42989

CREER o no CREER…

DEVOCIONAL 

Con gran desconcierto un amigo comentaba como su esposa que había sido sanada en Nombre de Jesús, había vuelto a recaer y además se encontraba peor que antes.

¿Qué había pasado?
No tenía poder la Sanidad en el Santo Nombre?
Por qué esa mujer había recaído con tanta dureza?

Estas preguntas  me hicieron reflexionar profundamente, porque afectaban incluso mi propia confianza en el Hijo de Dios. Pero el Espíritu siempre nos ayuda cuando lo invocamos para resolver situaciones tan complejas.

O para aclarar qué había pasado con esta mujer que fue sanada y de pronto volvieron sus dolores, peores,  porque no solo su cuerpo era el sufriente sino también su espíritu porque las dudas también la estaban atormentando.

Lo ocurrido era tan simple como que la mujer había dudado de la Sanidad que había recibido milagrosamente, pensando sobre si le volverían los atroces dolores que la hacían padecer.

En el fondo se trata de algo tan simple y tan definitivo, como creer o no creer. Si tenemos confianza en el Poder de Jesús para sanarnos o si pensamos que puede ser eficaz en un determinado momento y que luego todo volverá a lo de antes.

Cada uno debe responder a la gran cuestión: creo o no creo…

Marcos 9:23
Diego Acosta / Neide Ferreira

las amargas derrotas

LAS AMARGAS DERROTAS

DEVOCIONAL

Pocas cosas me resultan más conmovedoras que escuchar a un hombre declarar que su vida es una simple y amarga historia de derrotas.

Es muy difícil dar alguna respuesta a una declaración tan llena de sufrimiento y también de realidad. Analizando su pasado y su presente con los ojos del mundo, no había nada de exagerado en lo que había comentado.

Y con los ojos del mundo también se podría decir, que tampoco había nada de ejemplar en lo que se suponía eran años y años de luchas y de derrotas.

Sin embargo en medio de mi conmoción, recordé mi propia vida. Tal vez hubiera tenido en el pasado, muchos puntos en común con lo de aquel hombre.

Pero le comenté como mi existencia había cambiado por causa de creer en Jesús. Así de simple, como es la Verdad, cuando sintetiza todo lo bueno que dio a mi vida el Hijo del Hombre.

Salmo 18:35
ES –
Me diste asimismo el escudo de tu salvación;
Tu diestra me sustentó,
Y tu benignidad me ha engrandecido
.

PT – Também me deste o escudo da tua salvação;
a tua mão direita me susteve,
e a tua mansidão me engrandeceu.

Diego Acosta / Neide Ferreira