EL SERMÓN DEL MONTE
El Hijo del Hombre se apresta a pronunciar el primero de sus cinco discursos.
MATEO 5:1-2 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo. Como todo tiene importancia con relación al Príncipe de Paz, es necesario remarcar que la postura de sentarse para pronunciar el sermón, era la que adoptaban los rabinos cuando enseñaban.
La ubicación del monte desde donde habló Jesús, es motivo de controversia, pero hay quienes desde alrededor de 1.600 lo señalan como el Monte Eremos, que se levanta en la orilla noroeste del Mar de Galilea, entre Cafarnaúm y Genesaret, cerca de Tabgha.
MATEO 5:3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Jesús en el comienzo de su discurso utiliza la palabra Bienaventurados, que debe entenderse por encima de su sentido literal: feliz, afortunado, dichoso, es decir superior a las emociones que se expresan con estas palabras.
En realidad la palabra hace mención a la idea del bienestar concedido divinamente y solamente a los creyentes. Este concepto marca la diferencia que existe entre la felicidad que proclama el mundo y el verdadero camino hacia las bendiciones espirituales.
Diego Acosta