TRANQUILIDAD

CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO

TRANQUILIDAD

Como vivimos envueltos en constantes mensajes y sugerencias, a veces buenos, otros irrelevantes o hasta contradictorios, cuando leemos alguno diferente nos llama la atención.

Uno de ellos decía que para dormir bien, lo único que precisaba era tener un millón de dólares!

Ironías aparte, sorprende que se pueda llegar a concebir la idea de que el dinero, pueda ser motivo suficiente como para dormir sin problemas toda la noche.

Que significa la tranquilidad?

Podríamos decir que la tranquilidad está relacionada con la condición de tranquilo, que significa pacífico, sosegado con una cierta dosis de quietismo, es decir la tendencia de permanecer quieto, sin hacer nada.

Me preguntaba en qué situación se encontraría quién formuló esta afirmación del millón de dólares, por cuánto es inocultable que precisamente en el dinero es donde no hallaremos ninguna clase de tranquilidad.

Si no lo tenemos, nos preocupa esa circunstancia y entonces nos sobreviene el afán por conseguirlo. Y en el caso opuesto, si lo tuviéramos estaríamos preocupados por conservarlo y naturalmente por aumentarlo.

Es evidente que tanto en una circunstancia como en la otra, el dinero nunca nos dará tranquilidad, muy por el contrario, solo nos dará problemas porque en la Palabra de Dios se nos anuncia que está en la raíz de todos los males del hombre.

Y siguiendo con la tranquilidad y el quietismo, es decir el no hacer nada, Jesús nos dejó un Mandato que debemos de cumplir y que evidentemente no nos permitirá estar quietos.

El Hijo del Hombre nos mandó llevar el Mensaje de Salvación a todas las personas y hasta los confines de la tierra, con lo que la posibilidad de estar inmóviles es opuesta a tan maravillosa tarea.

También la búsqueda de la tranquilidad es opuesta a la visión que Jesús nos enseñó, por cuanto nos anunció que tendríamos aflicciones, situación que es evidentemente lo contrario de lo que anhelamos.

Por que buscamos la tranquilidad?

Tal vez porque en el fondo lo que pretendemos es vivir cómodamente, tratando de no ver la realidad que nos rodea y por tanto ignorando las necesidades del prójimo.

Pero, que estamos haciendo con nuestra vida?

El Eterno nos mandó a vivir para servir, con Amor y Misericordia, precisamente para tener un Propósito para seguir hasta el último aliento.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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JUAN

DEVOCIONAL

La primera vez que pregunté cómo se debía leer la Biblia, me dieron una respuesta sorprendente: Por el Evangelio de Juan!

Me desconcertó que se alterara el orden natural del Texto y de esta manera se me sugiriera  que no comenzara por Génesis. Con el paso de los años lo que fue sorpresa se convirtió en certeza.

Qué razón tenía la maestra que me habló de Juan!

Desde entonces es la recomendación que hago con más entusiasmo con relación a la primera lectura de la Palabra de Dios!

Siendo como es todo importante en la Biblia, tomar contacto con el Amor del Eterno, es como abrir una ventana hacia el infinito, donde prevalece la Luz con la que se puede alumbrar el Camino hacia la Salvación.

Desde aquel sabio consejo, Juan se ha convertido en el inicio de la lectura bíblica, para muchas personas que como yo, fuimos capaces de aceptar que se nos guiara hacia el verdadero Amor.

Juan 3:16 
Porque de tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna.

João 3:16
Porque Deus amou o mundo de tal maneira
que deu o seu Filho unigênito,
para que todo aquele que nele crê não pereça,
mas tenha a vida eterna.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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SEGUNDA GUERRA

Blog del TIEMPO!

En tan solo 26 años los hombres se enfrentaron en dos grandes guerras mundiales, que dejaron un saldo que desde la perspectiva temporal asombra y horroriza.

Si en Primera Guerra se vivieron escenas inimaginables con la guerra de trincheras, el uso de gases venenosos y la aparición de la aviación como nuevo elemento militar, en la Segunda, se puede afirmar que el hombre perfeccionó su capacidad de destrucción.

La maquinaria política llevó al Holocausto, a la muerte indiscriminada de civiles indefensos en las ciudades y también al uso de dos bombas atómicas contra poblaciones urbanas.

Más de 70 millones de muertos entre los dos conflictos nos deben confrontar con la capacidad que tenemos los humanos para matar y destruir, cuando nos alejamos de Dios.

El uno de Septiembre se conmemora el inicio de la Segunda Guerra, cuando a las 4.26 de la madrugada, las fuerzas aéreas nazis, atacaron posiciones de Polonia, iniciando la invasión al país que marcaría el comienzo de la confrontación.

Al recordar el 80 aniversario del inicio del segundo conflicto mundial que protagonizó la especie, deberíamos de recordar la propuesta de Vida que el Eterno nos dejó a través de su Hijo.

Diego Acosta

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POMPAS

DEVOCIONAL

Aciertan quienes llaman al Capítulo 24 del Evangelio de Mateo, como el pequeño Apocalipsis.

En verdad Jesús anunció muchas de las cosas que están ocurriendo en  nuestros días y que podemos verificar como el cumplimiento de que nos estamos acercando al fin de los tiempos.

El Hijo del Hombre, nos advirtió que no nos dejemos engañar. Es sorprendente que sea precisamente este el primer anuncio, lo que nos compromete a estar escudriñando a todo y a todos en forma permanente.

El mundo cada vez más atrevido y osado, nos plantea cuestiones que solo tienen un único objetivo: Apartarnos del Eterno!

Más que torpe sería si sabiendo esto, me dejo llevar por la complacencia de una sociedad que me permite todo, que me festeja todo y que me atonta con su frivolidad.

Está claro que es más fácil y cómodo vivir como me propone el mundo, a tener que hacerlo con las normas de Dios. Solo que las consecuencias serán tremendamente diferentes: con el mundo tendré el sufrimiento eterno y con el Todopoderoso la Vida Eterna.

Todo lo demás, son meras pompas de jabón.

Mateo 24:4
Respondiendo Jesús,
les dijo:
Mirad que nadie os engañe.

Mateus 24:4
E Jesus, respondendo,
disse-lhes:
Acautelai-vos, que ninguém vos engane.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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LIMPIEZA

DEVOCIONAL

Pensando en la limpieza personal, generalmente nos remitimos a nuestro cuerpo, raramente trasladamos este concepto al orden superior de nuestra vida, la santidad.

En el Libro de Levítico el Eterno pone de manifiesto la importancia de la limpieza y el especial cuidado que debemos de tener quienes nos llamamos sus hijos con relación a esta cuestión.

Es verdad que en el tercer Libro de la Biblia, se hace mención a todas las disposiciones que debían de cumplir quienes estaban en directa relación con el Templo, remarcado el principio fundamental de la obediencia.

También es verdad que la Iglesia se rige por lo dispuesto en el Nuevo Testamento, pero la cuestión de la Santidad es inherente al propio Dios y por tanto ineludible desde la perspectiva personal.

Debo comprender que si Jehová puso especial énfasis en demandar a Moisés y Aarón las normas de obediencia que debería de tener el pueblo de Israel, esas mismas normas deberían formar parte de mi propia vida.

Debo buscar la santidad, porque Dios es Santo!

Levítico 10:10
ES – Para poder discernir
entre lo santo y lo profano,
y entre lo inmundo y lo limpio.

PT – Para fazer diferença
entre o santo e o profano
e entre o imundo e o limpo.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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AMAR…!

 

CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO

Seguramente todos ponemos en práctica lo que nos manda la Palabra, de hacer lo que Dios pone en nuestras manos. Y seguramente lo hacemos tanto si nos alegra como si no nos satisface tanto.

Pensamos que lo importante es cumplir!

Sin embargo el Espíritu a lo largo de los últimos años me ha mostrado y demostrado, que no basta con cumplir. Que aunque es bueno que así sea, el sentido de hacer está incompleto, tal y como lo practicamos.

Falta: Amar lo que hacemos!

Y seguramente nos podremos preguntar qué razón o qué razones habría para que además de ser fieles al Mandato, amemos la obra de nuestros talentos o capacidades?
Tan legítima es la pregunta que el propio Eterno nos responde a través del Texto, cuando habla de la bendición que significa que seamos fieles cumplidores y que en todo y por todo demos gracias.
En lo personal suelo aplicarme estos conceptos, cuando dudo o cuando cometo la torpeza de prestar mis oídos a los ataques del enemigo, que denigra y menosprecia aquello que hago sabiendo que lo hago para el Todopoderoso.
Y en esa lucha que siempre tendremos contra el enemigo, en cada día y en cada cosa, es cuándo podremos comenzar a comprender el sentido que tiene amar lo que hacemos.
Ese Amor nos diferencia del resto de los hombres, que trabajan para satisfacer sus afanes, su vanidad y su voluntad de sentirse superiores a quienes los rodean.
Amando lo que hacemos nos inmunizamos contra el desánimo, contra la queja, contra nuestra propia debilidad humana, contra el pensamiento de desear agradar y justificarnos ante los demás.
Si trabajamos para Dios y por ÉL, pongamos amor en nuestra obra, porque solamente así tendrá el verdadero significado de pasar de convertirse en algo convencional u obligatorio, en una auténtica Obra para contribuir al objetivo supremo de extender el Reino.
Ese Amor nos dará fuerzas y nos impulsará a ser buenos padres, esposos, hijos y también a ser los hombres y mujeres que el Señor precisa, para que llevemos las Buenas Nuevas, a otros que como nosotros vivíamos en la ignorancia y la oscuridad y ahora vivimos en la plenitud de la Verdad y la Luz.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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DIFÍCIL

DEVOCIONAL

En una ocasión escuché que hacer un devocional por la mañana era muy difícil, porque no había tiempo para nada.

El argumento era que desde el momento en que uno se levanta, hay muchas cosas para hacer y todas con horarios, de manera que apartar unos minutos para Dios complicaba el comienzo del día.

Estas son las cosas que se escuchan y que quedan en algún pliegue de la memoria, pero que el Espíritu rescata a modo de inquietud acerca de cómo es nuestra relación con el Eterno.

Si ponemos la cuestión por la pasiva, podríamos llegar a la conclusión de que también el Todopoderoso está muy ocupado y que no tiene esos minutos que le negamos, para dedicarnos a nosotros sus hijos.

Está Dios tan ocupado que deja de mirarnos, de preocuparse por nuestras vidas?

El solo imaginar esto me produce temor, porque me siento desprotegido, abandonado, solo en un mundo hostil y perverso. Puede que este sea el método del Supremo, para recordarme que me debo a ÉL.

Miqueas 6:8
Oh hombre,
él te ha declarado lo que es bueno,
y qué pide Jehová de ti:
solamente hacer justicia, y amar misericordia,
y humillarte ante tu Dios.

Miqueias 6:8
Ele te declarou,
ó homem, o que é bom;
e que é o que o Senhor pede de ti,
senão que pratiques a justiça, e ames a beneficência,
e andes humildemente com o teu Deus?

Diego Acosta / Neide Ferreira

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YO, PRÓJIMO…?

DEVOCIONAL

Qué ocurriría si el prójimo del que habló Jesús fuera yo mismo?

Frecuentemente me comporto como si fuera un hombre especial, que nunca preciso nada y si lo precisara soy lo suficientemente poderoso como para resolver mis propias dificultades.

Por eso el concepto de ser el prójimo, es contrario a toda forma de vanidad y no provoca otra cosa que arrepentimiento, por todas las veces que consideramos que esa nunca sería nuestra situación.

Qué importante es leer y releer la Palabra de Dios para profundizar en todo aquello que nos lleve hasta el corazón mismo del Eterno y poder entonces aprender más sobre ÉL y sobre nosotros mismos.

Esta visión de que yo pueda ser el prójimo, es un severo llamado de atención para estar atento no solo en la consideración de mis problemas, sino en la atención de las aflicciones de los demás.

Si no lo hiciera como podría amar al prójimo, si no me considero a mí mismo?

Proverbios 3:29
No intentes mal contra tu prójimo
que habita confiado junto a ti.

Provérbios 3:29
Não maquines mal contra o teu próximo,
pois habita contigo confiadamente.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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IDÓNEA

CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO

Hay dos clases de personas: las que creen que lo saben todo y las que pensamos que siempre habrá un tiempo para aprender.
En una larga conversación con una querida amiga, me sorprendió cuando comentando un pasaje de su vida, habló de cómo había cambiado su concepto sobre la ayuda idónea..
Recordando el pensamiento de Dios en Génesis, llegamos a analizar la situación de esta señora, esposa del pastor de una pequeña congregación y con un enorme talento para su ministerio.
Sin embargo en ese lugar donde vivían era prácticamente imposible que pudiera desarrollar aquella maravilla de capacidad que el Señor le había concedido y que tuvo una gran repercusión.
Me dijo: Durante un breve tiempo me preocupé, me ofusqué, me entristecía. Pero por la Gracia el Espíritu me advirtió acerca de un nuevo tiempo de mi vida.
Y fue así como la cuestión de ser la ayuda idónea para un hombre, en este mi esposo pastor de una iglesia, se convirtió en una nueva dimensión de servir.
Ahora no solamente servía él, sino que yo lo ayudaba a servir!
Quedó atrás otro tiempo en el que pude servir con mi talento y ahora comenzaba uno nuevo en el que acompañaba de hecho y de palabra, a quién precisaba de mi esfuerzo.
Que significa esto?
Algo tan sencillo y tan profundo, como el de comprender que difícilmente podremos estar mucho tiempo haciendo una tarea, por muy capacitados que estemos para cumplirla.
Puede ocurrir que de tanto realizarla nos habituemos, nos acomodemos a una determinada forma de obrar, perdiendo el sentido superior de la misión de servir.
El Eterno nos ha concedido talentos para que los mantengamos vivos y capaces de ser dúctiles, de aplicarlos de maneras diferentes a lo que nosotros concebimos como normal y lógico.
Mi amiga se declaraba contenta por esta experiencia que había renovado su vida, desde el servir para estar firme al lado de su esposo, haciendo realidad el propósito del Creador de que sea la mujer la ayuda idónea para el hombre.
El ser apropiado para cumplir una tarea, es un entender el contenido profundo de lo que el Todopoderoso ha establecido para cada uno de nosotros.
Entenderlo es nuestra responsabilidad y cumplirlo debe ser nuestra alegría. Además de aprender en cada circunstancia.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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