ANTIVIRUS
Saber donde y como se inició la peste que nos azota, ha sido y es uno de los grandes interrogantes que se ha planteado el mundo en los últimos meses.
Está claro que tener esa información no será la solución para las consecuencias que ha creado la peste, pero tal vez sí servirá para la asunción de las responsabilidades a escala global.
La magnitud de la peste demanda acciones proporcionales y bueno sería que quienes nos vimos afectados, tengamos por lo menos el conocimiento desde donde y por qué nos vimos afectados por la plaga.
Se trata de un acto de estricta justicia y debemos orar para que los gobiernos encuentren la fórmula para llevar tranquilidad a los hombres y mujeres de todo el mundo, que estamos padeciendo los efectos de la peste.
Que sucederá después que se establezcan, el origen y las razones por las que se originó todo lo padecido, será la gran cuestión a la que nos tendremos que enfrentar como habitantes de este atribulado planeta llamado Tierra.
Diego Acosta