LLANTO Y CONSUELO
LA CONSOLACIÓN
El Mesías continúa con el Sermón y sigue ampliando el concepto de las Bienaventuranzas.
MATEO 5:4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Jesús centra su mensaje en una cuestión estrictamente personal, al aludir a los que lloran. Que no son otros que los lamentan su vida de pecado, provocando la tristeza piadosa que lleva al arrepentimiento genuino que finalmente lleva a la Salvación.
Son ellos los que recibirán consolación que no es otra cosa que el Perdón de los pecados y el cumplimiento de la promesa de la Salvación.
En el Antiguo Testamento podemos encontrar esta cuestión del dolor y de la consolación que solo pueden venir de lo Alto.
Recordamos:
Salmo 126:5-6 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;
Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
Isaías 61:2-3 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados, a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.
La enorme riqueza espiritual del primer discurso del Príncipe de Paz, tiene especial relevancia en las otras bienaventuranzas.
Diego Acosta