemos perseverar en el mandato bíblico de orar por las autoridades