congregación septimomilenio

LA DISCRECIÓN

DEVOCIONAL

Podríamos decir que en casi todas las congregaciones hay enemigos ocultos, que están siempre dispuestos a ocasionar daños, muchas veces irreparables.

Uno de esos enemigos ocultos, es la falta de discreción!

La falta del cumplimiento del legítimo secreto que se debe demandar a los líderes!

En el momento en que dejan de cumplirse estas rigurosas normas de conducta, comienzan los problemas que pueden llevar a que muchos hermanos abandonen la Iglesia primero y a Dios después.

Cumplir con este principio es fundamental para la buena salud espiritual de una congregación, principalmente porque genera un clima propicio para que se produzca la deseable relación pastor-creyentes.

Personalmente he podido comprobar cómo cuando estas normas se dejan de lado, los daños que se provocan a las personas pueden ser gravísimos.

Y esas consecuencias son también una cuestión por la cada uno deberá responder, el inevitable e insoslayable Día del Juicio.

Proverbios 2:10-12

Cuando la sabiduría entrare en tu corazón,
Y la ciencia fuere grata a tu alma,

 La discreción te guardará;
Te preservará la inteligencia,

 Para librarte del mal camino,
De los hombres que hablan perversidades.

Provérbios 2:10-12

Porquanto a sabedoria entrará no teu coração,

e o conhecimento será suave à tua alma.

O bom siso te guardará,

e a inteligência te conservará;

para te livrar do mau caminho

e do homem que diz coisas perversas.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

piedra septimomilenio

PERSISTIR

DEVOCIONAL

Mientras repasaba algunos hechos de mi vida, advertí  que contrariamente a lo que declaro, sigo insistiendo con algunos de mis argumentos.

Por qué lo hago?

Creo que por la sencilla razón de no admitir que estaba equivocado y también, para no dar la razón a quienes piensan distinto y acertadamente.

Cuánto me cueste admitir los errores, aunque se trate de pequeñas cosas, casi insignificantes, pero que están relacionadas con mi orgullo, con mi vanidad.

Incluso a veces, hasta podemos usar el pomposo argumento de que se trata de una cuestión de honor y por lo tanto no podemos reconocer que nuestros pensamientos no eran correctos.

Lo grave y lo triste, es que cuando una persona cae en esta especie de torbellino de palabras y actitudes, no advierte que en realidad todo está relacionado con Dios.

Y si persisto en el error personal, lo que estoy haciendo es practicar una forma de rebeldía, ya que me estoy comportando fuera de las normas que el Eterno ha establecido.

Ahora estoy convencido, que persistir en el error además de ser una necedad, es una forma penosa de apartarse del Altísimo.

Salmo 19:12

ES – ¿Quién podrá entender sus propios errores?

Líbrame de los que me son ocultos.

PT – Quem pode entender os próprios erros?

Expurga-me tu dos que me são ocultos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

eliseo septimomilenio

ESTÁ TODO BIEN

DEVOCIONAL

La mujer sunamita que había sido madre según el anuncio del profeta Eliseo, al morir su hijo tuvo una reacción impresionante y aleccionadora.

Cuando el acompañante de Eliseo le preguntó como estaba, ella sencillamente contestó: Está todo bien y buscó hablar con el profeta.

Creo que es evidente el dolor de la mujer por la pérdida de su único descendiente, pero a la vez revela su convencimiento de que todo está bajo el control de Dios.

Todo lo que es bueno para cada uno de nosotros y lo que no lo es. Así de terminante fue la postura de la sunamita y así debe ser la de todos quienes nos llamamos hijos de Dios.

Obrando de esta manera, dejaría de quejarme, dejaría de mirar lo que hace mi prójimo y buscaría cumplir con aquello que el Eterno ha puesto en mi mano.

Está todo bien…significa que acepto todas las decisiones del Señor. Todas!

Sin discusiones, con aflicciones tal vez pero sin rebeldía, entendiendo que los propósitos del Altísimo son de paz y no de mal, como se lo reveló al profeta Jeremías.

Está todo bien…porque es lo que Dios ha dispuesto!

Él obrará con Amor y Misericordia, como obró con la mujer sunamita, usando a Eliseo para resucitar su hijo!

2 Reyes 4:26

Te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla, y le digas:

¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a tu marido, y a tu hijo?

Y ella dijo: Bien.

1 Reis 4:26

Agora, pois, corre-lhe ao encontro e dize-lhe:

Vai bem contigo? Vai bem com teu marido? Vai bem com teu filho?

E ela disse: Vai bem.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

aprender septimomilenio

APRENDER Y APRENDER

DEVOCIONAL

En mis primeros tiempos de creyente, un maestro comentó que lo mejor que podíamos hacer quienes nos habíamos convertido en seguidores del Señor, era estudiar constantemente.

Confieso que me quedé bastante sorprendido pues no me esperaba este tipo de consejos, ya que en el fondo pensaba que se me diría algo más grandilocuente, más espectacular y no algo tan sencillo y esencial.

Como es de suponer finalmente entendí la profundidad de aquello que había escuchado y la necesidad que sigo teniendo de profundizar más y más en la Palabra de Dios.

Con el entusiasmo que tengo por las cosas del Eterno, cada día comprendo algo muy concreto: El estudio me sirve para saber… cuánto ignoro!

Y esto, aunque pueda parecer contradictorio es muy bueno, porque me ayuda a luchar contra la vanidad natural de todo ser humano.

Y también me ayuda a no declinar en el esfuerzo, porque el único propósito de saber cada día más, es para poder  dar por gracia, lo que me fue dado por Gracia!

Salmo 119:73

ES – Tus manos me hicieron y me formaron;

hazme entender,

y aprenderé tus mandamientos.

PT –  As tuas mãos me fizeram e me afeiçoaram;

dá-me inteligência

para que aprenda os teus mandamentos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

restaurar septimomilenio

RESTAURAR

Hay quienes atribuyen al tiempo, hechos que son inequívocamente obra del Creador.

Un caso, es el de las relaciones que se rompieron en un determinado momento y que luego, se restauran. El tiempo?  O Dios?

Tengo la convicción que en todo lo concerniente a la especie superior que somos, la Única Autoridad es el Eterno.

Por tanto, debo creer que en cada reencuentro, que en cada situación que permita que dos personas, vuelvan a tener trato cordial, existe indiscutiblemente el Poder del Altísimo  sobre sus vidas.

La creencia popular atribuye al paso del tiempo, el hecho en que situaciones de conflicto, de antagonismo, sean superadas.

Si fuera así y si solo dependiera del tiempo, como se explican que haya distanciamientos de años y años?

Creo que Dios y solo Dios puede lograr la restauración, en estos casos o en otros, en los que los motivos de las rupturas se consideren insuperables o definitivos.

Seamos fieles al Señor y estemos atentos a sus decisiones. Solamente así, advertiremos como ÉL prepara todo lo que es bueno para mí y para cada uno de nosotros.  

Salmo 77:14

ES – Tú eres el Dios que hace maravillas;

hiciste notorio en los pueblos tu poder.

PT – Tu és o Deus que fazes maravilhas;

tu fizeste notória a tua força entre os povos.

Diego Acosta

enseñar septimomilenio

DEMASIADO

Los padres tenemos la alta e inexcusable responsabilidad de enseñar a nuestros hijos!

Una misión que a veces resulta demasiado difícil, sobre todo cuando obramos con ligereza y con excesiva mano abierta.

En lugar de enseñar estamos siendo pródigos, con personas que no están preparadas para discernir la importancia de lo que reciben.

Ni el valor que tiene aquello que ponemos en sus manos!

Pensando en mi experiencia personal, recuerdo que cuando fui hijo, fui educado en la difícil visión de la adversidad.

Pero aprendí a valorar el esfuerzo de mis padres y también  el  mío, aprendiendo que nada es gratis y que hasta lo regalado, también tiene su precio.

Cuando fui padre enseñé que es bueno darlo todo, pero también que el costo de lo que daba era muy alto y exigía mucho de mi propia vida.

Hoy observo como muchos padres son demasiados pródigos, sin enseñar y sin demandar un mínimo de esfuerzo a sus hijos.

Creo que el resultado no será bueno, porque finalmente la vida con rigor pondrá a cada cual en su sitio y demandará todo aquello que no fuimos capaces de enseñar.

Deuteronomio 4:9

Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia,

para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto,

 ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida;

antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.

Deuteronômio 4:9

Tão somente guarda-te a ti mesmo e guarda bem a tua alma,

 que te não esqueças daquelas coisas que os teus olhos têm visto,

e se não apartem do teu coração todos os dias da tua vida,

e as farás saber a teus filhos e aos filhos de teus filhos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

preguntas septimomilenio

PREGUNTAS

Más de una vez he tenido que actuar con la máxima prudencia ante preguntas que no sabía responder.

Que quiere decir máxima prudencia?

Significa guardar mi ego, mi vanidad, mi orgullo y declarar que no tenía la respuesta y más precisamente, la certeza de saber la respuesta correcta.

He comprobado que esta actitud siempre es la mejor, porque de lo contrario podemos quedar en evidencia sobre nuestra falta absoluta de humildad, que es más grave que no saber.

Jesús enseñó acerca de cómo debemos obrar en toda situación, por difícil que sea, apelando siempre a la Verdad y solamente a la Verdad.

Si yo pretendiera engañar a alguien con una respuesta que desconozco, me estaría engañando y lo que sería doblemente grave, estaría engañando en el nombre del Eterno.

Aparentar ser sabios es una de las más torpes actitudes humanas!

No debo permitir que la soberbia gobierne mis palabras, porque entonces estaría cometiendo una especie de auto-destrucción, simplemente por no ser humilde como el Hijo del Hombre mandó.

Mateo 11:29

 Llevad mi yugo sobre vosotros,

y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;

y hallaréis descanso para vuestras almas.

Mateus 11:29

Tomai sobre vós o meu jugo,

e aprendei de mim, que sou manso e humilde de coração,

e encontrareis descanso para a vossa alma.

Diego Acosta / Neide Ferreira

CONTINUARÁ

Provoca mucha tristeza en mi ánimo, comprobar cómo hay personas que ante la menor dificultad dejan de esforzarse y cumplir con lo que deben.

Esto es fácilmente verificable en el mundo, pero también tristemente entre quienes nos llamamos hijos de Dios y por lo tanto es doblemente más grave.

Por qué abandonamos los propósitos que tenemos que cumplir?

Esta pregunta y su respuesta están en relación directa con nuestro crecimiento espiritual, que al verse sometido a la menor presión, no resiste la prueba.

Estoy verdaderamente preparado para la adversidad?

Puede que sorprenda este interrogante, pero resulta fundamental plantearlo porque es la mejor manera de probar que soy un hijo de Dios y que estoy en condiciones de afrontar todo lo que eso significa.

No voy a dejar de hacer lo que tengo la convicción que debo hacer, solo porque tengo una dificultad. Precisamente para eso y por eso, por mis humanas debilidades, cuento con la fortaleza y el apoyo de Dios y de su Hijo.

No estoy solo frente a la adversidad!

Sabiendo y creyendo en esto, seré fiel a lo que se me ha mandado y el Eterno no pondrá en otras manos, lo que le encomendó a las mías.

Mi parte del Plan del Altísimo, la cumpliré yo!

Proverbios 16:3

Encomienda a Jehová tus obras,
Y tus pensamientos serán afirmados.

Provérbios 16:3

Confia ao Senhor  as tuas obras,

e teus pensamentos serão estabelecidos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

indolencia septimomilenio

INDOLENCIA

Es evidente que la indolencia como forma de vida, no es buena, sino todo lo contrario porque lleva a desaprovechar todas las circunstancias favorables que se puedan presentar.

Es casi obvio, el riesgo de la indolencia!

Pero si llevamos esta forma de comportamiento con la vida espiritual, la cuestión es infinitamente más grave, porque no solo afecta nuestra vida presente, sino la vida eterna.

Esta reflexión es casi una constante en mi vida cotidiana, porque pienso que cosas hago y cuántas otras dejo de hacer, exclusivamente por mi falta de rigor.

No se trata de exaltar el hacer por el hacer mismo, sino de ser cumplidor de todo aquello que Dios ha puesto en mi mano para hacer.

Está claro que no me será demandado aquello que supere mis fuerzas o capacidades, sencillamente porque nunca me será pedido.

Pero si se me demandará todo aquello que estuvo en mi mano y por indolencia pura, dejé de hacer, comprometiendo así una parte de la Obra del Eterno.

Luchemos contra la indolencia, contra el conformismo, contra la desidia. El premio es demasiado grande como para no intentarlo!

Jeremías 48:10

Maldito el que hiciere indolentemente la obra de Jehová,

y maldito el que detuviere de la sangre su espada.

Jeremias 48:10

Maldito aquele que fizer a obra do Senhor fraudulentamente!

E maldito aquele que preserva a sua espada do sangue!

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

planifico septimomilenio

YO PLANIFICO…

He invertido muchas horas de mi vida reciente, elaborando  una cuidadosa planificación sobre mis actividades y compromisos futuros.

Lo cierto es que estaba bastante satisfecho con los resultados, porque creía que se ajustaban a algunos tiempos que consideraba ideales.

Y como siempre, yo propuse y Dios dispuso!

Así decía mi abuela: El hombre propone y el Eterno dispone!

A pesar de los años de haberlo escuchado, persevero en el afán de tratar de dominar los hechos y los tiempos, olvidando que el Altísimo es quién tiene la definitiva Autoridad.

También, como siempre ocurre, mis planes eran simples pensamientos de hombre, mientras que los planes de Dios eran perfectos.

Lo mejor que se podía hacer!

Queda este pequeño testimonio para recordarme y para recordar a quién quiera tomarlo como propio, que por mucho que planifiquemos, inevitablemente la Palabra final es del Supremo.

Debiéndose recordar que también es posible no tomar en cuenta sus decisiones, pero es absolutamente necesario hacerse cargo de las consecuencias.

Mi abuela materna, queda honrada con la veracidad de sus dichos!

Proverbios 16:3

Encomienda a Jehová tus obras,
Y tus pensamientos serán afirmados.

Provérbios 16:3

Confia ao Senhor as tuas obras,

e teus pensamentos serão estabelecidos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com