UNA SONRISA

DEVOCIONAL

Tengo un vecinito que ha cumplido un año y al que conozco desde el vientre de su madre. Ha resultado una Gracia verlo crecer y llegar hasta este tiempo, cuando se ha convertido en una deliciosa criatura.

La sonrisa con la que recibe las atenciones que le prodigo, me llevan a pensar en el momento en que Jesús pidió a los discípulos que dejaran que llegaran a ÉL los niños.

Seguramente porque son los portadores de los sentimientos genuinos, sin la influencia del mundo ni tener todavía la capacidad para la maldad.

Y también por esas razones les explicó a los discípulos que debíamos ser como niños, para entrar en el Reino de los Cielos. Esto no significa ser infantiles, sino hombres y mujeres de corazón como niños.

La sonrisa de mi vecinito me recuerda cada vez que lo veo, la urgente necesidad de abandonar todo vestigio de hombre viejo, para nacer de nuevo cada día.

Lucas 18:17
De cierto os digo,
que el que no recibe el reino de Dios como un niño,
no entrará en él.

Diego Acosta / Neide Ferreira

EL VALOR DEL TIEMPO

Como podríamos vivir sin tener noción del tiempo,
de los días, meses, años, del sol y la luna?
El Dios Infinito que nos ha Creado,
nos dejó con el Tiempo una prueba más
de su Infinito Amor!
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO

 

 

 

 

EL ACUSADOR

DEVOCIONAL

En los lejanos tiempos de mi juventud, teníamos un amigo al que le sugeríamos que estudiara derecho para de esta manera poder ser fiscal.

La razón de esta sugerencia, era la de que siempre estaba acusando a los demás, por sus faltas, sus errores, sus contradicciones, como si él fuera perfecto.

Con el tiempo fuimos comprendiendo que esta actitud de vivir acusando, era una manera de defender u ocultar sus propios, podríamos decir, pecados.

Aprendí al lado de mi amigo, como somos de severos los seres humanos cuando se trata de juzgar a los demás y como somos de generosos y comprensivos, cuando se trata de valorar nuestra propia conducta.

Tanto que a partir de aquel tiempo y mucho más después de aceptar a Jesús, comencé a ser menos severo con los demás y más riguroso con mi propia persona. Fue una forma de acercarme en mi pequeñez a mi Salvador.

Lucas 6:37
No juzguéis, y no seréis juzgados;
no condenéis, y no seréis condenados;
perdonad, y seréis perdonados
.

Diego Acosta / Neide Ferreira

LOS DESECHADORES

EL ABUELO SALOMÓN

Quizás nos podamos sorprender cuando nos llamamos a nosotros mismos: desechadores.

Desechadores, de qué?

Pues desechadores de todo, principalmente de lo que nos dicen  nuestros padres o nuestros verdaderos amigos, cuando nos hacen reflexiones sobre algunas de nuestras decisiones.

Esto ocurre, porque nos consideramos más sabios que los sabios y por tanto no precisamos que nadie nos diga nada y mucho menos si se trata de cuestionar o modificar alguna idea que consideramos como la verdad absoluta.

Lo triste es que cuando nos damos cuenta de qué aquellos consejos o sugerencias estaban acertados y los nuestros muy equivocados, ya es tarde porque estaremos ante situaciones irreparables.

Ser sabio es una virtud que nuestra soberbia nos impide que tengamos, porque entender que el patrimonio de la sabiduría no lo tiene nadie, es el comienzo de una nueva forma de vivir. Mejor, claro está.

Diego Acosta

SINFONÍA OTOÑAL

DEVOCIONAL

Mientras miraba un gigantesco árbol que se levanta frente a mi casa, me impactó la visión de que en cierta forma los humanos somos como esa preciosa Obra de la Creación.

Durante un tiempo luce radiante con el verde más luminoso, ofreciendo sus ramas y follaje a los pájaros que encuentran cobijo, sombra y protección.

Luego llega el otoño y aquel colorido se convierte en una mezcla se ocres, naranjas, amarillos y entonces comienza a verse la estructura del gran árbol.

Lo mismo ocurre con los humanos que luego del tiempo de la plenitud, nos llega el tiempo del ocaso, aunque sigamos fuertes pero ofreciendo un colorido diferente.

No el soberbio del esplendor sino los suaves que se corresponden con la madurez, tal vez con la serenidad y en cierta forma con la sabiduría.

Si fuéramos capaces de admirar y entender la Obra del Eterno, seríamos capaces de comprender como es nuestra vida y qué hasta en los tiempos del final, como cuando caen las hojas de los árboles, podremos ser útiles al Prójimo.

Deuteronomio 32:2
Goteará como la lluvia mi enseñanza;
destilará como el rocío mi razonamiento;
como la llovizna sobre la grama,
y como las gotas sobre la hierba;

Diego Acosta / Neide Ferreira

AUSTRALIA AFECTA A ISRAEL

ANTIVIRUS

El gobierno australiano decidió dejar de reconocer a Jerusalén oeste como capital de Israel. El argumento de la medida está relacionado, con los problemas que pueda haber creado el anterior reconocimiento.

En otras palabras: El gobierno australiano reclama dejar en manos de palestinos e israelíes, el destino de Jerusalén. De esta manera Israel deja de tener capital.

Una grave decisión porque afecta a un estado soberano y las decisiones que se adoptaron tras la Guerra de 1967, cuando se declaró a Jerusalén como capital única e indivisa de Israel.

La Ciudad de David es desde siempre la capital de Israel y su soberanía sobre la ciudad tiene siglos y siglos de antigüedad. Sin contar el significado espiritual que tiene para el Pueblo de Dios.

Diego Acosta