SONRISAS

DEVOCIONAL

Jesús amonestó severamente a sus discípulos, cada vez que incurrían en la grave falta de no ser sinceros.

Haría exactamente lo mismo conmigo, cada vez que esbozo una sonrisa ante quién no la debería hacer, mintiendo y mintiéndome, en un hecho que llama a la reflexión.

Nadie nos ha mandado que seamos amigos de todas las personas que nos rodean. Eso es absolutamente cierto. Pero nadie nos ha mandado que simulemos ser amigos de todos, cuando no es verdad.

Si profundizo en el tema, me imagino a cuántos hermanos sonrío y me sonríen, cuando en mi interior no tengo el menor motivo para hacerlo y de igual modo los demás.

Y esto revela la gravedad de nuestros comportamientos en las congregaciones, donde cada día se simula, se miente, se simula, se trastoca lo bueno por malo.

Debo ser sincero, comenzando por mi propia persona, porque así demostraré que soy digno de respeto y porque así aprenderé a respetar a mis hermanos.

Así lo exige Jesús!

Salmo 26:4
ES – No me he sentado con hombres hipócritas,
ni entré con los que andan simuladamente.

PT – Não me tenho assentado com homens vãos,
nem converso com os homens dissimulados

Diego Acosta / Neide Ferreira

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ABANDONO

DEVOCIONAL

Mirando partes de equipos en desuso, no pude sustraerme al pensamiento de lo que ocurre con las cosas que un día consideramos que ya no son útiles.

Simplemente las apartamos y las reemplazamos por otras, sin valorar lo que nos sirvieron ni el valor que le concedimos.

Si estas consideraciones las aplicamos a las personas, entonces los conceptos adquieren otra dimensión que nos provoca una profunda reflexión acerca de la falta de sensibilidad con la que obramos.

Es notable que del mismo modo que desechamos aquello que consideramos que ya no nos es útil, lo hacemos con las personas que en un determinado momento pasaron a formar parte de la lista del olvido.

Si me presentara ante Jesús con esa lista, que me diría?

Seguramente me mandaría a pedir perdón a cada uno de ellos, por la soberbia y la jactancia de sentirme superior y de considerar que ya no adecuados para mi vida. Y también les debería de pedir perdón, por olvidarme que el Eterno nunca abandona a los suyos.

2 Samuel 22:29
ES – Tú eres mi lámpara, oh Jehová;
mi Dios alumbrará mis tinieblas.

PT – Porque tu, Senhor, és a minha candeia;
e o Senhor
clareia as minhas trevas.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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OS ACORDÁIS…?

¿Os acordáis del cuento
de la fiesta que hubo en el cielo?
Un ángel vino a la Tierra
a traer la invitación.
Sólo los que tenían alas
fueron invitados
porque podían volar,
pero el sapo envidioso
que era también muy tramposo
logró con sus artimañas
a esa fiesta colar.
En la invitación estaba escrito
que todos que fuesen músicos
sus instrumentos podrían llevar.
La paloma preparó su harpa,
la cigüeña su clarín,
y el pájaro carpintero
afinó su violín.
La libélula tan delicada
tocaba la flauta divinamente,
y quiso llevar su instrumento
para alegrar el corazón
de todos los oyentes.
La garza con su guitarra
con esmero la preparó,
afinando sus cuerdas,
limpiándola con sus plumas
y finalmente, en un rincón
del bosque la dejó.
Todos se acicalaban
para estar limpios y olorosos,
pues la ocasión exigía
que estuvieran así de hermosos.
Nuestro tramposo personaje
pensó,  pensó,  y repensó
buscando una manera
de burlar la vigilancia
y poder por fin
a los cielos llegar.
En su cabecita hueca
una lucecita se encendió,
y en la guitarra de la garza
él rápidamente se escondió.
La garza no se apercibió
de la carga que llevaba;
Siguió surcando los aires
con lo contenta que estaba.
Al llegar, todos pusieron
sus instrumentos
dónde un ángel les indicó,
y el sapo en ese instante
de esa oportunidad aprovechó.
Y salió de su escondrijo
para disfrutar de la fiesta,
del celestial evento.
En vez de procurar
pasar desapercibido
se puso a bailar,
riendo, y saltando
demostrando su contentamiento.
Las aves se sorprendieron
al ver que él había logrado
lo que los otros animales
ni siquiera ésa posibilidad
había alguno soñado.
Como era muy gentiles
no le dieron mucha importancia,
y el sapo siguió disfrutando
hasta el final de la fiesta.
Se despistó de estar pendiente
de meterse en su escondrijo,
y cuando se percató,
la garza ya se había ido.
No obstante, él vio allí
en el lugar de los intrumentos
la tuba del cuervo
que se estaba despidiendo
para alzar el vuelo de vuelta,
y el sapo se metió dentro.
El cuervo cogió su tuba,
y en el aire se alzó,
pero de contento que estaba
quiso continuar la música
y su tuba la sopló.
El sapo salió disparado
en el primer acorde
que el cuervo inocente tocó.
Y fue echado abajo
y a la Tierra se cayó.
Y colorín colorado
ese cuento se ha acabado.Ese cuento me hace recordar
lo que está escrito en la Biblia,
cuando habla de la segunda venida
de Jesús,  nuestro Señor.
Sabemos que él vendrá
a buscar a su iglesia,
y nos alzaremos en los aires
para estar para siempre
con nuestro Creador.
El primer requisito
Es creer en Jesucristo
a quién debemos amar,
pues es él que vendrá
a por su iglesia,
a su novia amada,
a quién él va a desposar.
No podremos hacer trampas
como el sapo de la historia;
Jesús ya conoce hace tiempo
los que realmente son suyos.
Y no podremos escondernos
detrás de pastores ungidos,
de músicos,  o misioneros,
o de los creyentes amigos.
La invitación es para todos,
y cada uno debe aprovechar
el tiempo que Dios le dio
para crecer y madurar
en los mandamientos de Dios,
viviendo siempre gozosos
en su buena, agradable,
y perfecta voluntad.
La renuncia que Jesús pide
en Mateo capítulo 16,
es el modo que tendremos
que vivir para agradar a él.
El que no renuncia a sí mismo,
y que se rehúsa a cambiar,
no podrá conocerle,
para amarle  profundamente
y disfrutar de su amor de verdad.
El que permite que su ego
lo impida de ser transformado,
será dejado atrás;
Y tendrá que asumir
las funestas consecuencias
de sus actos inconsecuentes
que cambiarán por completo
a su celestial porvenir.
En el cielo habrá la boda
del Cordero y de la novia,
y allí no podrá estar,
el que no estuviere vestido
adecuado para el evento
será echado por el Rey
por las puertas de su Ciudad.

Lucia Caetano

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TRANQUILIDAD

CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO

TRANQUILIDAD

Como vivimos envueltos en constantes mensajes y sugerencias, a veces buenos, otros irrelevantes o hasta contradictorios, cuando leemos alguno diferente nos llama la atención.

Uno de ellos decía que para dormir bien, lo único que precisaba era tener un millón de dólares!

Ironías aparte, sorprende que se pueda llegar a concebir la idea de que el dinero, pueda ser motivo suficiente como para dormir sin problemas toda la noche.

Que significa la tranquilidad?

Podríamos decir que la tranquilidad está relacionada con la condición de tranquilo, que significa pacífico, sosegado con una cierta dosis de quietismo, es decir la tendencia de permanecer quieto, sin hacer nada.

Me preguntaba en qué situación se encontraría quién formuló esta afirmación del millón de dólares, por cuánto es inocultable que precisamente en el dinero es donde no hallaremos ninguna clase de tranquilidad.

Si no lo tenemos, nos preocupa esa circunstancia y entonces nos sobreviene el afán por conseguirlo. Y en el caso opuesto, si lo tuviéramos estaríamos preocupados por conservarlo y naturalmente por aumentarlo.

Es evidente que tanto en una circunstancia como en la otra, el dinero nunca nos dará tranquilidad, muy por el contrario, solo nos dará problemas porque en la Palabra de Dios se nos anuncia que está en la raíz de todos los males del hombre.

Y siguiendo con la tranquilidad y el quietismo, es decir el no hacer nada, Jesús nos dejó un Mandato que debemos de cumplir y que evidentemente no nos permitirá estar quietos.

El Hijo del Hombre nos mandó llevar el Mensaje de Salvación a todas las personas y hasta los confines de la tierra, con lo que la posibilidad de estar inmóviles es opuesta a tan maravillosa tarea.

También la búsqueda de la tranquilidad es opuesta a la visión que Jesús nos enseñó, por cuanto nos anunció que tendríamos aflicciones, situación que es evidentemente lo contrario de lo que anhelamos.

Por que buscamos la tranquilidad?

Tal vez porque en el fondo lo que pretendemos es vivir cómodamente, tratando de no ver la realidad que nos rodea y por tanto ignorando las necesidades del prójimo.

Pero, que estamos haciendo con nuestra vida?

El Eterno nos mandó a vivir para servir, con Amor y Misericordia, precisamente para tener un Propósito para seguir hasta el último aliento.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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SUICIDIOS

Blog del TIEMPO

Por asombroso que resulte, existe un día en el que se concentra toda la atención en el suicidio y más que eso sobre su prevención.

Y es bueno que así sea porque según el último informe sobre esta grave cuestión, emitido por la Organización Mundial de la Salud, proporciona datos  que deben ser un alerta para todos quienes nos preocupamos por el prójimo.

Se estima que alrededor de 800 mil personas se quitan la vida anualmente en el mundo y si esta cifra resulta impactante más lo es, la información relacionada con las edades de quienes toman una decisión irreversible.

Los investigadores afirman que el suicidio es una de las principales causas de las defunciones entre las personas que tienen entre 15 y 29 años. Esto revela que la edad de quienes se quitan la vida sigue descendiendo cada vez más.

La Organización Mundial de la Salud, explica que el suicidio es una solución para quienes viven en una sociedad que cada vez se torna más individualista, razón por la que se está perdiendo la cohesión social, que evidentemente alude a la solidaridad entre las personas.

Tenemos un problema y tenemos también una solución. El problema es el suicidio y la solución es preocuparnos por el prójimo y llevarlo hacia Jesús.

Diego Acosta

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HACIA DONDE…?

DEVOCIONAL

Alguien sabe hacia dónde vamos…?

Tratando de ser coherente, intentaba valorar todo lo que ocurre y como nos afecta. Y la primera conclusión es que efectivamente no sabemos hacia donde nos dirigimos…pero lo hacemos marchando con gran rapidez.

Es contradictorio porque obramos a una velocidad de vértigo, pero sin saber hacia dónde…!

Este movimiento nos impide razonar, pensar, acerca de lo que estamos haciendo y si no sabemos en qué dirección debemos ir, menos sabremos discernir entre lo que es importante y lo que es urgente.

Así es como vivimos en estos tiempos, que tienen mucho en común con lo que enseñó Jesús, a propósito de los tiempos del fin, cuando dejó claro que estaríamos desorientados y que la maldad prevalecería y el amor se enfriaría.

El vértigo es como la molicie, peligroso porque hacemos mucho y peligrosa porque hacemos poco. Lo importante es encontrar el equilibrio y eso solo se logra, despojándonos de la ansiedad del mundo y dirigiendo nuestra mirada hacia el Hijo del Hombre.

Proverbios 8:33
Atended el consejo, y sed sabios,
y no lo menospreciéis.

Provérbios 8:33
Ouvi a correção,
não a rejeiteis e sede sábios.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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CONTRA-TIEMPO

DEVOCIONAL

La palabra contra-tiempo es muy utilizada por quienes tienen la tendencia de perder el ánimo, a la primera dificultad más o menos seria que se les presenta, para cumplir con sus obligaciones.

Es notable como somos incapaces de afrontar los  problemas, por pequeños que sean, cuando se trata asumir con lo que se nos demanda.

En cambio somos muy dados a la euforia, cuando todo se desarrolla según la pequeña dimensión de nuestros proyectos y cuando nos creemos seres superiores por tan poca cosa.

Estas dos maneras de obrar, me llevan a pensar obligatoriamente en Jesús y en todas las dificultades que debió afrontar en su Ministerio terrenal, cuando los hombres lo acosaron y lo llevaron hacia el cumplimiento del Plan de Dios.

El Hijo del Hombre, afrontó la decisión de entregar su propia vida por el pecado de quienes incluso, hasta le negaron la existencia, sin caer en el desánimo como vergonzosamente hago ante el menor inconveniente.

Proverbios 14:14
De sus caminos
será hastiado el necio de corazón;

Pero el hombre de bien
estará contento del suyo.

Provérbios 14:14
Dos seus caminhos
se fartará o infiel de coração,
mas o homem bom
se fartará de si mesmo.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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