MANSO Y HUMILDE

DEVOCIONAL

Hace casi dos mil años los hombres de su tiempo no comprendieron el alto significado de la mansedumbre y humildad de Jesús. Así como ocurre en nuestro tiempo.

Seguramente antes y ahora se valoró y valora mucho más la ostentación, que la prédica que establece normas que son muy difíciles de asumir para la vanidad humana.

Quién desea ser manso?

Quién se propone ser humilde?

Tristemente serán muy pocos los hombres que lo acepten, porque se los confundiría con debilidad, con la incapacidad para luchar y también de no ser triunfadores en el mundo consagrado al éxito.

El Mensaje de Jesús está vigente, pero muy pocos reconocen que su llamado al Mandamiento del Amor, ha cambiado el mundo más que ninguna doctrina o armada poderosa.

Ese es el Poder del Amor! El que busca Salvar y no derrotar al Prójimo.

Mateo 11:29
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.

Diego Acosta / Neide Ferreira