Hola.
En este día sí que podemos decir que tenemos todo un año por delante. Pero atención, porque mañana ya tendremos un día menos.
Es importante que percibamos que el tiempo es tremendamente valioso y así como no utilicemos un solo segundo, lo hemos perdido. Por tanto renovemos nuestra intención de ser eficaces.
El Reino es obra de todos y no podemos ser displicentes en el uso de algo que no sabemos cuánto más lo tendremos.
Es probable que todo esto suene a poco grato, pero la vida cristiana debe estar hecha de realidades y no de las fantasías a las que se entrega tan fácilmente el mundo.
Extender el Reino es la gran obra de la que inexcusablemente formamos parte y de la que tendremos que rendir cuentas el día del Juicio.
2014 no debe ser un año más!
No importan las previsiones ni los pensamientos de los supuestos gurúes, no importa lo que digan los optimistas o lo que fabulen los pesimistas. Lo que verdaderamente importa es nuestro Pacto con el Señor!
Este nuevo año lo debemos vivir sin optimismo y sin pesimismo. Lo debemos vivir con la esperanza puesta en nuestra condición de hijos de Dios.
No podemos dejarnos afectar por las circunstancias, por tremendas o dramáticas que sean. O lo que es casi peor: Por lo halagüeñas que puedan llegar a ser.
Cada uno de nosotros tiene un Propósito y cada uno deberá responder por lo que hayamos hecho o por lo que hayamos dejado de hacer.
Vivamos intensamente el 2014!
No nos apartemos de nuestro Camino ni miremos a derecha o izquierda, ni nos tentemos con los atajos facilistas del mundo. Nuestra vida no puede estar sustentada en las tentaciones sino en la Verdad.
Amados: Deseamos que cuando termine este año, podamos tener la conciencia tranquila de que hemos hecho todo lo que estuvo en nuestra mano hacer.
El Señor no nos recriminará por haberlo hecho así, porque habremos obrado en la medida de nuestras humanas posibilidades. Y también habremos hecho aquello que solamente con Su ayuda logramos terminar.
Hagamos memoria de los cristianos perseguidos, de los que se apartaron de la fe, de las familias hostigadas, de las Iglesias y de la Sana Doctrina. Oremos por los gobernantes y luchemos contra la corrupción degradante.
Gracias y bendiciones!

Diego Acosta
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