EN EL DÍA DE LA MUJER

BLOG del TIEMPO

En el llamado Día de la Mujer, es necesario reflexionar acerca del contenido del llamamiento.

Espiritualmente hablando pensamos que su significado nunca trascenderá a lo que Dios ha establecido: Que no hace acepción de personas.

Desde esa perspectiva toda exaltación de un sexo determinado resulta por lo menos anacrónica, porque todos los seres humanos somos iguales ante nuestro Creador.

Otra cosa diferente es defender los derechos de la Mujer, donde todavía es necesario trabajar solidariamente, para que sean respetados en su verdadera dimensión.

La pretendida igualdad establecida en base a normas o leyes, no representa ningún progreso y deberíamos aspirar que la igualdad resulte del convencimiento de la sociedad.

No basta con imponer la igualdad, lo que resulta necesario es que se comprenda que tanto un hombre como una mujer, tienen los mismos derechos y solamente por su capacidad e idoneidad deben ejercer las funciones que demanda la sociedad.

Recordamos lo del principio: Dios no hace acepción de personas!

Diego Acosta

LO IMPORTANTE…

CONGREGACIÓN

SÉPTIMO MILENIO

LO IMPORTANTE ES LO QUE DIOS OPINA DE TI.

Cuando hablan bien de nosotros, o dicen de nosotros cosas que nos dejan en buen lugar nos sentimos contentos y queremos que todos sepan lo que se dice. Pero cuando alguien dice algo que no es agradable e incluso dicen de ti algo que es mentira, la reacción es instantánea: defendernos y desmentir. ¿Qué aprendemos de Jesús?
No presentar defensa.

Dios todo lo sabe de ti, él defiende tu causa, ¿ Que ganas con desmentir una mentira? Los que te conocen saben que no es verdad. Y los que no te conocen aunque lo desmientas creerán lo que quieran creer. Sigue caminando con Jesús, vivirás lo mismo que Él vivió, que no es fácil, pero el resultado es: VICTORIOSO.

(Marcos 15:1-5) «Muy de mañana, habiendo tenido consejo los principales sacerdotes con los ancianos, con los escribas y con todo el concilio, llevaron a Jesús atado, y le entregaron a Pilato. Pilato le preguntó: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Respondiendo él, le dijo: Tú lo dices. Y los principales sacerdotes le acusaban mucho. Otra vez le preguntó Pilato, diciendo: ¿Nada respondes? Mira de cuántas cosas te acusan. Mas Jesús ni aán con eso respondió; de modo que Pilato se maravillaba.»

Lourdes Diaz

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