Apenas veinte años después de terminada
la Primera Guerra, los hombres se lanzaban a un nuevo exterminio masivo, provocado por cuestiones que superan
lo meramente militar o político. Vidas, bienes, fronteras, historias fueron destruidas y también se perpetró el Holocausto.
Para reflexionar! Diego Acosta – Blog del TIEMPO
La población en cuyo entorno se verificaron
importantes episodios relacionados con el Ministerio Terrenal de Jesús, habría sido hallada en la región del Golan interior. Las dudas surgen por la distancia hasta el Mar de Galilea que se justificaría por su decrecimiento por la falta de agua. Diego Acosta – ARQUEOLOGÍA BÍBLICA
Alrededor de 30 mil personas expresaron en Berlín
su disconformidad con las medidas que limitan algunas actividades a causa de la peste virósica. Además intentaron ocupar el Parlamento, el Reichstag, la máxima representación de la democracia del país, olvidando los derechos del Prójimo Diego Acosta – ANTIVIRUS
Hay pocas historias de las que tengo un recuerdo más cariñoso, que la del evangelista que era analfabeto. Cuando la escuché por primera vez me asombró.
Las siguientes veces que la repetí, me resultaron consoladoras porque comprendí la Grandiosa Obra que Dios puede hacer en la vida de las personas.
El evangelista era un hombre que vivía en la más extrema pobreza, pero cada día encontraba la forma de transitar difíciles caminos para llegar a algún humilde poblado, donde predicar el Evangelio.
Así como yo me sorprendí, porque era analfabeto, también las personas que lo escuchaban se asombraban y muchas no entendían como era posible que sin saber leer y escribir, pudiera hablar con tanta elocuencia de la Palabra de Dios.
La respuesta era tan sencilla, como él mismo la explicaba: No pude estudiar, pero sí escuchaba primero a mi abuelo y después a mi padre, que me hablaban de Jesús. Y así aprendí, de oír…!
Romanos 10:17
ES – Así que la fe es por el oír,
y el oír, por la palabra de Dios.
PT – De sorte que a fé é pelo ouvir,
e o ouvir pela palavra de Deus.
Habrá quienes cuestionen que sean infinitos
los seres Creados, pero estamos en disposición de negarlo? No solo no los podemos cuantificar, sino que además tenemos la posibilidad
de disfrutarlos visualmente. LA CREACIÓN
Nos aproximamos al Fin de los Tiempos
de los que habló Jesús, en el doble sentido de lo que se nos reveló en Apocalipsis y en el tiempo personal del fin de la existencia. Es tiempo de Velar! Es un Mandato perentorio de Jesús! Diego Acosta – MENSAJE DOMINICAL
Oremos por los que se resisten a la autoridad de Dios! Oremos por los que reniegan del Eterno! Oremos por los que no aceptan a Jesús! Oremos por los que niegan la Biblia! Oremos por los que se proclaman ateos! Oremos por los que conociendo la Verdad la repudian!
En la Epístola a los Hebreos se nos exhorta
a que recordemos la Salvación que recibimos, que fue testificada con señales, prodigios, diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo. EN ESTE DÍA
En mi caso la cuestión de leer es una larga experiencia que se remonta a cuando apenas comenzaba la adolescencia. Y como soy un lector podría decir que compulsivo, es casi imposible saber cuántos títulos han pasado por mis manos.
Y también por mi mente y como es natural por mi corazón, dejando distintos recuerdos, enseñanzas y también muchas dudas. Pero en el fondo, hay en la lectura una forma de búsqueda constante.
Después de aceptar a Jesús como mi Salvador, la perspectiva de la lectura cambió rotundamente, centrándome prácticamente solo en la Biblia.
Pero hay algo que mantuve, como una costumbre casi insuperable: Mi afán por la lectura de algún tipo de obra, que tiene que ver con lo mundano y con la historia.
Muchas veces me he planteado si esta actitud estaba bien o estaba mal. Y la respuesta que siempre he tenido, es que ninguno, me podrá influir jamás, más que la Palabra de Dios. No sé si es una respuesta de conveniencia, pero sí la certeza sobre la Biblia.
Lucas 4:16
ES – Vino a Nazaret, donde se había criado;
y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre,
y se levantó a leer.
PT – E, chegando a Nazaré, onde fora criado,
entrou num dia de sábado, segundo o seu costume,
na sinagoga e levantou-se para ler.