Podemos ver un paisaje maravilloso un día y admirarlo diferente al otro día o al mes siguiente, siendo el mismo renovado y asombroso. Así es la Obra infinita del Señor tan grandiosa como llena de matices. LA CREACIÓN
Siempre hablamos de las flores
como de un presente del Señor porque su existencia se justifica por el hecho de darnos un momento de alegría cuando las admiramos. Demos gracias al Señor, también por esto. LA CREACIÓN
Recuerdo que en mis primeros tiempos de convertido, ocurrió un episodio que me impresionó grandemente, por lo inesperado.
Le comenté a un predicador que a mi juicio me había parecido muy bueno su mensaje y ante mí sorpresa, me contestó: Nunca más me vuelvas a decir eso.
No tuve posibilidad de seguir hablando con él, pero consulté con una de las maestras de la Biblia, que me explicó que el predicador no quería esas palabras, porque despertaban la vanidad en el corazón y porque revelaban también soberbia en el mío.
Me quedó muy claro el peligro de la adulación, que nunca fue mi intención, pero la había consumado y me preocupó porque era un hermano por el que tenía gran respeto.
Este fue un severo llamado de atención para mí caminar junto al Señor, para no cometer errores evitables, pensando antes de hablar o mejor todavía, ejercitando el don de la prudencia.
Salmo 12:3
ES – Jehová destruirá todos los labios lisonjeros,
y la lengua que habla jactanciosamente;
PT – O Senhor cortará todos os lábios lisonjeiros
e a língua que fala soberbamente.
A veces mirando una flor se nos puede cambiar el ánimo, de lo tormentoso pasamos al sosiego y de la tristeza al consuelo. Estos son algunos de los Propósitos del Señor al dejarnos pequeños presentes llenos de color. LA CREACIÓN
Oremos para no abandonar ante la adversidad! Oremos para no renunciar a nuestros principios! Oremos para pedir fortaleza al Altísimo! Oremos para no declinar nuestros Propósitos! Oremos para cumplir con nuestros compromisos! Oremos para ser fieles al Señor!
El asombroso espacio exterior
nos confronta con nuestra pequeñez, nos coloca en la verdadera dimensión que tenemos que solo se justifica
porque somos las joyas de todo lo Creado. Aprendamos esta lección que nos concede el Señor para vivir con humildad. LA CREACIÓN
Todas las veces que nos maravillamos ante la belleza
de una flor deberíamos pensar en lo breve de su existencia y que su única misión es alegrarnos unos momentos. Nuestra vida que también es breve solo fructifica cuando servimos al Señor! LA CREACIÓN
Soy incapaz de precisar cuántos años hace que un día, caminando por la avenida de una ciudad donde vivía, pude ver de lejos, como un hombre que evidentemente era el hijo, pasaba su brazo por encima de los hombros de su padre.
En ese momento pasó por mi corazón un sentimiento que bien podría haber sido de envidia. Sencillamente me pareció hermoso el gesto, que yo no podía hacer pues a mi padre lo había perdido hacía un tiempo.
Recuerdo que casi instantáneamente, vino a mi corazón una voz que me decía: Yo soy tu padre!
Y aquel momento de tristeza, de melancolía, de envidia tal vez, se transformó en una alegría intensa, profunda, podría decir que sobrenatural.
Porque en realidad siempre fue así. Aunque pude disfrutar de la presencia física de mi padre, siempre tuve la certeza que había alguien que me cuidaba como nadie.
Al recordar a mi padre, lejano ya en el tiempo, puedo percibir cercano como nunca a mi Padre Eterno!
El profeta Isaías recibe de Jehová el mandato de que lleve Buenas Nuevas a Sion que es Jerusalén, la Ciudad Santa. El Mensaje significa la proclamación del año de Buena Voluntad del Señor. EN ESTE DÍA
En el Libro de los Hechos de los Apóstoles
quedó narrado el momento en que el Señor fue alzado a los cielos para sentarse a la diestra del Dios Padre. Y como dos varones con vestiduras blancas anunciaron
que el mismo Jesús que subió a los cielos, así vendrá. EN ESTE DÍA