PARA EL PRÓJIMO

DEVOCIONAL

Por circunstancias muy especiales, estaba yo cocinando para un querido amigo. Tenía los ojos llorosos y las manos impregnadas de olor a cebolla.

Tenía la sensación que lo que estaba haciendo era impropio de mí, porque entre otras cosas nunca haría ninguna comida que tuviera cebolla.

Como casi siempre el Espíritu me inquietó llevando mi pensamiento a las enseñanzas de Jesús: Por que me diste de comer cuando tuve hambre…

Una cuestión tan sencilla y cotidiana como es preparar una comida, se convirtió en una verdadera lección práctica de lo que realmente significa trabajar para el Prójimo.

No debe importarnos si lo hacemos bien o mal, ni tampoco si es de nuestro agrado. Simplemente lo debemos hacer porque es bueno para la otra persona.

Recordando esto, nos acercaremos a Jesús, que nos mostró con su mansedumbre y humildad, que significa servir al Prójimo. Maravillosa enseñanza que jamás debemos olvidar.

Marcos 12:31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos.

Diego Acosta / Neide Ferrerira