COLÓN ERA JUDÍO

 

ESCUDRIÑAR

Tres académicos españoles afirman que Cristóbal Colón era un judío secreto, ya que por la época en que emprendió sus viajes, estaba vigente la Inquisición en España, establecida el 1 de noviembre de 1478.

Las cartas personales del navegante, aportarían revelaciones a la tesis, pues estaban escritas en castellano ladino, la versión judía de la lengua española, análoga a la lengua yiddish del alemán.

En las epístolas se pueden ver pequeños monogramas, que fueron utilizados por los judíos religiosos, que dice b´ezrat Hashem, que se puede traducir como: con la ayuda de Dios.

De Colón fueron estudias varias cartas y la única que no llevaba el monograma de referencia, era la que estaba dirigida al Rey y a la Reina. A qué reyes? A Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, los llamados reyes católicos, cuya unión marcó el comienzo del Reino de España.

En el testamento del navegante se formulan cuestiones que se consideran reveladores. Entregar la décima parte de los ingresos para las dotes de las niñas pobres, que era una antigua costumbre judía. Otra disposición era entregar dinero a un judío en Lisboa, que vivía en la judería.

También instruyó a sus hijos para que utilizaran una especie de firma oculta de forma triangulas de puntos y letras, muy similares a las inscripciones de las lápidas de los cementerios judíos en España. La firma era una oración el kadish que estaba casi íntegramente escrita en arameo y una parte en hebreo.

Finalmente se asegura que Colón postergó su primer viaje, para que no coincidiera la fecha con el término del tiempo dado a los judíos para que se convirtieran o abandonaran el territorio del que sería Reino de España. Partió el 3 de Agosto de 1492, desde el Puerto de Palos de Moguer, en la Provincia de Huelva.

El interrogante está abierto: Colón era judío…

Diego Acosta

LA BIBLIA – Romanos 1:1-17

Pablo en su magistral enseñanza, nos revela que la Justicia de Dios se manifiesta por fe y por eso el justo por la fe vivirá.

1  Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios,

que él había prometido antes por sus profetas en las santas Escrituras,

acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne,

que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,

y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre;

entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo;

a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo.

Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones,

10 rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.

11 Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados;

12 esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.

13 Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles.

14 A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.

15 Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.

16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.

17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

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