MANSO Y HUMILDE

DEVOCIONAL

Hace casi dos mil años los hombres de su tiempo no comprendieron el alto significado de la mansedumbre y humildad de Jesús. Así como ocurre en nuestro tiempo.

Seguramente antes y ahora se valoró y valora mucho más la ostentación, que la prédica que establece normas que son muy difíciles de asumir para la vanidad humana.

Quién desea ser manso?

Quién se propone ser humilde?

Tristemente serán muy pocos los hombres que lo acepten, porque se los confundiría con debilidad, con la incapacidad para luchar y también de no ser triunfadores en el mundo consagrado al éxito.

El Mensaje de Jesús está vigente, pero muy pocos reconocen que su llamado al Mandamiento del Amor, ha cambiado el mundo más que ninguna doctrina o armada poderosa.

Ese es el Poder del Amor! El que busca Salvar y no derrotar al Prójimo.

Mateo 11:29
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.

Diego Acosta / Neide Ferreira

NO A LA CORRUPCIÓN

Blog del…TIEMPO!

Los ciudadanos de Rumanía han brindado al mundo una actitud ejemplar frente a la corrupción y a los intentos por despenalizarla.

Miles de personas repudiaron la decisión del gobierno por el que se despenalizaban los casos de corrupción, si hubieran causado daño al Estado por un valor menor a los 44 mil euros.

Los ministerios del Interior y Justicia debieron retirar el decreto de urgencia, que establecía esta norma, por la que serían despenalizados miles de personas y en los casos futuros, podría ocurrir otro tanto.

Los rumanos provocaron la mayor reacción en las calles desde la caída del comunismo en el año 1989. Además del decreto de urgencia, también se despenalizaban a 2.700 presos por delitos menores, siempre vinculados con la corrupción.

Las manifestaciones contra la corrupción fueron respaldadas por el presidente de Rumanía, Klaus Iohannis.

Humildemente, respaldamos a los rumanos, por esta histórica y ejemplar demostración de poder frente a la corrupción.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com

JESÚS Y EL RECHAZO

CONGREGACIÓN

SÉPTIMO MILENIO

En estos tiempos se ha actualizado una vieja situación, confirmando lo que dijo el sabio Eclesiastés, que no hay nada nuevo bajo el sol.

Creemos que muchos puedan confundirse  pensando que el rechazo social sí es un hecho nuevo.

Sin embargo cuando tratemos la cuestión desde la perspectiva de su versión en inglés, nos podría indicar que estamos enfrentando un nuevo problema.

Dejando de lado estas cuestiones plenas de formalidad y también de una cierta dosis de frivolidad, lo importa es examinar el problema que afecta a tantas personas.

El rechazo tiene su forma más perversa si pensamos que cuando alguien es afectado por este comportamiento, lo que está recibiendo es desproporcionado.

Y lo más grave: Desproporcionado y doloroso, porque muestra uno de los aspectos más alevosos de la sociedad, cuando varios se agrupan en la agresión del rechazo hacia alguien.

Ese agrupamiento, esa forma de obrar en conjunto es revelador de la pobreza y del miedo de quienes obran de esta manera.

Pobreza porque se aúnan para agredir y miedo por el afán de evitar que las malas acciones de vuelvan contra ellos mismos.

Quién rechaza está mostrando uno de los aspectos más primarios de la condición humana, porque está alimentado de bajezas y de temores no declarados.

Pensemos: Cuantas personas han visto destrozadas sus vidas por estas actitudes?

Cuantas personas fueron llevadas a decisiones tremendas a causa del rechazo?

Todas estas manifestaciones de la humana condición, también revelan como la sociedad cuanto más se aleja de Dios más profundiza en el ejercicio de la maldad.

Un hombre sin principios, obra sin principios!

Un hombre con miedo es también un hombre sin principios, porque justificará todos los medios para defenderse.

Por esto es necesario recordar las enseñanzas de Jesús sobre los débiles, sobre los desechados, sobre los indefensos!

También tenemos que pensar en el Hijo del Hombre, cuando tenemos delante de nosotros a los agresores, a los hacedores de maldad.

Oremos por ellos, aunque en algún momento sean o creamos que son nuestros enemigos!

Solamente con Jesús seremos hombres y mujeres libres de la maldad e incapaces de practicarla.

Diego Acosta

www.septimomilenio.com