PAGAR LAS DEUDAS

PAGAR ES OBLIGACIÓN

El Príncipe de Paz sigue enseñando en el llamado Sermón del Monte. Y culmina con lo que ocurrirá a quién vaya a la cárcel por no haberse puesto de acuerdo con su adversario.

MATEO 5.26 De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante. La cuestión de honrar las deudas contraídas es puesta de relieve por esta rotunda afirmación.

En aquellos tiempos quién iba a la cárcel tenía la posibilidad de trabajar siendo recluso, para de esta manera poder ganar el dinero necesario con el que cumplir los compromisos contraídos.cárcel

Esto explica las palabras de Jesús, en el sentido que nadie saldría de la cárcel, sin haber pagado hasta el último cuadrante. Es decir la totalidad de lo adeudado.

El Hijo del Hombre, utiliza el valor de la moneda con la que se pagaría la pena, que es el cuadrante. Ejemplificando con ella, por cuanto era moneda corriente en la provincia de Palestina, que estaba bajo el dominio del imperio romano.

Para ilustrar el escaso valor del cuadrante, se puede explicar que representaba alrededor de la cuarta parte de un asarion, que tenía una relación de 16 veces menos que un denario.

Para decirlo en otras palabras: Si un denario representaba la paga que recibían los jornaleros por un día de trabajo, el cuadrante era apenas una moneda, que probablemente servía para las cuentas de mercaderías o productos de escaso valor.

Jesús vino a decir, que nadie escapaba del pago de sus deudas, ni aún aquellas que podían ser consideradas irrelevantes por su cuantía.

Diego Acosta

EN SILENCIO

DEVOCIONAL

El bullicio en el que vivimos nos impide apreciar cuestiones importantes que ocurren a nuestro alrededor. Una de ellas es la Obra del Espíritu Santo.

ÉL siempre responde a nuestras inquietudes, aún aquellas que podemos considerar menores o sin importancia, pero que demuestran su interés en ayudarnos.

Su promesa de ser una Guía para nuestras decisiones se cumple inexorablemente. Sin embargo por qué no lo advertimos? Por qué incluso ignoramos que nos ha estado hablando?

Simplemente porque somos incapaces de buscar un poco de silencio en medio de tanto bullicio ensordecedor, de palabras vacías, de vanas reflexiones que nos desorientan.

No seamos partícipes de la vorágine del mundo ni de sus sonidos estridentes, llamativos, pero que nos aíslan de lo importante como es la Obra del Espíritu.

Si tuviera que dar testimonio de esta Verdad, lo haría para alentar a quienes están aturdidos y por lógica desorientados. Somos templos del Espíritu y por tanto, guardianes y custodios de sus enseñanzas.

Hechos 2:32-33 
A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Así que, exaltado por la diestra de Dios,
y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo,
ha derramado esto que vosotros veis y oís

Diego Acosta / Neide  Ferreira