TIEMPO BÍBLICO

CONSIGNA: SER PRUDENTES Y ESCUDRIÑAR

<<DEVOCIONAL

Resulta muy difícil sustraerse al clima creado por las dramáticas circunstancias que estamos viviendo, en todo el mundo.

Difícil pero necesario, el tratar de abandonar el clima de miedo y de congoja, porque precisamente estamos llamados a ser la Luz en medio de las tinieblas.

No se trata de ser superhéroes sino de hombres y mujeres, que vivimos con la Confianza puesto en el Dios Topoderoso, que está en el control absoluto de estas horas, de las pasadas y de las futuras.

Quienes nos llamamos sus hijos no tenemos el derecho de abandonarnos ni a la temerosa comodidad de la tragedia ni tampoco a la frivolidad de pensar que nada nos pasará ni a nosotros ni a nuestros amados.

Se trata de mostrar a quienes nos rodean que en estos tiempos de oscuridad, de incierto y problemático futuro, confiamos más que nunca en el Eterno.

Por la sencilla razón que confiamos en su promesa de que estará siempre a nuestro lado, que nos traerá el consuelo de su Amor a través del grandioso testimonio del Hijo del Hombre, Jesús.

Jeremías 17:7
Bendito el varón que confía en Jehová,
y cuya confianza es Jehová.

Jeremias 17:7
Bendito o varão que confia no Senhor,
e cuja esperança é o Shenor.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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LA PEQUEÑEZ

Una fuerte tormenta con lluvia, nieve y sobre todo con ráfagas de viento de gran intensidad, provocó una serie de problemas e incluso hasta la pérdida de vidas.

A pesar de las circunstancias decidimos mantener el rumbo de nuestro viaje, soportando inclemencias que nunca habíamos visto.

Fue entonces cuando percibí varias circunstancias que estaban relacionadas con mi propia vida y que tenían su reflejo en la fuerza de la naturaleza.

Resultó evidente que no había nada que por su tamaño pudiera enfrentar a los vientos de fuerza notable. Y por supuesto, sufriendo con más impacto sus embates los más pequeños.

Del mismo modo que tanto la lluvia como la nieve, pueden afectar de manera considerable la movilidad y la propia existencia.

Es así como me sentí pequeño, muy pequeño, tal vez demasiado pequeño, porque los embates que duraron horas, solamente eran superados por la Gracia que preservó a miles de personas que se desplazaban.

Cuántas veces he sido cuidado sin advertirlo! En estas circunstancias, el Eterno me estaba mostrando que solamente por su Misericordia, muchas veces podemos superar las adversidades de la naturalezas…y las otras.

Comprender nuestra pequeñez, contribuirá a combatir nuestro orgullo y vanidad y acercarnos y depender aún más al Dios Todopoderoso!

Mateo 18:14

Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.

Mateus 18:14

Assim também não é vontade de vosso Pai,

que está nos céus, que um destes pequeninos se perca.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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ATADURAS / LIGADURAS

Por el simple hecho de no verlas, podemos pensar que las ataduras no existen.

En el fondo, todos sabemos que las ataduras que no se pueden ver, son las más firmes, las más duraderas, las más perjudiciales.

De este tema he hablado conmigo mismo durante bastante tiempo, porque es algo que debemos enfrentar, aunque nos resulte doloroso.

Y romper las ataduras que no se ven, es más difícil todavía de hacer!

Son aquellas con las que nos aferramos al pasado, a algunos momentos de nuestra vida que nos resultaron placenteros.

También son ataduras algunos errores sobre los que persistimos, porque a pesar de que sabemos que son cosas que no debemos hacer, las realizamos porque nos resultan agradables.

Como trato de romper mis ataduras?

Confrontando mi vida con las enseñanzas de Jesús, admitiendo mis errores, mis iniquidades y todo aquello que puede ser considerado pecado.

Es un ejercicio diario, constante…que tiene su recompensa, al saber que cada victoria, por pequeña que sea, me acerca al grandioso objetivo de vivir, como el Dios Todopoderoso manda que viva!

Isaías 28:22

ES – Ahora, pues, no os burléis, para que no se aprieten más vuestras ataduras; porque destrucción ya determinada sobre toda la tierra he oído del Señor, Jehová de los ejércitos.

PT – Agora, pois, não mais escarneçais, para que vossas ligaduras se não façam mais fortes; porque já ouvi o Senhor Jeová dos Exércitos falar de uma destruição, e esta já está determinada sobre toda a terra.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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LUCHAS

Frecuentemente leo mensajes pletóricos de alegría y también de eso que llamamos felicidad.

Cada vez que los leo y los releo, me quedo con la impresión que los creyentes vivimos en dos mundos, uno real y el otro fantasioso.

Lamentablemente no es lo mismo que decir en un mundo natural y en otro sobrenatural. Se trata de conceptos diferentes.

Es verdad que resulta importante que los unos a los otros nos alentemos a vivir según nos enseñó Jesús y a confiar en sus promesas.

Pero, ser como niños, NO significa tener comportamientos infantiles!

Por esta razón, cuando nos enfrentamos a un problema, parece que descubrimos que existen las dificultades y que no estamos preparados para afrontarlas.

Caemos entonces en la peligrosa fase de creer que Dios nos ha olvidado, que su mano se ha abierto y soltado la nuestra.

Esto es lo que me preocupa!

Con qué ligereza vivimos, con qué liviandad nos expresamos!

Somos infantiles en lugar de tener corazón de niños?

Cuando me encuentro con los mensajes fantasiosos acerca de las cosas de Dios y de un mundo perfecto, oro pidiendo Misericordia!

No porque sea perfecto, sino porque la vida me ha enseñado que las pruebas y las luchas están para fortalecernos, no para castigarnos.

Es la única manera que podamos percibir como el Amor del Eterno se derrama sobre nuestra vida y nos consuela.

El verdadero aliento no proviene de las palabras bonitas, sino de la convicción de que el Dios Todopoderoso siempre está a nuestro lado. Principalmente en las luchas!

Hebreos 5:12

PT –  Porque, devendo já ser mestres pelo tempo, ainda necessitais de que se vos torne a ensinar quais sejam os primeiros rudimentos das palavras de Deus; e vos haveis feito tais que

necessitais de leite e não de sólido mantimento.

ES – Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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