LIMPIEZA

DEVOCIONAL

Pensando en la limpieza personal, generalmente nos remitimos a nuestro cuerpo, raramente trasladamos este concepto al orden superior de nuestra vida, la santidad.

En el Libro de Levítico el Eterno pone de manifiesto la importancia de la limpieza y el especial cuidado que debemos de tener quienes nos llamamos sus hijos con relación a esta cuestión.

Es verdad que en el tercer Libro de la Biblia, se hace mención a todas las disposiciones que debían de cumplir quienes estaban en directa relación con el Templo, remarcado el principio fundamental de la obediencia.

También es verdad que la Iglesia se rige por lo dispuesto en el Nuevo Testamento, pero la cuestión de la Santidad es inherente al propio Dios y por tanto ineludible desde la perspectiva personal.

Debo comprender que si Jehová puso especial énfasis en demandar a Moisés y Aarón las normas de obediencia que debería de tener el pueblo de Israel, esas mismas normas deberían formar parte de mi propia vida.

Debo buscar la santidad, porque Dios es Santo!

Levítico 10:10
ES – Para poder discernir
entre lo santo y lo profano,
y entre lo inmundo y lo limpio.

PT – Para fazer diferença
entre o santo e o profano
e entre o imundo e o limpo.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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LA BIBLIA – Éxodo 18

El suegro de Moisés enseña al Patriarca acerca de buscar ayuda para los asuntos menores.

1 Oyó Jetro sacerdote de Madián, suegro de Moisés, todas las cosas que Dios había hecho con Moisés, y con Israel su pueblo, y cómo Jehová había sacado a Israel de Egipto.

Y tomó Jetro suegro de Moisés a Séfora la mujer de Moisés, después que él la envió,

y a sus dos hijos; el uno se llamaba Gersón, porque dijo: Forastero[a] he sido en tierra ajena;

y el otro se llamaba Eliezer,[b] porque dijo: El Dios de mi padre me ayudó, y me libró de la espada de Faraón.

Y Jetro el suegro de Moisés, con los hijos y la mujer de éste, vino a Moisés en el desierto, donde estaba acampado junto al monte de Dios;

y dijo a Moisés: Yo tu suegro Jetro vengo a ti, con tu mujer, y sus dos hijos con ella.

Y Moisés salió a recibir a su suegro, y se inclinó, y lo besó; y se preguntaron el uno al otro cómo estaban, y vinieron a la tienda.

Y Moisés contó a su suegro todas las cosas que Jehová había hecho a Faraón y a los egipcios por amor de Israel, y todo el trabajo que habían pasado en el camino, y cómo los había librado Jehová.

Y se alegró Jetro de todo el bien que Jehová había hecho a Israel, al haberlo librado de mano de los egipcios.

10 Y Jetro dijo: Bendito sea Jehová, que os libró de mano de los egipcios, y de la mano de Faraón, y que libró al pueblo de la mano de los egipcios.

11 Ahora conozco que Jehová es más grande que todos los dioses; porque en lo que se ensoberbecieron prevaleció contra ellos.

12 Y tomó Jetro, suegro de Moisés, holocaustos y sacrificios para Dios; y vino Aarón y todos los ancianos de Israel para comer con el suegro de Moisés delante de Dios.

13 Aconteció que al día siguiente se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde.

14 Viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde?

15 Y Moisés respondió a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios.

16 Cuando tienen asuntos, vienen a mí; y yo juzgo entre el uno y el otro, y declaro las ordenanzas de Dios y sus leyes.

17 Entonces el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces.

18 Desfallecerás del todo, tú, y también este pueblo que está contigo; porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no podrás hacerlo tú solo.

19 Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios.

20 Y enseña a ellos las ordenanzas y las leyes, y muéstrales el camino por donde deben andar, y lo que han de hacer.

21 Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez.

22 Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo.

23 Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar.

24 Y oyó Moisés la voz de su suegro, e hizo todo lo que dijo.

25 Escogió Moisés varones de virtud de entre todo Israel, y los puso por jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez.

26 Y juzgaban al pueblo en todo tiempo; el asunto difícil lo traían a Moisés, y ellos juzgaban todo asunto pequeño.

27 Y despidió Moisés a su suegro, y éste se fue a su tierra.

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EL PECADO DE UZÍAS

490. KING UZIAH'S (785 - 754 B.C.) BURRIAL INSCRIPTION RECORDS THE REBURIAL OF THE KING'S REMAINS; "HITHER WERE BROUGHT THE BONES OF UZIAH KING OF JUDAH. DO NOT OPEN"

El joven rey Uzías sucedió a su padre Amasías y durante 52 años ejerció el poder en Judá. Su historia nos deja una gran enseñanza con relación a nuestra actitud frente a Dios.

Desde los 16 años el rey fue bendecido por Jehová y así pudo derrotar a los filisteos, a los árabes que habitaban Gur-baal y también a los amonitas.

Edificó torres en Jerusalén y las fortificó para poder defender mejor a la Ciudad Santa. También levantó torres en el desierto y abrió cisternas para el ganado y la agricultura.

Su ejército era poderoso y estaba fuertemente armado y su fama como rey de Judá crecía constantemente, llegando su nombre con admiración hasta en Egipto.

Como era Uzías con relación al Todopoderoso?

Sumiso y obediente!

Pero un día el rey de Judá se rebeló contra Jehová!

Decidió entrar en el Templo para quemar incienso sobre el altar. Fue advertido por los sacerdotes que no lo podía hacer y que solo era misión de los hijos de Aarón.

Pero Uzías se obstinó y de pronto él y quienes lo rodeaban advirtieron que tenía lepra. De esta manera perdió el trono y fue obligado a vivir aislado lejos de los suyos.

Impresionante historia, que puede tener muchos puntos en común con nuestra propia vida si nos envanecemos y nos creemos que podemos desafiar al propio Eterno.

El castigo a la vanidad y la soberbia nunca se demora y debemos estar siempre alertas para que nuestro corazón no cometa el gran error de creer que nuestros logros son por méritos personales.

2 de Crónicas 26:16

 Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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