SERVIR HUMILDEMENTE

En algunas ocasiones podemos llegar a pensar que determinados pedidos que se nos hacen son una especie de honra para nuestros conocimientos o también para nuestras capacidades.

Son los momentos en los que debemos luchar contra nuestro orgullo o con nuestra vanidad por creernos que en determinadas cuestiones, somos superiores a los demás.

Es precisamente entonces cuando debemos asumir que cualquier pedido que se nos formule con relación a nuestra supuesta sabiduría, no es otra cosa que servicio.servir1

Debemos ser plenamente conscientes que debemos dar aquello que se nos pide con la mayor humildad, porque nada de lo que somos o de lo que sabemos nos pertenece.

Todo lo hemos recibido por gracia y por tanto por gracia lo debemos dar. Debemos luchar contra nuestra mente y también contra nuestros sentimientos y nuestras emociones.

No somos mejores que nadie y por tanto no debemos albergar en nuestro interior ningún gesto de superioridad o de sentirnos importantes, porque se  nos pida algo.

No estamos en el mundo para la vana-gloria, sino para todo lo contrario,  pues cada uno de nuestros gestos debe ser una enseñanza silenciosa para quienes están creciendo en la fe.

Demos gracias al Señor porque podamos servir a otras personas o a otros hermanos, porque es una maravillosa oportunidad de convertirnos en discípulos fieles y humildes.

Romanos 9:12
Diego Acosta García

RUPTURA

Cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y somos perdonados y declaramos que el Señor es nuestro Salvador, nacemos de nuevo y somos nuevos hombres y nuevas mujeres.

Por esta razón se nos enseña que debemos dejar al hombre viejo y vivir como personas recién nacidas a la vida espiritual y seguir el proceso de crecimiento hasta hacernos mayores en la fe.

Sin embargo es absolutamente necesario que tengamos plena conciencia de que en el momento en que el hombre viejo es muerto en el bautismo y nacemos como hombres nuevos, ocurren muchas cosas.ruptura (2)

Una de ellas es que debemos entender que este maravilloso significado de ser nuevos hombres necesariamente se tiene que relacionar con la ruptura con nuestro pasado.

Esto supone que todo aquello que nos agradaba desde la perspectiva de nuestra carne lo debemos abandonar, porque es lo contrario del mundo espiritual al que acabamos de ingresar.

No es un mero formulismo, es algo tan importante que la ruptura significa dejar para siempre aquellos vicios o incluso pecados, que nos hacían disfrutar de la vida anterior.

Debemos prepararnos para asumir que ser llamados hijos de Dios supone no solo una inmerecida distinción, sino que también demanda un obligado cambio de vida.

Nacemos en Cristo como hombres y mujeres nuevos y debemos comportarnos como tal. La ruptura con nuestro pasado es la ruptura de las cadenas que nos ataban a una vida mediocre, oscura y sin esperanza.

Lucas 5:37
Diego Acosta García

BENDICIÓN

Una mujer viviendo literalmente de la caridad y luchando contra el frío por la generosidad de una sucursal bancaria que le permite vivir en su zona de cajeros que tiene calefacción, nos dio una gran lección.

Esta mujer lleva sus difíciles circunstancias personales con una gran dignidad sin apelar a la compasión de las personas que la rodean ni a otras fáciles soluciones.

A pesar de su extrema pobreza y de sus humildes ropas, se la aprecia limpia y con una actitud de firmeza para superar este tiempo de gran desventura, agravado por el frío bendecir4extremo en la ciudad en la que vivimos.

Tuvimos la libertad de llevarle una pequeña merienda y ella lo agradeció con una simpleza y una sonrisa conmovedora, sin caer ni en los agradecimientos forzados ni en la apatía de quién recibe como haciendo un favor.

Lo más importante fue la despedida. Con su agradecimiento nos dijo: Que Dios los bendiga! Y verdaderamente percibimos que esa bendición obraba sobre nuestras vidas.

Esa bendición fue un renuevo para nuestra fe porque nos hizo valorar el sentido que tiene cuando abrimos nuestra boca para bendecir o cuando la abrimos para todo lo contrario.
La palabra de bendición debe surgir de nuestro corazón no con una actitud pomposa o de superioridad, sino como un acto de amor y misericordia. Tal y como nos bendice el Señor cada día.

Proverbios 10:22
Diego Acosta García

DESCONCIERTO…

Siguiendo las informaciones que proporcionan los medios de comunicación, bien podríamos decir que estamos viviendo en una sociedad donde prevalece el desconcierto.

Quienes tenemos más años que muchos, podemos advertir que todos los parámetros que eran válidos se están resquebrajando y que muy pocos saben hacia dónde vamos.

Podríamos preguntarnos: ¿Qué está pasando en este nuevo milenio? ¿Y cuál sería la respuesta adecuada o las respuestas adecuadas? Si se responde desde el mundo, podríamos decir que sería…desconcierto.

Si la respuesta fuera desde lo espiritual, los concepgente3tos son distintos y entonces podríamos decir que seguramente estamos viviendo cuanto menos el comienzo de los tiempos del fin.

De esto fue que Jesús habló a sus discípulos cuando le pidieron que les hablara de las señales que indicarían que ese tiempo final se estuviera acercando.

Quizás el desconcierto…sea una de las más notables porque Jesús habló de situaciones que hoy comienzan a vislumbrarse y que son las que nos preocupan.

Avanzamos como un barco sin rumbo en medio de una gran tormenta. Lo que antes era bueno ahora es lo contrario y lo que censuramos durante años, ahora es bueno.

¿Qué es lo verdadero? El mensaje de Salvación para los hombres, por lo que resulta imperativo que sustituyamos el temor natural por la firmeza de la fe y cumplamos con el mandato que ayudará a los hombres a superar su desconcierto.

Mateo 10:27
Diego Acosta García

LOS DERECHOS

Las personas que defienden los derechos de los débiles en el mundo, son llamadas “activistas”, lo que indica que se las destaca del resto de la sociedad por sus comportamientos.

Este hecho tiene su importancia porque si ponemos la frase por pasiva, advertiremos que si los «activistas» son destacados, significa que el resto de la sociedad no se preocupa por los mismos temas.

¿Que significa defender los derechos de los débiles? Significa tratar de evitar que quienes no están en condiciones de asumir el ejercicio de su propia libertad, para no perderla lo hagan otros.debil6

Por eso Jesús en su ministerio terrenal mandó defender a las viudas, a los huérfanos, a los desheredados y desechados, a quienes no eran admitidos como pares en la sociedad en la que vivían.

En estos tiempos defender los derechos de los débiles debe ser un compromiso que tenemos que asumir sin ninguna clase de condicionamientos.

Entendiendo que hemos recibido un mandato y no una opción, porque los débiles son las criaturas a los que Jesús dedicó especial atención y cuidado y los guardó con su amor.

Seamos consecuentes con el mandato de Jesús y hagamos de los débiles una de nuestras causas cotidianas, porque así seremos dignos de llamarnos sus discípulos.

1 Samuel 2:4
Diego Acosta García

SILENCIO

Seguramente coincidiríamos con muchas personas con la sensación que produce el exceso de ruido y que tiene como manifestación más directa una cierta incapacidad hasta para pensar.

El ruido del mundo nos va embotando los sentidos de tal manera que no somos capaces de distinguir ni de donde proviene ni en qué momento terminará.

El ruido también puede ser de las palabrasilences que se repiten una y otra vez que van aletargando la capacidad de distinguir entre  lo que se dice y lo que se busca asegurar.

En definitiva el ruino ruido nos hace perder la perspectiva de lo que ocurre en nuestras iglesias, en nuestras congregaciones y las palabras lo dominan todo buscando la aceptación de distintas teorías.

Una de esas teorías es la que asegura que los cristianos debemos ser prósperos y ese argumento pasó a la categoría de teología, trayendo como consecuencia el resultadismo en las congregaciones.

El ruido en definitiva nos impide distinguir entre lo que dicen los hombres y el mundo y lo que nos habla el Señor. Quién se deleite con el ruido del mundo difícilmente podrá escuchar el susurro de la Palabra.

Estamos en tiempos donde es imprescindible que nos apartemos de toda forma de ruido y seamos capaces de tener momentos de silencio, para poder recibir el mensaje del Señor.

Salmos 37:7
Diego Acosta García

HUIR

Es sorprendente como cambian los conceptos cuando hablamos de un mismo tema, según el enfoque del mundo o según lo que nos enseña la Palabra de Dios.

Huir según el mundo es una actitud deplorable que identifica solamente a los cobardes. Y como nadie quiere serlo, se enaltece a los valientes, a los hombres y mujeres que vencen cualquier obstáculo.

Una vez más nos encontramos frente al falso dilema de ganadores y perdedores. Sin embargo no siempre esta elemental ecuación se resuelve de la misma manera.

En muchas ocasiones huir se puede convertir en unhuir acto de verdadera valentía, cuando tratamos de enfrentarnos a situaciones que pueden ser muy malas para nuestras vidas.

Huir se presenta como la única alternativa para apartarnos del mal, que en la mayoría de los casos se presenta como altamente atractivo adoptando formas tan seductoras como nefastas.

Por tanto si huimos del mal dejamos de ser cobardes y nos convertirnos en valientes, porque somos capaces de abandonar aquello que tanto nos puede atraer pero que sabemos que es tremendamente peligroso.

Este razonamiento puede parecer demasiado rebuscado pero tiene la notable sencillez de ser realistas y no enfrentarnos a situaciones que difícilmente podremos controlar.

El atractivo del mal es tan evidente en el mundo, que por esa misma razón conquista a tantas personas. Huir es una alternativa válida para no caer en garras de las que es muy difícil liberarse.

Juan 10:5
Diego Acosta García

LA CORRUPCIÓN

Muchas encuestas revelan que la corrupción es uno de los problemas que más preocupan a los ciudadanos y de manera especial, la corrupción de los políticos.

Esta cuestión es muy antigua porque desde siempre hubo quienes por avaricia o por otras oscuras razones se ha van valido de sus cargos para enriquecerse.

La Palabra de Dios nos enseña que el corazón del hombre es desesperadamente corrupto, por lo que este asunto debe scorrup2er tratado con una especial atención.

¿Cuándo se habla de hombres corruptos, hablamos solamente de los corrompidos? ¿O cuando hablamos de hombres corruptos, también hablamos de los corruptores?

Para que haya corrupción necesariamente debe haber dos personas: el que corrompe y el que es corrompido. Por tanto es tan responsable uno como otro.

La cuestión pareciera ser desde la perspectiva del mundo, que se hace con los corruptos. La sociedad debe percibir que la corrupción es perseguida como un grave mal que la afecta.

Desde la perspectiva espiritual se nos enseña que el dinero y la avaricia constituyen dos elementos fundamentales en cuanto a las actitudes del corazón humano.

Por tanto guardemos nuestro corazón de todo espíritu de codicia porque es el comienzo de otras graves cuestiones que nos enfrentan de manera definitiva con las normas del Señor.

Gálatas 6:8
Diego Acosta García

¿Y LOS DEMÁS?

Uno de estos días me sorprendí pensando en un determinado momento de mi vida, que me estaba preocupando y que era el motivo de una cierta desazón.

Cuanto más intentaba solucionar el problema, más me daba cuenta que la solución no estaba dentro de mis capacidades y por mucho que me afligiera era evidente que no encontraría la salida.

Fue en estos momentos cuando el Espírito hizo acto de presencia, a través de una pregunta sencilla y concreta: ¿Y los demás? En ese instante fue como si algo hubiera explotado en mi interior.ayuda3

Pensaba que era legítimo ocuparme de mi problema… pero la pregunta me cambió el sentido de mis pensamientos y comprendí lo torpe que había sido ocupándome tanto tiempo de mi situación.

Era evidente que contra más me centraba en la búsqueda de la solución, más me alejaba de ella, porque la dimensión humana de mis fuerzas era muy pequeña con relación a la magnitud del problema.

Fue entonces cuando recordé con alegría quién es el Soberano sobre todas las cosas y desde luego sobre mi propia vida, por lo que abandoné mi preocupación.

Comprendí en toda su extensión la profundidad de la pregunta: ¿Y los demás? …En el momento que dejamos de preocuparnos por nuestros asuntos, Dios los toma como propios y entonces podemos dar amor y misericordia a quienes nos rodean.

Isaías 41:10
Diego Acosta García

LA ESPERA

Hay momentos muy especiales en la vida de los seres humanos, son aquellos en los que es necesario aguardar para que ocurra aquello que necesitamos o que deseamos.

Este tiempo suele resultar especialmente difícil porque se combinan cuestiones  que nos son particularmente complejas de manejar, como son la ansiedad y la necesidad.

La ansiedad porque nuestra naturaleza nos reclama que aquello que estamos precisando se concrete lo más pronto posible. Y en esta sociedad del “ya mismo” es mucho más notorio.

La necesidad por su parte nos parece cada vez más perentoria y nos produce la sensación de que cada segundo que pasaun minuto se agranda no solo en magnitud sino en su perentoria resolución.
La espera constituye evidentemente una forma que el Señor tiene de probar varias cosas de nosotros. Y cuando decimos probar estamos hablando literalmente de lo que llamamos “prueba”.

Está comprobando nuestra paciencia, que si no la tenemos la tenemos que desarrollar. Nuestra confianza, que si la tenemos la tenemos que robustecer más allá de los límites que nosotros mismos le queremos conceder.

Está probando  que nuestra fe se apoya en la creencia que  Él es el Soberano sobre todas las cosas, incluyendo nuestras vidas y el espacio de tiempo que llamamos espera.

La espera debe ser un tiempo de reflexión, de aprender a mirar aquellas cosas que con nuestro afán dejamos de advertir y por sobre todas las cosas, a poner nuestra mirada confiada en el Señor. Bendita sea la espera!

1 Samuel 12:16
Diego Acosta García