CURIOSIDAD

De una manera más o menos despreocupada muchas veces buscamos en los medios de comunicación motivos para curiosear o simplemente por entretenernos.

Esa búsqueda puede resultar interesante y muchas veces puede derivar en cuestiones muy atractivas que verdaderamente llamen nuestra atención y nos centremos ellas.

De esta manera un día tras otro vamos incorporando esos motivos de atracción en algo que termina formando parte de nuestra vida, sin advertir los riesgos que estamos corriendo.toys3

¿Por qué razón que corremos riesgos con estas búsquedas? Por la poderosa razón que en la mayoría de los casos todo lo que nos resulta atractivo, no es bueno para nuestra vida.

Por eso debemos preocuparnos cuando advertimos que estamos viviendo una situación parecida, porque el hombre siempre tiene la errónea certeza de que es capaz de controlar determinadas situaciones.

Esto ocurre en muchos campos de nuestra vida y todos tenemos una experiencia más o menos próxima, para aceptar que esta afirmación tiene sólidos fundamentos.

Nunca confiemos en nuestra capacidad para abandonar determinados hábitos que fuimos creando dando libertad a nuestra curiosidad, creyendo que siempre estamos en control de la situación.

No seamos juguetes del enemigo que se complace ante personas que curiosean frívolamente y cambiemos drásticamente el sentido de nuestra vida. La Palabra de Dios debe ocupar el lugar de las atracciones peligrosas.

Proverbios 14:16
Diego Acosta García

CLAMOR

Cuando oramos establecemos una relación singular con Dios porque estamos reconociendo su Grandeza y porque nos declaramos hijos suyos en la armonía del Padre con su familia.

Ocurre que en algunas ocasiones nos encontramos con situaciones de tal gravedad, de tan profunda dificultad que cambiamos nuestra relación con el Eterno.

Avanzamos en la búsqueda de comunión y además de orar, levantamos un clamor para que nos escuche, para que preste oídos a nuestras necesidades, a aquellas cosas que nos están afligiendo.crying1

Con ese clamor estamos reconociendo su Soberanía sobre todas las cosas, sobre cada uno de los momentos de nuestras vidas y entonces y solo entonces estamos permitiendo que Él obre.

Es notable lo que ocurre cuando pasamos de la oración al clamor. Abandonamos nuestras posturas de soberbia, de vanidad, de poderlo todo, para pasar a la humildad del pedido profundo, sincero.

Es también el momento en el que nos abandonamos de verdad a la realidad  de la Soberanía del Señor y comenzamos a comprender que la Verdad de la Palabra se concreta en cada hecho que nos ocurre.

Por eso no tengamos ni miedo ni vergüenza por levantar un clamor al Dios de nuestra fe. No dudemos que Él cumplirá con su declaración y no nos abandonará nunca. Y muchísimo menos cuando clamemos por su ayuda.

2 Samuel 22:7
Diego Acosta García

FRIVOLIDAD

Puede que resulten muy atractivas las personas que supuestamente tienen notoriedad por su importancia o por las sus actitudes que tienen o por las relaciones que mantienen.

Tanta extravagancia sugiere fachadas relucientes, pero interiores que no deberían ser mostrados para que la pompa no sufra los estragos que la realidad suele ocasionaimages.jpg4r.

Incluso podemos llegar a pensar que hay personas que parecen estar al margen de las normas que rigen para todos los miembros de la sociedad, creando un halo de impunidad ofensivo.

Por eso resultan tan atractivas determinadas personas, porque se les supone la capacidad de vivir de una manera que para uno mismo sería motivo de sanciones legales o de escarnio público.

Si contrastamos estos casos con la medida espiritual con la que se nos mide, fácilmente comprobaremos que el atractivo queda reducido a una mezcla de pena y misericordia.

Pena por ver tantas vidas vacías, esclavas de su propia ansia o necesidad de notoriedad y misericordia, porque es la que debemos de tener por quienes viven sujetos a sus concuspicencias.

Jesús vino al mundo a salvar a los perdidos, no a los supuestamente justos o a quienes pareciera que no tienen necesidad ni de su perdón ni de su Salvación.

Mateo 10:33
Diego Acosta García  

HACER

Todos los creyentes hemos aprendido que la fe viene por el oír, una verdad fundamental que debemos atesorar para continuar creciendo espiritualmente y no ser niños todo el tiempo.

Oír es un requisito tan importante como su consecuencia: Obrar. Si nos quedamos solamente en el oír seremos siempre oidores pero nos faltará el complemento indispensable.

Ser hacedores de la Palabra es lo que confirma las obras de nuestra fe y es una cuestión absolutamente importante para que nos podamos mostrar como creyentes en acción.

Si Abraham solamente hubiera oído nunca obrar1hubiera terminado la obra extraordinaria que el Eterno había dispuesto para su vida, al abandonarlo todo y partir hacia donde se le mandaba.

Es así como debemos comportarnos. Oír la Palabra y luego ponerla por obra para que verdaderamente podamos servir a los propósitos que han sido establecidos para nuestras vidas.

No dudemos ni un momento en seguir oyendo la Palabra, para aprender más y para ser mejores maestros en el futuro. Pero tampoco dudemos ni un momento en ponerla en práctica.

Solamente así seremos hombres y mujeres que crecemos al impulso de lo que aprendemos oyendo y cumpliendo los mandatos que vamos aprendiendo.

Deuteronomio 30:8
Diego Acosta García

REQUISITOS

La fuente inagotable de Sabiduría que es la Palabra de Dios nos sigue mostrando su plena vigencia en el mundo en el que vivimos, donde las normas del “vive como quieras” cada vez están más vigentes.

Hace casi dos mil años fueron establecidos los requisitos que debían cumplir los obispos y pablo2los diáconos de la Iglesia, en la carta que Pablo le envió a su discípulo Timoteo.

Podríamos preguntarnos acerca de las razones que tendría el Apóstol de enfatizar en dar a conocer normas para personas que se supone deberían de tener méritos para ocupar sus cargos.

Esto nos debe hacer reflexionar acerca de la necesidad que tenemos los creyentes de tener presente que no bastan las cuestiones espirituales para ser ejemplares ante los hombres.

Seguramente por eso Pablo dictó unos requisitos que parecen sorprendentes porque deben ser aceptados y puestos en vigor por hombres que ocuparán lugares relevantes en el Cuerpo de Cristo.

Es evidente que esto tiene que ver con nuestra conducta personal, que desde lo espiritual debe trascender a lo que las personas del mundo pueden apreciar con nuestros hechos cotidianos.

Cumplamos las normas espirituales y también cumplamos con las normas que se nos han dado, para que cada uno de nuestros hechos sean portadores del mensaje de Salvación de Jesús.

1 Timoteo 3:1-13
Diego Acosta García

APRENDER

 

Hace un tiempo nos tocó vivir una difícil situación personal que estaba relacionada con nuestro servicio, que provocó una profunda decepción por lo inesperada y por las características que tuvo.

Fue la típica situación en la que generalmente además de amargarnos y de declarar que no entendemos nada de lo que está pasando, podíamos  responsabilizar a Dios de todo.

En otras palabras: la misma o parecida situación por la que lamentablemente muchas personas se han apartado de Dios, de su Iglesia, como si fueran responsables de lo que nos ocurre.esperar1

En esas circunstancias tan difíciles pudimos advertir la obra del Espíritu, dándonos la serenidad suficiente como para entender que lo que había sucedido era cosa de hombres.

Sin acusaciones, sin levantar juicios y sin arrepentirnos de haber servido y sobre todo, entendiendo que en todas las situaciones, tanto las buenas como las otras está la Voluntad Soberana del Eterno.

Fue así como pudimos dar gracias por lo que había sucedido sabiendo que detrás de todas las cosas está el Eterno y que no nos concierne aunque nos afecte, conocer cuáles son sus propósitos.

Debemos recordar en toda circunstancia, que el Único que puede transformar lo malo en bueno es el Eterno y por tanto todos nuestros actos deben estar confiadamente sujetos a su Voluntad.

Lamentaciones 3:25
Diego Acosta García

TÚNEL

Generalmente los túneles son utilizados para ejemplificar situaciones difíciles, en los que la salida se la ubica lejana, pero dejando siempre la certeza que al final existe.

Esta alegoría es completamente válida, pero a la que habría que agregar que los túneles siempre tienen una entrada y que a ella nos dirigimos de muy distintas maneras.

En muchas ocasiones somos nosotros mismos los que parece que no nos damos más alternativas que dirigirnos directamente a esa boctunnelsa oscura que son las entradas.

Con nuestros hechos, con nuestra incapacidad para escudriñar las situaciones complejas o también con nuestra falta de cordura para tomar decisiones correctas.

Recordar a la boca oscura de entrada, también nos debe hacer pensar que en otras ocasiones entramos en los túneles a consecuencia de las pruebas que debemos pasar para nuestro crecimiento espiritual.

Cuando pensemos entonces en estas vías de comunicación, recordemos que tienen un propósito que no es otro que facilitar el paso ante una dificultad importante.

Está en nosotros que los túneles tengan una entrada y una salida, que nos lleven de una determinada situación a otra mejor, tras haber podido superar un desafío geográfico que representa un desafío espiritual.

Apocalipsis 3:10
Diego Acosta García

CONFIANZA

Cuando creemos que estamos trabajando sirviendo al Señor pueden ocurrir cosas notables y que nos deben hacer reflexionar acerca de cuál es nuestra verdadera misión.

Si verdaderamente estamos trabajando para servir no nos deben preocupar los resultados, que podrán ser buenos o mejores o incluso empeorar sin que podamos entender las razones.

En esto consiste la confianza de quienes decimos que servimos, porque no sabemos nada sconfidence1obre lo que ha pasado con nuestro trabajo y no sabemos nada como será el futuro.

Es necesario comprender siempre que nuestra medida del éxito o el fracaso es una medida escasa, de poca relevancia porque nos comparamos siempre con otras personas.

Esta realidad nos debe hacer reflexionar acerca de lo que estamos haciendo y de lo que debemos hacer porque es evidente que no depende de nosotros nada de lo que vendrá.

En la hora de la incertidumbre seamos prudentes para no caer en ningún desánimo y en la hora de la alegría seamos más prudentes todavía para no caer en la peligrosa vanidad del triunfo.

La vida espiritual reclama confianza en el Señor. Y la confianza solo se mantiene cuando nos apartamos de las normas del mundo y nos fijamos en aquellas que solamente se pueden ver con la fe.

Jeremías 17:7
Diego Acosta García

VÉRTIGO

El paso de los días cada vez es más vertiginoso y es una de las señales relacionadas con el fin de los tiempos, aunque muchos de nosotros no lo veamos o lo que es peor nos neguemos a reconocerlo.

Cuando los discípulos le reclamaron señales a Jesús fueron reprendidos porque eran wasting3capaces de advertir los cambios de las estaciones y no eran capaces de advertir lo que estaba ocurriendo a su alrededor.

Probablemente algo parecido nos esté ocurriendo en los tiempos en los que nos toca vivir. De tan absortos que estamos en nuestras cuestiones personales, nos olvidamos de lo fundamental.

Quizás deberíamos preguntarnos si el paso de los días a velocidades frenéticas, lo acompasamos con nuestras actividades personales o lo relacionamos con el llamado que recibimos.

Tal vez estemos más preocupados en lograr objetivos que consideramos importantes y no tomamos en cuenta que nuestro paso por la tierra tiene propósitos muy relevantes.

No estamos para vivir con vana-gloria, estamos en la tierra para ser mensajeros de Buenas Nuevas, para llevar hasta los confines de la tierra las promesas formuladas por el Señor.

Viviendo de esta manera estamos corriendo el riesgo de ser “exitosos” hombres y mujeres en la tierra y nos estamos perdiendo la posibilidad de ser bienvenidos en el Reino.

Deuteronomio 1:18
Diego Acosta García

EL DIBUJO

El planteamiento que todo es relativo contribuye de manera muy especial a que todas las actitudes humanas puedan ser consideradas desde perspectivas que dejan un amplio espacio para reflexionar.

Esas perspectivas favorecen lo ambiguo y sin definición, es decir proponen de manera indirecta la falta de compromiso con nada ni con nadie, lo que supone toda una manera de vivir.

Nos vamos pareciendo cada día más a un dibujo de nosotros mismos, a un perfil inacabado de hombres y mujeres que deberíamos de tener una plenitud vigorosa y entusiasta.dibujo

Todo lo que es relativo nos confunde y nos hace ingresar en una especie de limbo donde no existen las referencias y donde es fácil la convivencia porque estamos exentos de cualquier norma o referencia.

El dibujo de nosotros mismos, nos convierte en seres que no sabemos de dónde venimos ni a donde vamos, como si no tuviéramos ni punto de partida e ignoráramos donde está el final.

¿Qué nos está pasando? ¿Qué nos está ocurriendo a hombres y mujeres que sabemos de las cosas de Dios? ¿Hemos olvidado o nos han hecho olvidar los principios que nos fueron enseñados?

Debemos recuperar nuestra condición de hijos de Dios. Debemos volver a ser seres nacidos de nuevo para vivir con espíritu de servir y de ser fieles al mandato de llevar las Buenas Nuevas. No podemos ser un triste dibujo de nosotros mismos.

Efesios 4:24
Diego Acosta García