JUDÍOS LIBERADOS EN BABILONIA

LA OTRA HISTORIA

El rey persa Ciro II, llamado el Grando o el Viejo o el Mayor, conquistó a los babilonios, extendiendo su reino a gran parte de la meseta de la actual Irán y también prácticamente a toda la Mesopotamia.

Su reino fue uno de los más grandes de su tiempo y se extendió por espacio de alrededor de 200 años.

La conquista de Ciro sobre los babilonios, supuso el fin del mandato del rey Nabonido o Nabonides, que casi 70 años antes había dominado al reino de Judá y a su capital Jerusalén.

De acuerdo a lo que la Biblia enseña, los judíos fueron llevados en régimen de esclavitud a lo que se dio en llamar el exilio babilónico.

Ciro II decidió permitir el regreso de los israelíes a su tierra, dando cumplimiento a la profecía de Isaías, 41:25, que significaría el fin de la esclavitud.

También Jeremías había profetisado sobre la liberación de los judíos por parte de Ciro, según consta en Jeremías 29:10.

Ciro II es la primera referencia que hace el sacerdote Esdras en su Libro. La Biblia se revela no solo anticipando acontecimientos, sino también confirmándolos desde la visión histórica de la vida de la humanidad.

Diego Acosta

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ORIGEN DEL TÉRMINO JUDÍO / 2

LA OTRA HISTORIA

Los Babilonios invadieron el Reino de Judá en el año 586 a.C. y las élites israelíes y gran parte de sus pobladores, fueron llevados al exilio.

La invasión de Judá significó el final del reinado de Sedequías, cuyos hijos fueron degollados en su presencia y al propio rey le fueron arrancados sus ojos y fue llevado a Babilonia donde murió en la cárcel, Jeremías 52:4-11.

La destrucción de Jerusalén comprendió a todos los edificios grandes y la Casa de Jehová fue quemada, Jeremías 52:12-14. Los pobres fueron dejados para que fueran viñadores y labradores.

48 años más tarde, en el 538 a.C  el rey Ciro llamado el Grande decretó que los exiliados israelitas podían regresar a su tierra, que formó parte del imperio babilónico con el nombre de Yahud.

Este nombre fue conservado por Jerusalén y sus alrededores en los 700 años siguientes de su historia. Cuando la revuelta de Bar Kochba fue derrotada, los romanos expulsaron a los judíos y le cambiaron el nombre a la región, llamándola Siria-Palestina.

Aunque dejó de llamarse judea, los miembros de su pueblo eran conocidos como iuaeu, palabra latina que proviene de la griega ioudaios, que procedía del arameo yehudai, que a su vez tenía origen en el nombre yehudi, proveniente del hebreo.

Queda por determinar cómo se relacionan estas palabras con la inglesa judío. Parte III.

Diego acosta

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EL ORIGEN DEL TÉRMINO JUDÍO / I

LA OTRA

HISTORIA

La palabra que define al Pueblo de Dios, inequívocamente proviene de Judá, que era el antiguo reino que tenía por capital Jerusalén.

El patriarca de la tribu que derivó con su nombre, nació en Padan-aram, Génesis 29:35. La bendición que le otorgó Jacob en su lecho de muerte fue un anticipo de la trascendencia que tendría su familia.

Judá fue el jefe de su pueblo hasta el tiempo de Cristo, Génesis 49:8-12. Fue el antecesor de Isaí padre de David y de su descendencia nació Jesús para el cumplimiento de las profecías.

La mención más antigua del Reino de Judá es una tablilla encontrada en Nimrod, la capital del imperio Asirio. En ella probablemente datada en 737 a.C. se describen las hazañas del reino Tiglath- Pileser III, que entre otros venció a Joacaz de la tierra de Judá.

El reino original israelita recibió el nombre de Judá. Durante el dominio de los persas se convirtió en una provincia de ese imperio, llamada Yehud.

El nombre Judá, ha sido sometido a múltiples análisis y ha originado también grandes controversias. Una de las tesis más aceptadas destaca que el nombre proviene de dos palabras:Yehu, el nombre divino y Udah, que significa dar gracias. Esto en síntesis llevaría a la conclusión de que Judá significa: Gracias a Dios. O con más precisión: A Dios, por Yehu y gracias por Udah.

Para la secuencia del razonamiento, es importante recordar lo que ocurrió con el Reino de Judá. Parte II.

Diego Acosta

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JERUSALÉN DECLARADA CAPITAL DE ISRAEL

HACIENDO MEMORIA – DCCLX

23 de Enero de 1950

Dos años más tarde de la Declaración del Estado de Israel, el parlamento elegido democráticamente, votó una histórica ley.

Estableció que Jerusalén sería la Capital del Estado, aún cuando la parte este de la Ciudad Santa estuviera en poder los árabes.

Jerusalén había sido la capital del Reino de Israel y del Reino de Judá. Fue allí donde ejerció su autoridad el Rey David. A partir de la Guerra de 1967 volvió a ser única e indivisa.

Diego Acosta

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