EL MEJOR REGALO

DEVOCIONAL

No recuerdo el nombre de quién me contaba que cuando comenzó a frecuentar una congregación, lo primero que le hicieron fue regalarle una Biblia.

Esta persona decía que al principio no sabía ni por dónde empezar, pero que un hermano con mucha paciencia le fue mostrando las maravillas que tiene la Palaba de Dios.

Y esta señora decía que poco a poco se fue adentrando en la riqueza infinita del Texto y empezó a darse cuenta, todo lo vana que había sido su vida pasada.

Comenzó a apreciar los errores que había cometido y cuánta necesidad tenía de que sus pecados les fueran perdonados por el Hijo del Hombre.

Esa proximidad con Jesús le fue abriendo la mente para vislumbrar la infinita Majestad del Padre y también la Gracia inmerecida que había tenido en su vida de conocer a su Salvador.

Y todo comenzó por aquel regalo de una Biblia, que alguien puso en sus manos.

Deuteronomio 9:10
y me dio Jehová las dos tablas de piedra
escritas con el dedo de Dios;
y en ellas estaba escrito según todas las palabras
que os habló Jehová en el monte,
de en medio del fuego, el día de la asamblea.

Diego Acosta / Neide Ferreira

Los libros que leemos

DEVOCIONAL

En mi caso la cuestión de leer es una larga experiencia que se remonta a cuando apenas comenzaba la adolescencia. Y como soy un lector podría decir que compulsivo, es casi imposible saber cuántos títulos han pasado por mis manos.

Y también por mi mente y como es natural por mi corazón, dejando distintos recuerdos, enseñanzas y también muchas dudas. Pero en el fondo, hay en la lectura una forma de búsqueda constante.

Después de aceptar a Jesús como mi Salvador, la perspectiva de la lectura cambió rotundamente, centrándome prácticamente solo en la Biblia.

Pero hay algo que mantuve, como una costumbre casi insuperable: Mi afán por la lectura de algún tipo de obra, que tiene que ver con lo mundano y con la historia.

Muchas veces me he planteado si esta actitud estaba bien o estaba mal. Y la respuesta que siempre he tenido, es que ninguno, me podrá influir jamás, más que la Palabra de Dios. No sé si es una respuesta de conveniencia, pero sí la certeza sobre la Biblia.

Lucas 4:16
ES –
Vino a Nazaret, donde se había criado;
y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre,
y se levantó a leer.

PT – E, chegando a Nazaré, onde fora criado,
entrou num dia de sábado, segundo o seu costume,
na sinagoga e levantou-se para ler.

 Diego Acosta / Neide Ferreira

TEMIDO JOB…!

CONSIGNA: SER PRUDENTES Y ESCUDRIÑAR

<< DEVOCIONAL

Ha pasado más de un cuarto de siglo desde el momento en que acepté al Señor como mi Salvador y me sigue sorprendiendo la actitud que tienen muchos creyentes sobre Job.

Este Libro muestra como la lucha de Dios contra Satanás, siempre se resolverá a favor del Creador, aunque permita las circunstancias tan tremendas que le tocó vivir al protagonista.

Debemos por tanto, reflexionar acerca de que en el mundo espiritual se viven situaciones que no conocemos, pero que nos pueden afectar, poniendo a prueba la intensidad de nuestra fe.

Precisamente, este puede ser el punto por el que tantos creyentes no quieren saber mucho de Job, porque en el fondo todos tememos que nos ocurra  lo que a él.

Sin embargo, debo pensar que en la Soberanía del Eterno, está comprendida mi propia existencia, por lo que todo lo que me ocurra finalmente será para mi bien. Porque solo ÉL puede transformar lo malo en bueno.

Job 1:12
Dijo Jehová a Satanás:
He aquí, todo lo que tiene está en tu mano;
solamente no pongas tu mano sobre él.
Y salió Satanás de delante de Jehová.

1:12
E disse o Senhor a Satanás:
Eis que tudo quanto tem está na tua mão;
somente contra ele não estendas a tua mão.
E Satanás saiu da presença do Senhor
.

 Diego Acosta / Neide Ferreira

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LIGEREZA

DEVOCIONAL

Mi relación con Dios, puede asemejarse en la práctica, con lo que me ocurría con los viajes.

En un tiempo, eran lentos y podía apreciar todo lo que estaba a mi alrededor. En los actuales, son muy rápidos y alcanzo a distinguir muy poco lo que está ante mí.

Esta manera de obrar bien la puedo llamar ligereza, porque se trata de hacer todo rápido, pero sin tener muchas razones.

Lo cierto, es que cuando hago algún viaje con menos prisa, disfruto y también puedo pensar y valorar sobre lo que veo.

Con el Eterno me sucede lo mismo. Obro con ligereza y me pierdo todo aquello de profundo que tiene el conocimiento sobre su Grandeza.

Esta sencilla reflexión me ha cambiado la forma de obrar. He decidido abandonar la ligereza y acercarme a los tiempos en que viajaba con lentitud admirando todo.

Solamente así podré postrarme ante la Majestad infinita del Altísimo.

Judas 1:25

ES – Al único y sabio Dios, nuestro Salvador,
sea gloria y majestad,
imperio y potencia,
ahora y por todos los siglos. Amén.

PT – Ao único Deus, Salvador nosso, por Jesus Cristo,
nosso Senhor,
seja glória e majestade, domínio e poder,
antes de todos os séculos,
agora e para todo o sempre. Amém!

Diego Acosta / Neide Ferreira

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