Nos pasamos gran parte de nuestra vida pidiendo
ignorando que Dios sabe lo que necesitamos,
lo que verdaderamente nos hace falta.
Seamos sabios y dejemos de pedir por nuestras vanas necesidades
y pidamos por el Prójimo.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN SÉPTIMOMILENIO
Algunas personas han convertido el pedir en un auténtico arte, si es que puede recibir ese nombre, la acción de tener la mano siempre extendida para reclamar.
Y muchos también se pasan la vida pidiendo, como si fuera algo natural exigir, como si pedir fuera un derecho adquirido solamente por existir.
Es curioso que poco que pensamos en estas situaciones que son más importantes de lo que nos podamos imaginar, porque representan una forma de vivir egoísta y hasta simplista.
Nos podemos imaginar que haya quienes disfruten de esta forma de arte…pero lo que no saben es que persistiendo en estas actitudes se privan de la maravillosa alegría de dar.
Si pedir es como un arte, el dar es una virtud, porque habla de un corazón agradecido por todo lo recibido en la vida, abriendo las manos no pare exigir sino para dar a otros, no lo que nos sobra sino aquello que hasta podamos necesitar.
Esa es la alegría de dar y no la mezquindad de pedir.
Los hombres olvidamos muy fácilmente el privilegio que tenemos de clamar a Dios en la necesidad, en la angustia, en la desesperanza. Seamos agradecidos y brindemos al Prójimo el mismo Amor que recibimos. Diego Acosta – MENSAJE
El perdón es una de las expresiones mayores del Amor, razón por la que nos es tan difícil perdonar como pedir perdón. Más difícil todavía es pedir perdón
a quienes nos causaron daño, por los pensamientos que tuvimos hacia ellos. Diego Acosta – MENSAJE