LA OTRA HISTORIA
Los especialistas ponen en duda algunas de las teorías existentes con relación al censo que fue decretado en Palestina, en los tiempos del nacimiento de Jesús.
Las discrepancias surgen como consecuencia de los errores del calendario que se utilizaba, que era el de Dionisio Exiguo, confeccionado en el II siglo después del nacimiento del Mesías.
También existen controversias para determinar cuál fue el censo que debieron cumplir José y María. Hubo censos que afectaron a todos los ciudadanos del imperio y hubo otros provinciales, como pudo ser el de Palestina.
Ellos debieron viajar desde Nazaret en la Galilea, hasta Belén. Este traslado también ofrece dudas porque el avanzado estado de gravidez de María, no lo habría hecho aconsejable.
Estas disputas entre historiadores antiguos y modernos, no impiden que la realidad sea que efectivamente el Hijo del Hombre naciera en Belén.
Los censos convocados por los romanos tenían un doble propósito: El más obvio de todos, conocer el número de habitantes pero también se buscaba conocer el nivel de riqueza de los pobladores.
Estos conocimientos eran importantes para la aplicación de los impuestos que debían abonar quienes vivían bajo el mandato imperial romano.
Lo cierto es que por el imperativo de la burocracia romana, tanto José como María, viajaron hasta Belén, para que se cumpliera la profecía de Miqueas, formulada alrededor de 800 años antes del nacimiento de Jesús y expuesta por Mateo en el segundo capítulo de su Evangelio, versículo 6:
Y tú, Belén, de la tierra de Judá,
No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;
Porque de ti saldrá un guiador,
Que apacentará a mi pueblo Israel.
Diego Acosta
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