UN INOLVIDABLE LEGADO

DEVOCIONAL

La frase que muchos creyentes utilizamos con frecuencia de que…ha partido con el Señor, la debo repetir con pena por una ausencia, pero con la seguridad de que es muy cierta.

Hemos perdido a una querida anciana que ha dejado el legado más valioso que se puede ofrecer: El de su sonrisa a pesar de los pesares y el de sus oraciones, impresionantes por la fe que traslucían.

Su serena expresión, aún cuando sufría un gran dolor físico, nos dejó la enseñanza de que la entereza no proviene de nuestro temperamento, sino que es parte del consuelo del Dios Soberano.

Frente a su humildad, nos produce profunda tristeza tanto ególatra vanidoso, que no solo busca el reconocimiento tras su muerte, sino que lo busca en vida.

La querida hermana que perdimos, es un maravilloso ejemplo, porque su vida fue un testimonio de fe y generosidad, que fue inspirada por la Palabra de Dios.

Mateo 11:29
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí,
que soy manso y humilde de corazón;
y hallaréis descanso para vuestras almas;

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

BUENOS CONSEJOS

DEVOCIONAL

En el día que mi padre hubiera cumplido más de ciento diez años, evoqué momentos de su vida, algunos desdibujados por el paso del tiempo.

En esos recuerdos no hubo ni tristeza ni añoranza, solamente en pensar en sus gestos y sobre todo en algunas de sus enseñanzas en forma de consejo.

Él no fue un hombre ejemplar ni tampoco virtuoso, pero tenía una sencilla manera de explicar algunos conceptos que guiaron mi vida de adolescente primero y de adulto después.

No fueron muchas las cosas de las que me acordé en su aniversario, pero sí aquellas qué fueron perdurables a través de los años y que siguen teniendo vigencia.

Razones porque también se las transmití a mis hijos, aludiendo siempre a su abuelo y poniendo de manifiesto la importancia que habían tenido para mí.

Es notable el legado de los buenos consejos…No tienen valor dinerario, pero sí tienen la importancia de la gran enseñanza de respetar siempre al Prójimo.

Levítico 19:17
No aborrecerás a tu hermano en tu corazón;
razonarás con tu prójimo,
para que no participes de su pecado.

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

LA HERENCIA

DEVOCIONAL

Son muchos los testimonios de familias rotas por la cuestión del legado a recibir, tras la muerte del padre o de la madre o de ambos.

La ambición y podríamos decir que la avaricia domina el corazón de los seres humanos, olvidando cualquier modo de gratitud hacia quienes les dejaron bienes. E incluso criticándolos por la forma en que administraron la riqueza.

Así es como somos y así es también como la Sabiduría de lo Alto, nos revela una y otra vez que el dinero ha sido y seguirá siendo el mayor problema que tenemos los hombres en nuestra vida terrenal.

De allí la importancia que tienen otros ejemplos, de personas que vivieron humildemente siempre, pero tuvieron y agradecieron el legado maravilloso de la fe que recibieron de sus mayores.

El más grande y preciado bien, que podamos tener en nuestra existencia, porque nos ha alejado del mal y nos ha acercado a Jesús y a la promesa de Vida Eterna.

3 Juan 1:4
No tengo yo mayor gozo que este,
el oír que mis hijos andan en la verdad.

Diego Acosta / Neide Ferreira