BUENAS NUEVAS

Los Profetas han tenido muchos momentos difíciles, cuando debieron anunciar decisiones de Jehová que afectaban principalmente al pueblo de Israel.

Esas decisiones pueden afectarnos cuando nos encontramos en circunstancias similares, en donde el Juicio se abate sobre el pecado y la infidelidad.

Pero también los profetas fueron encargados de anunciar un cambio en el futuro, principalmente en el caso de Jerusalén.

Isaías fue encargado de anunciar cosas buenas para los pobres, también para los quebrantados de corazón, a dar libertad a los cautivos y a los prisioneros.

Hagamos nuestras estas decisiones de Jehová!

Cambiemos el sentido de nuestra vida, alejándonos de lo que ofende a Dios, de lo que agravia su Majestad y de lo que significa una rebelión contra su Poder y Autoridad.

Eso espera ÉL de nosotros! Un cambio que nos lleve por la senda de la Obediencia y de la fidelidad.

Lo mismo que le reclamó en diversos momentos de la historia a Su Pueblo, a los hombres y mujeres de Israel que se alejaron voluntariamente de sus mandatos y se volvieron idólatras y hacedores de maldad.

Así como el Eterno redimió a Israel, así redimirá a quienes abandonen sus malas acciones y se conviertan en hacedores del bien.

Las promesas del pasado tienen vigencia con el tiempo, por el principio de que la historia se repite, como nos reveló el sabio Eclesiastés.

No seamos esclavos del pasado y de nuestras malas obras. No perseveremos en el error ni en la rebeldía. Si lo hacemos nos esperarán días de renuevo, como nunca lo podremos imaginar.

Isaías 61:1

ES – El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel.

PT – O Espírito do Senhor Jeová está sobre mim, porque o Senhor me ungiu para pregar boas-novas aos mansos; enviou-me a restaurar os contritos de coração, a proclamar liberdade aos cativos e a abertura de prisão aos presos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com