EL BUEN ÁNIMO

DEVOCIONAL

Cada vez que he tenido que realizar una gestión o debo esperar algo relacionado con mi vida, advierto que la ansiedad me domina y también un cierto estado de nervios.

Que significa esto?

Que mi confianza en Dios no es todo lo grande que debería ser, no es todo lo trascendente que tiene su condición de Todopoderoso.

Por eso es que aun sabiéndolo tengo dudas o hasta miedo. En este punto debo reflexionar para pensar exactamente qué es lo que espero del Eterno.

Más allá de mis humanas necesidades no hay nada más importante que reconocer que si me declaro hijo del Altísimo, debo ser fiel a esa condición y estar plenamente dispuesto a aceptar su Voluntad Soberana.

Lo que surge de esta aceptación es el buen ánimo, porque entonces pienso que no hay nadie que pueda luchar contra las decisiones del Creador. Con esa certeza es necesario obrar cada día.

Hechos 7:25
Por tanto, oh varones, tened buen ánimo;
porque yo confío en Dios
que será así como se me ha dicho.

Atos 7:25
Portanto, ó varões, tende bom ânimo!
Porque creio em Deus
que há de acontecer assim como a mim me foi dito.

Diego Acosta / Neide Ferreira