LA PUERTA ABIERTA

DEVOCIONAL

Qué pasaría si viéramos que en nuestra congregación la puerta siempre está abierta? Tanto para entrar como para salir? Qué pasaría?

Estas preguntas me las he hecho varias veces a lo largo del tiempo, con el pensamiento puesto en lo que dijo Jesús: Que ÉL era la Puerta.

Siendo así, por qué nos afecta la puerta abierta?

Desde nuestra humana perspectiva pensamos que podemos abandonar nuestra Iglesia en cualquier momento y que nadie nos detendrá si deseamos irnos del lugar donde Dios desea que estemos.

He pensado también, que la congregación perfecta no existe, porque todos los que formamos parte de ella, somos humanos y como tales imperfectos.

No utilicemos la perfección como excusa y sí nos preocupemos por ayudar a mejorar la que tenemos, sabiendo que somos parte de la manada del Hijo del Hombre.

Hebreos 10:25
No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

Diego Acosta / Neide Ferreira