BUSCAR

Desde siempre los hombres hemos buscado con afán…algo que no sabemos muy bien que es, ni mucho menos donde lo podemos encontrar.

Esto es lo que muchos llaman: Un lugar en el mundo!

Pero es realmente un lugar en el mundo lo que buscamos?

Estoy convencido que NO!

Simplemente se trata de una cuestión que tiene su principio en el hecho de que ignoramos quienes verdaderamente somos.

Es decir: para buscar algo tenemos que saber que es y llegado el caso, para que lo precisamos. Por eso la búsqueda es tan compleja, frustrante y además innecesaria.

Nunca encontraremos lo que buscamos, simplemente porque eso que pretendemos no existe.

Y por qué no existe?

El fin último de nuestra existencia, que tal vez sea lo que en verdad estamos buscando, no lo encontraremos en nuestra vida mundana.

La encontraremos en el nivel superior, donde existe la vida espiritual y más concretamente, la Vida con Jesús, que es la única que nos llenará de plenitud.

Conozco a personas, que aún en el momento final, se planteaban la pregunta más cruda: Para qué he vivido todos estos años?

Junto al Hijo del Hombre tendremos un propósito, tendremos otra forma de vivir porque tendremos una Guía y también principios que respetar.

Yo también formaba parte del grupo que buscaba afanosamente el sentido para mi vida. Hasta que un día lo encontré. Por la Gracia!

Ahora lo único que debo buscar es ser más fiel cada día, es servir mejor y más misericordiosamente a quienes me rodean. Porque así estaré sirviendo al Único que merece ser servido: Jesús!

Malaquías 3:1

He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Malaquias 3:1

Eis que eu envio o meu anjo, que preparará o caminho diante de mim; e, de repente, virá ao seu templo o Senhor, a quem vós buscais, o anjo do concerto, a quem vós desejais; eis que vem, diz o Senhor dos Exércitos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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FIRMEZA!

Con profunda preocupación escuché a un joven líder hablar de su cansancio ante lo que llamó el bombardeo del mundo.

Le pregunté que era exactamente lo que quería decir con eso y su respuesta fue más preocupante todavía. Dijo que a veces no sabía cómo responder ante la avalancha de ideas y malos ejemplos que recibíamos a diario.

La primera respuesta que me vino a la mente, fue la de exhortarlo a que se volviera a la fuente de nuestra fe, a Jesús.

Lo curioso fue que comentó que eso era lo que hacía y que a pesar de ello, seguía con la preocupación acerca de la influencia mundana.

Entonces vino a mi boca la palabra FIRMEZA, que no es otra cosa que reafirmarse en todo aquello que el Hijo del Hombre nos ha enseñado.

Sin mirar ni a izquierda ni a derecha para no apartarnos del Camino verdadero, ni tampoco caer en las tentaciones de los atajos.

Confieso que sigo preocupado por este joven y sigo orando por él, para que verdaderamente puede centrarse en la Única Verdad que tenemos los hijos de Dios!

Isaías 25:1

ES – Jehová, tú eres mi Dios; te exaltaré, alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus consejos antiguos son verdad y firmeza.

PT – Ó Senhor, tu és o meu Deus; exaltar-te-ei e louvarei o teu nome, porque fizeste maravilhas; os teus conselhos antigos são verdade e firmeza.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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EN MI NOMBRE – I

Jesús según consta en el Evangelio de Marcos 16:17-18 nos anunció:

Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;

 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

Específicamente nos detendremos en las dos afirmaciones que motivan estos mensajes:

En mi nombre echarán fuera demonios

sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

Estas impresionantes promesas del Hijo de Dios las debemos tomar como propias, para ayudar al prójimo y para servirlo.

La cuestión es: Creemos en lo que nos anunció el Hijo del Hombre?

Estamos dispuestos a ponerlo en práctica?

Las respuestas son exclusivamente personales, pero deseamos ayudar a quienes tienen la certeza de un llamado para servir al prójimo EN EL NOMBRE DE JESÚS.

El Mesías vino para sanar a los hombres, en sus cuerpos y en sus espíritus!

Diego Acosta

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OSTENTACIÓN PARA DIOS…?

CONGREGACIÓN

SÉPTIMO MILENIO

Hace un poco tiempo un amigo me comentó que en Estados Unidos se había publicado que muchas de las grandes obras del país, eran grande templos evangélicos.

Con cierta ironía me preguntó: Esa es la humildad que predican ustedes?

En mi respuesta expresé parte de mis pensamientos sobre el tema y espero y deseo que mi amigo los haya comprendido.

Esta cuestión que parece ser un tema menor, me llevó a una profunda reflexión acerca de lo que estamos haciendo muchos de los que nos llamamos creyentes.

A mí  amigo le comenté que infelizmente existen quienes se apartan manifiestamente de lo que Jesús ha dejado como Mandatos.

Uno de ellos es el de servir al prójimo y más concretamente de ayudar a los débiles, los huérfanos y las viudas.

En oposición a eso, se ha desarrollado una nefasta doctrina acerca de que los cristianos debemos ser prósperos, económicamente hablando.

Quizás esta sea una de las razones por las que se levantan gigantescos templos, que tienen como una notable singularidad el lujo desmedido y hasta ofensivo, que muestra el corazón ostentoso de quienes dispusieron levantarlos.

Por una simple asociación de ideas me vinieron a la memoria las humildes iglesias que honran al Señor, en muchos lugares de la tierra.

Incluso con gran dolor puedo afirmar que todas las veces que las mostramos a conocer, provocaron comentarios acerca de la pobreza, que son una auténtica rebeldía con el Hijo del Hombre.

Es legítimo que nos preguntemos: Dios es más Dios en un gran templo? Dios es menos Dios en un sencillo recinto?

Por qué desafiamos al Todopoderoso con nuestras ostentaciones? Quién resulta honrado con un lujoso y enorme lugar de culto?

Acaso el Eterno nos ha pedido que levantemos esos monumentos que tanto se parecen al que quiso levantar Nimrod y que conocemos como la torre de Babel?

Resulta urgente que volvamos a las fuentes, del mismo modo que debemos volver al primer amor!

Recordemos que Jesús nunca habló ni de templos ni de lugares de culto. Y mucho menos estos, que figuran entre las grandes obras en Estados Unidos.

A Dios lo honramos cada día con nuestros hechos, no con edificios, por ostentosos que sean.

Diego Acosta

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EL CUIDADO

Como una norma general de la especie, cuidamos de nuestros hijos.

Es algo que naturalmente hacemos la gran mayoría de los humanos y que también hacen la inmensa mayoría de las otras especies de la Creación.

Por estas razones es que nos llama tanto la atención, cuando conocemos casos de niños maltratados por sus padres.

Pero el cuidado tiene sus matices. Cuidar significa alimentar, vestir, proteger y en la mayoría de los casos también significa educar?

Probablemente la respuesta mayoritaria sería una rotunda afirmación. Pero sigue existiendo algo más que debemos considerar: Se trata de lo que enseñamos a nuestros hijos.

En primer lugar con nuestro ejemplo cotidiano y luego con lo que forma parte del diario vivir.

Si hablamos de respeto, debemos respetar, si hablamos de consideración, debemos considerar, si hablamos de humildad obviamente debemos ser humildes.

Pero sigue faltando lo más importante: Si nos expresamos a través de nuestro ejemplo diario, también nos debemos manifestar a través de enseñar acerca de nuestro Dios.

El mismo que nos ha Creado, nos ha dado la vida y lo que somos. Y debemos hablar de su Grandeza y de la entrega de Jesús por todos nosotros.

Si no hablamos a nuestros hijos del Hijo del Hombre, estaremos faltando seriamente a una de nuestras principales obligaciones. Una que nos será especialmente reclamada en el Juicio.

Si anhelamos que nuestros hijos sean personas saludables tanto en lo físico como en lo espiritual, debemos proporcionarles los alimentos indispensables.

Y el principal de ellos para que sean hombres y mujeres gratas y fieles al Señor, es hablarles de Jesús y sus enseñanzas.

Deuteronomio 4:9

Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.

Deuteronômio 4:9

Tão somente guarda-te a ti mesmo e guarda bem a tua alma, que te não esqueças daquelas coisas que os teus olhos têm visto, e se não apartem do teu coração todos os dias da tua vida, e as farás saber a teus filhos e aos filhos de teus filhos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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