Oremos para no dejarnos engañar! Oremos para estar atentos a la advertencia de Jesús! Oremos para no escuchar a los falsos profetas! Oremos para no aceptar las propuestas del mundo! Oremos para estar firmes en los Mandatos del Eterno! Oremos para no tener dudas frente a la mentira!
La impresionante imagen de una niña de siete años muerta en un campo de refugiados de Yemen, puede que nos haga encoger el corazón.
Y está bien que sea así. Pero no basta!
La historia de Amal Hussain, quizás por repetida, se convierte en más dolorosa. La niña fue atendida de su extremo estado de vómitos y diarrea, pero no pudo ser trasladada a un hospital que se encuentra a 24 kilómetros del campo de refugiados.
La guerra en Yemen, ha provocado que más de 1 millón ocho cientos mil niños, se encuentren en un grado agudo de desnutrición.
Mientras el drama humano parece no tener fin, en el mundo de la diplomacia se asegura que se estudia un alto el fuego en la guerra, que entraría en vigor dentro de 30 días.
La niña muerta se llamaba Amal, que significa: Esperanza!
Oremos para que Dios tenga Misericordia para quienes viven en situaciones extremas y para que conceda Sabiduría a los gobernantes y que pongan fin a la guerra.
Y para que el final de Esperanza, no haya sido en vano!