Los días entrañables

DEVOCIONAL

La Palabra de Dios nos recuerda nuestra condición de humanos y por tanto que todos y cada uno, un día llegaremos al final.

Pensando en esto viví con mis amados, una fecha que fue de recuerdo y de nostalgia, pero que se transformó en un día de unión entrañable.

A veces me cuesta pensar como somos los humanos, que precisamos de hechos como este, para afianzar los lazos que naturalmente deberían ser estrechos y no lo son.

El Eterno pone en el corazón de cada uno, la medida de su fe, de su Amor y de su Misericordia. Por eso hay días en los que uno siente cercanos a los que están lejanos.

Buscando escapar de toda forma de emociones o sentimentalismo, pienso que es bueno que en una fecha determinada, recordemos que somos humanos y que las pérdidas de los amados, son parte de la vida, que se renueva también, constantemente.

Génesis 2:7
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra,
y sopló en su nariz aliento de vida,
y fue el hombre un ser viviente.

Gênesis 2:7
E formou o Senhor Deus o homem do pó da terra e soprou em seus narizes o fôlego da vida; e o homem foi feito alma vivente.

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

Lo bueno y lo malo

DEVOCIONAL

Un líder protestante dijo en una oportunidad que todo lo relacionado con el diablo se presentaba como algo muy atractivo, pero lo relacionado con Jesús, llegaba a ser a veces, hasta deprimente.

Exagerado o no, confieso que cuando lo escuché me causó una gran sorpresa porque a pesar de lo impactante que eran las palabras, pensé que en el fondo tenía razón.

Lo cierto es que todo lo malo en la mayoría de los casos es seductor. Eso forma parte de los manejos del mundo, para acercarnos a sus postulados y para hacernos caer bajo sus perversos encantos.

Pero, y lo bueno, por qué resulta poco atractivo?

Porque la promesa de la Vida Eterna, que nos hace Jesús, los hombres la hemos devaluado tanto, que pareciera que no tiene importancia, porque nos coloca frente a frente con nuestros pecados.

Siendo como soy un militante del Reino, acepto los Mandatos de Jesús y me arrepiento cada día de mis pecados y malas obras. Aunque en el mundo no tenga atractivo y les sea indiferente!

Deuteronomio 12:28
Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando,
para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios,
te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre.

Deuteronômio 12:28
Guarda e ouve todas estas palavras que te ordeno,
para que bem te suceda a ti e a teus filhos, depois de ti para sempre,
quando fizeres o que for bom e reto aos olhos do Senhor, teu Deus.

 

Diego Acosta / Neide Ferreira

Amarás a Jehová…tu Dios

DEVOCIONAL

Jesús consagró como el primer Mandamiento y el más importante, aludiendo al texto que se puede leer en el LIbro de Deuteronomio, Amarás a Jehová tu Dios.

Me he detenido muchas veces sobre este texto y sorprende como en cada oportunidad se puede advertir algo nuevo sobre el Mandamiento destacado por el HIjo del Hombre.

La evidencia del verbo amar resulta más que relevante, pero también se pueden encontrar otros verbos que acrecientan la importancia del Mandato por lo elevado de sus formas.

No solamente se me manda a amar a Jehová mi Dios, sino también a buscarlo, a obedecerlo y por tanto a cumplir con todo lo que me mande.

El sentido de la obediencia que transmite el texto es muy notorio, poniendo de manifiesto que todo lo que hagamos no alcanzará nunca a la certeza de que el Eterno nos amó primero con un Amor imposible de comprender.

 Deuteronomio 11:1
Amarás, pues, a Jehová tu Dios,
y guardarás sus ordenanzas, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos,
todos los días.

 Deuteronômio 11.1
Amarás, pois, o Senhor, teu Deus,
e guardarás a sua observância, e os seus estatutos, e os seus juízos,
e os seus mandamentos,
todos os dias.

 Diego Acosta / Neide Ferreira

 

Experiencia de vida – Missionária Arlete

É muito bom conhecer a experiência de vida de pessoas
que serviram ao Senhor ao longo da sua vida,
com firmeza e percorrendo caminhos difíceis.
A Missionária Arlete rememora tempos do seu ministério
que podem incentivar outras pessoas
a servir e dedicar sua vida a Deus.

MISSIONARIA ARLETE BATISTA FERREIRA

Aprender a vivir

DEVOCIONAL

Es notable como siempre hay algo que provoca que hagamos una especie de pausa, para mirar y para mirarnos a nosotros mismos.

Es el tiempo que Dios utiliza para mostrarnos todo aquello que está bien y sobre todo, lo que está mal ante sus ojos. Es por tanto un tiempo maravilloso para que observemos sin apasionamiento nuestra vida.

La pasada porque es parte de nuestra carga y es la que debemos ir dejando atrás para no arrastrar tanto peso y que nos impide caminar ligeros de equipaje.

La que forma parte del presente, para quitarle los restos de aquello que no nos deja crecer y que nos tira hacia abajo, como si fuera un espiral maligno.

Por tanto nos queda lo mejor por aprender: Lo que vendrá!

Aquello que forma parte de los Propósitos del Eterno para mi vida, que aunque ignoro cuáles serán sí tengo la certeza que serán lo mejor, porque en su infinita Misericordia, siempre tiene mucho más sobre lo que yo considero bueno.

Por eso debo aprender a vivir confiadamente, ignorando las circunstancias, dejando atrás el pasado e impidiendo que la memoria humana se interponga con lo sobrenatural.

Romanos 8:28
ES
– Y sabemos que a los que aman a Dios,
todas las cosas les ayudan a bien,
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

PT – E sabemos que todas as coisas
contribuem juntamente para o bem daqueles que amam a Deus,
daqueles que são chamados por seu decreto.

 Diego Acosta / Neide Ferreira

Redimir y libertar

DEVOCIONAL

Utilizando una de las definiciones que tiene la palabra redimir, apreciaremos más rotundamente lo que Jesús hizo por cada uno de nosotros.

Redimir tiene su origen en el vocablo latino redimĕre y aplicando su textualidad podríamos decir que significa: Rescatar o sacar de esclavitud  mediante precio.

Quienes estábamos sometidos a la esclavitud del pecado?

Nosotros!

Quién pagó el precio del rescate?

El Hijo del Hombre.

Pensaba en esto, cuando daba las gracias por mi nueva vida, que es incomparable con la anterior, porque ahora soy libre y antes ignoraba que era esclavo.

Esta cuestión es tan importante, la de saber que con la Verdad soy libre, que creo que no me alcanzarán mis días de vida, para dar las gracias por este Milagro de Amor que he recibido.

Razón por la que en este día renuevo mi compromiso de ayudar al Prójimo para que también escuche el Mensaje de Salvación, que lo redimirá y lo convertirá en un hombre nuevo.

Romanos 5:8
ES
Mas Dios muestra su amor para con nosotros,
en que siendo aún pecadores,
Cristo murió por nosotros
.

PT –  Mas Deus prova o seu amor para conosco
em que Cristo morreu por nós,
sendo nós ainda pecadores.

Diego Acosta / Neide Ferreira

No rebuscarás…!

DEVOCIONAL

La preocupación de Dios por los más débiles impresiona por la inmensidad  de Su Amor.

Así podemos comprender como Jesús tuvo la misma preocupación por quienes precisaban de ayuda y no por los justos, ni los sabios, ni los sanos ni los poderosos.

Estas lecciones de vida esenciales son las que deberíamos recordar y practicar cada día, para estar en la misma visión que el Eterno y que su Hijo, que nos ponen al lado de los desechados de la sociedad.

Puedo pensar que en lo personal a mí no me corresponde asumir las mismas decisiones de Jesús, porque ese fue un tiempo pasado y mis circunstancias son diferentes.

Este es el cruel engaño en el caigo casi voluntariamente, inducido por la mezquindad y la frivolidad del mundo. Satanás usa argumentos, que luego repetimos bajo una pretendida superioridad necesaria para el triunfo.

Dios no me quiere triunfador. Jesús no me quiere un gran hombre. Ellos quieren mi corazón y mi obediencia, para servir al prójimo.

Levítico 19:10
ES –
Y no rebuscarás tu viña,
ni recogerás el fruto caído de tu viña;
para el pobre y para el extranjero lo dejarás.
Yo Jehová vuestro Dios.

PT – Semelhantemente não rabiscarás a tua vinha,
nem colherás os bagos caídos da tua vinha;
deixá-los-ás ao pobre e ao estrangeiro.
Eu sou o Senhor, vosso Deus.

Diego Acosta / Neide Ferreira