EL AMOR…!

DEVOCIONAL

Jesús estableció el Mandamiento del Amor para con el prójimo y también para con el enemigo. Es una forma superior del Amor, que trasciende a todo entendimiento y razón.

Puedo comparar ese Amor con el amor del mundo?

Puedo, pero hasta resulta casi innecesario, por diferentes y por ser manifiestamente opuestos. Uno es la expresión de lo Sublime y el otro la manifestación de lo vulgar y lo carnal.

Lo grave, es que muchas personas pueden entender que la propuesta frívola y mundana es la correcta, pensando en lo que se puede ver todos los días, a cualquier hora y en cualquier lugar.

Pensando en esto, hago Memoria de uno de los más extraordinarios escritos inspirados, que es el Cantar de los Cantares, donde el Amor se manifiesta entre un hombre y una mujer como nadie lo ha hecho luego.

Es bueno que no confunda  la grosería carnal  con el Amor de Dios, porque uno está fundamentado en las más bajas pasiones de los seres humanos y el otro, lo exalta para generar la Vida.

Cantares 2:10
ESMi amado habló, y me dijo:
Levántate, oh amiga mía, hermosa mía,
y ven.

PT O meu amado fala e me diz:
Levanta-te, amiga minha, formosa minha,
e vem.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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LA BIBLIA – 1 Juan 2:1-14

Juan advierte acerca de la imperiosa necesidad de permanecer fieles a las enseñanzas de Jesús, ante la obra de maldad de los falsos profetas.

2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 
2:2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. 
2:3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. 
2:4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; 
2:5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 
2:6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
2:7 Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído desde el principio. 
2:8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. 
2:9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. 
2:10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. 
2:11 Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
2:12 Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. 
2:13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. 
2:14 Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. 

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CONOCIMIENTO…!

En una oportunidad me preguntaron: Cómo se hace para conocer a Dios?

Fue un requerimiento directo, sin ninguna clase de preámbulo, que me obligó a razonar primero y a orar después para pedir ayuda al Espíritu.

Como siempre la respuesta proviene de la Palabra de Dios, a través de la Sabiduría que el Espíritu pone en nuestro corazón y en nuestra boca.

Como se hace para conocer a Dios?

Tal vez sea más sencillo de explicar que de concretar en hechos. De explicar es simple: Defender a los pobres y los oprimidos.

Hacerlo es tremendamente complicado, porque en esa acción siempre prevalecen nuestros intereses personales y nos olvidamos de aquello que tenemos la obligación de materializar.

Recuerdo sobre este punto, que la primera vez que tuve que salir en defensa de alguien que ostensiblemente no estaba en condiciones de intentarlo siquiera, dudé mucho, demasiado.

Mi mente argumentaba: Por qué te vas a involucrar en una situación que no has provocado y que tampoco te afecta directamente?

Y es precisamente en esa duda donde el enemigo puede ganar la batalla. Esa es la duda que finalmente puede apartarnos de hacer el bien, por defender nuestra causa personal y no la de quién necesita por debilidad, que alguien lo defienda.

Cambiar nuestro deber por nuestros intereses, conspira contra el Mandamiento del Soberano. ÉL es el que cuida nuestros intereses y nosotros debemos cuidar al necesitado, al desprotegido.

Si verdaderamente amamos al prójimo, entonces podremos ver como el Amor de Dios se derrama sobre nuestra vida. Que es una de las mejores formas de conocerlo!

Jeremías 22:16

El juzgó la causa del afligido y del menesteroso, y entonces estuvo bien. ¿No es esto conocerme a mí? dice Jehová.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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