En estos momentos difíciles a causa de los terremotos o las guerras, es necesario dar gracias por la Gloriosa Provisión del Señor, que debe llegar a todos los más necesitados a pesar de la codicia de los hombres. LA CREACIÓN
Cada día el Dios Topoderoso se preocupa por nuestros alimentos, brindándonos una inagotable variedad,
para nuestro disfrute. Pero pensemos en los que padecen hambre por causa de la codicia de algunos hombres. LA CREACIÓN
El Señor nos concede cada día el alimento para que podamos vivir. A quienes les falta, la responsabilidad no es de Dios sino de la codicia de los hombres. LA CREACIÓN
Son muchos los testimonios de familias rotas por la cuestión del legado a recibir, tras la muerte del padre o de la madre o de ambos.
La ambición y podríamos decir que la avaricia domina el corazón de los seres humanos, olvidando cualquier modo de gratitud hacia quienes les dejaron bienes. E incluso criticándolos por la forma en que administraron la riqueza.
Así es como somos y así es también como la Sabiduría de lo Alto, nos revela una y otra vez que el dinero ha sido y seguirá siendo el mayor problema que tenemos los hombres en nuestra vida terrenal.
De allí la importancia que tienen otros ejemplos, de personas que vivieron humildemente siempre, pero tuvieron y agradecieron el legado maravilloso de la fe que recibieron de sus mayores.
El más grande y preciado bien, que podamos tener en nuestra existencia, porque nos ha alejado del mal y nos ha acercado a Jesús y a la promesa de Vida Eterna.
3 Juan 1:4 No tengo yo mayor gozo que este,
el oír que mis hijos andan en la verdad.