OTRO MILAGRO

Con profundo sentido de la humillación, tengo que reconocer la torpeza con la que vivo mi relación con Dios.

Ha ocurrido un nuevo y extraordinario milagro en la familia, pero como siempre intento explicarlo con la lógica, con la ciencia de los hombres.

Este proceder, es el que me impide reconocer y admirar como obra el Todopoderoso y lo que hace, cuando nos unimos clamando su Misericordia.

ÉL responde!

Quién no responde soy yo, que torpemente me afano en tratar de entender, lo que no tiene ninguna lógica y se escapa a la forma de razonar de la mente humana.

También puede ser, que en el afán en el que vivo, no sea capaz de advertir que el Eterno está obrando en una situación, que no tiene el menor sentido ni permite alentar ninguna forma de esperanza.

Pero, Dios obra milagros!

Maravillosos, inimaginables!

Ahora no solamente pido para que haya milagros, sino que pido Sabiduría para advertirlos cuando ocurren!

Lo único cierto, es que el nuevo milagro de Dios ya tiene nombre y es la alegría de sus padres!

Cada nueva vida es otro Milagro del Omnipotente!

Génesis 2:7

Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra,

y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

Gênesis 2:7

E formou o Senhor Deus o homem do pó da terra e soprou em seus

narizes o fôlego da vida; e o homem foi feito alma vivente.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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LLAMADO

Puede que en medio del ajetreo de todos los días, hayamos escuchado algo que pudo habernos parecido que era un llamado.

Y podemos asegurar que eso que tuvo algo que nos llamó la atención, era efectivamente un llamado, una exhortación.

Así sucede cuando en el orden superior de la vida, el Dios que te dio el aliento vital, quiere decirte que te ha elegido para que seas su hijo.

Por muy loco que resulte este mensaje, es así de cierto, de grandioso y de sencillo!

En la locura de lo mundano, todos esperamos trompetas o acontecimientos extraordinarios, que nos colocan en el lugar de protagonistas.

Pero el Eterno habla con cada uno de nosotros, las joyas de su Creación. A cada uno en particular, como solamente ÉL sabe que debe hablarnos, porque nos conoce desde antes que fuéramos concebidos.

Si crees haber escuchado un mensaje…no lo deseches!

Busca a Quién te ha llamado!

Si lo buscas, Él te encontrará!

1 Samuel 3:9-10

ES – Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye. Así se fue Samuel, y se acostó en su lugar.

 Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: !!Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.

PT – Pelo que Eli disse a Samuel: Vai-te deitar, e há de ser que, se te chamar, dirás: Fala, Senhor, porque o teu servo ouve. Então, Samuel foi e se deitou no seu lugar.

Então, veio o Senhor, e ali esteve, e chamou como das outras vezes: Samuel, Samuel. E disse Samuel: Fala, porque o teu servo ouve.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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SIEMPRE HABRÁ

En cumplimiento de la promesa de Jehová, tenemos la certeza de que todos los días de nuestra vida, su Misericordia se renovará sobre nosotros.

Todos los días!

Hasta el fin!

Esta maravillosa promesa del Eterno, nos debería alentar para corresponder con nuestros hechos, el Pacto que hemos hecho.

Para algunos es una realidad.

Para otros no.

Incluso hay quienes no solo no aceptan la Misericordia del Todopoderoso, sino que rechazan hasta su propia existencia.

Sin embargo, la Misericordia se mantiene inmutable sobre nuestras vidas, solo que como no la aceptamos no la recibimos.

Esa es la gran cuestión que debemos resolver. O aceptamos la Misericordia del Altísimo o la rechazamos con soberbia y prepotencia.

Las consecuencias de una u otra decisión, son exclusivamente nuestras. Como la Misericordia que todos los días derrama el Señor!

Oseias 4:1

Ouvi a palavra do Senhor, vós, filhos de Israel,

porque o Senhor tem uma contenda com os habitantes da terra,

porque não há verdade, nem benignidade, nem conhecimento de Deus

na terra.

Oseas 4:1

Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel,

porque Jehová contiende con los moradores de la tierra;

porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la

tierra.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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EL QUE QUIERA…

CONGREGACIÓN

del SÉPTIMO MILENIO

Durante muchos años una ideología política argumentó que la religión era el opio, la droga de los pueblos.

Con esta frase se pretendía afirmar que todo lo relacionado con la fe, no era otra cosa que pura fantasía, engaño, falsedad.

Se aseguraba que la fe lo que buscaba era hacer adormecer las conciencias de las personas, para que no pensaran en su realidad.

Obviamente todos estos argumentos estaban dirigidos a exaltar la ideología que supuestamente respetaba los derechos de los hombres y mujeres, que debían ser sus seguidores.

Lo cierto es que esta frase tuvo repercusión en millones de personas, que la conceptuaron como cierta y fueron los que muchos años después, vieron como todo desaparecía bajo la dramática realidad.

La cuestión es: Era verdad o es verdad que la fe es la droga de los pueblos?

Que es el veneno que contamina los corazones y la razón?

Es verdad que los hombres no tenemos más alternativas que sujetarnos a una creencia?

Rotundamente NO!

Los hombres fuimos Creados para ser libres!

Fuimos Creados bajo el principio del libre albedrío, por lo que podemos tomar nuestras propias decisiones.

La frase que comentamos tuvo éxito, fundamentalmente porque se basaba en la ignorancia de quienes la escuchaban y la daban por cierta.

Hay pruebas irrefutables acerca de que el Eterno nos ha Creado libres!

El profeta Ezequiel habló por boca de Jehová, para darnos precisamente esa libertad para decidir!

El propio Jesús en su Ministerio terrenal, utilizó el mismo argumento para decirnos que teníamos libertad para oír o para no hacerlo.

Por tanto, que es lo malo de la fe?

Nos impide ser libres?

Ni la fe tiene nada de malo ni nos impide ser libres!

El Altísimo nos ha concedido la libertad de oír su Palabra o de negarnos a escucharla. Es decir: Tenemos la decisión final sobre su Mensaje.

Lo aceptamos o no lo aceptamos!

Lo aceptaremos si lo escuchamos. No lo aceptaremos si nos negamos a escucharlo.

Como todas las decisiones, cada una conlleva sus consecuencias. Si escuchamos el Mensaje de Salvación, seremos salvos.

Si ejercemos nuestro derecho a no escuchar a Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, nos condenaremos.

Por tanto podemos decidir, para nuestra Libertad o para nuestra condena.

Diego Acosta

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CAMBIAR?

En un impresionante pasaje de su vida, Job maldice el momento en el que nació y hasta llegó a indicar que tendría que haber ocurrido para no vivir.

El caso de Job es uno de los ejemplos más tremendos que contiene la Biblia y nos enfrenta constantemente con muchas de nuestras situaciones.

Es verdad que difícilmente llegaríamos a vivir una situación como la que le fue permitida por Dios, pero no es menos cierto que como modelo la debemos de tener presente en nuestros tiempos de reflexión.

Job se negó a vivir, pero también luego de recibir la palabra de Jehová, se arrepintió de todo lo que había expresado y reiteró su confianza en quién le había dado la vida.

Es decir, Job tuvo la valentía y honradez de lamentar todas sus quejas y sus manifestaciones ante lo que suponía era la ignorancia del Eterno hacia su persona.

Job tenía que cambiar y cambió!

A pesar de todos sus padecimientos y de las críticas recibidas por sus amigos, dio el paso de fe que debía dar y confesar con su boca su fe en el Supremo.

Siempre tendremos una posibilidad de cambiar. No la desechemos ni la dejemos pasar!

Job 3:11

¿Por qué no morí yo en la matriz,
O expiré al salir del vientre?

3:11

Por que não morri eu desde a madre e,

em saindo do ventre, não expirei?

Diego Acosta / Neide Ferreira

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ESPERAMOS O DESESPERAMOS?

Una frase del mundo asegura que quién espera, desespera!

Esta frase es una de las grandes verdades con las que se manejan quienes viven bajo la influencia mundana, dando como cierta una consecuencia del hecho de esperar.

Confieso que durante mucho tiempo, también hice mía esta afirmación, por la sencilla razón de que también formaba parte de mi realidad.

Creo que somos muchos lo que significa desesperarse cuando estamos esperando algo…cualquier cosa que sea, desde una respuesta hasta la compra de algo muy valioso.

Un día dejé de creer en esta frase y a entender que no se puede vivir de esta manera, bajo una casi permanente desesperación.

Por qué?

Porque desde nuestra humana condición, es natural y lógico que todos los días estemos esperando algo. Pero si seguimos viviendo como el mundo desea que vivamos, continuaremos así.

Cuando acepté a Jesús, comprendí el grave error que estaba cometiendo por desesperarme ante una espera. Casi, hasta lo consideré absurdo.

Cuando esperamos en Dios, lo hacemos con la confianza de que todo llegará y lo que llegue será lo mejor para cada uno de nosotros.

Entonces: Por qué desesperarnos?

Miqueas 7:7

Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación;

el Dios mío me oirá.

Miqueias 7:7

Eu, porém, esperarei no Senhor; esperei no Deus da minha salvação;

o meu Deus me ouvirá.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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TIEMPO DE…

La dura experiencia que vivió el Ezequiel relacionada con las circunstancias en las que debía hablar y las otras, en las que debía callar, nos deben hacer reflexionar.

Por qué Jehová haría callar a su profeta?

Por qué lo haría hablar?

Estas preguntas las podemos relacionar con nuestra propia vida, cuando enfrentamos situaciones en las que es más sabio enmudecer que abrir nuestra boca.

Del mismo modo cuando tenemos que asumir los graves momentos en los que hablar, puede representar un auténtico peligro para nuestra existencia.

Lo importante es discernir lo que Dios quiere en cada tiempo, para no obrar de acuerdo a nuestras percepciones o intereses, sino verdaderamente servir a su Mandato.

Debemos aprender de la enseña bíblica, cuando nos advierte de las dificultades que tiene el servir, cuando lo hacemos auténticamente desde la perspectiva de la Autoridad Soberana del Eterno.

Callar o hablar… esta parece ser la gran alternativa a la que nos vemos enfrentados los hombres y mujeres que servimos al Todopoderoso.

Callar o hablar, solamente cuando lo disponga el Señor de Señores!

Ezequiel 3:26-27

PT – E eu farei que a tua língua se pegue ao teu paladar, e ficarás mudo e não lhes servirás de varão que repreenda; porque casa rebelde são eles.

Mas, quando eu falar contigo, abrirei a tua boca, e lhes dirás: Assim diz o Senhor: Quem ouvir ouça, e quem deixar de ouvir deixe; porque casa rebelde são eles.

ES – Y haré que se pegue tu lengua a tu paladar, y estarás mudo, y no serás a ellos varón que reprende; porque son casa rebelde.

Mas cuando yo te hubiere hablado, abriré tu boca, y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: El que oye, oiga; y el que no quiera oír, no oiga; porque casa rebelde son.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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COMO EUNUCOS…!

Los eunucos fueron los únicos que no resultaron afectados por los encantos de Jezabel, elegida por Acab rey de Judá como su esposa, en un rotundo desafío a Jehová.

Jezabel hija del rey de los sidonios, fue la gran seductora que se menciona en el Libro de los Reyes, llevando al propio Acab a abandonar al Eterno y rendir obediencia a Baal.

También en el Libro de Apocalipsis es mencionada Jezabel, como la falsa profetisa que enseña y seduce para lograr que los siervos del Señor, forniquen y coman cosas sacrificadas a los ídolos.

Podemos decir que existe un espíritu de Jezabel?

En sentido figurado, rotundamente sí!

Ella representa el peor de los engaños, que no es otro que el que llega por la seducción y atracción de una mujer, que apela a los más bajos instintos para someter a quien caen bajo sus encantos.

Obviamente los eunucos podían librarse de esa seducción por causa de su condición. Y es por eso que deberíamos convertirnos en eunucos espirituales, para no ser seducidos por los encantos de nadie.

E incluimos en esa seducción a quienes a lo largo de los tiempos encarnaron y siguen encarnando, el espíritu de Jezabel, que somete a la carnalidad aún a reyes como a siervos.

No en vano el propio Jesús proclamó que la primera señal del fin de los tiempos, era el espíritu de engaño, el que representan los falsos profetas, como le fue revelado a Juan en el Apocalipsis.

El riesgo de ser seducidos es tan serio, que estamos sujetos a ser cautivados cada día, a cada momento en el que nos olvidamos que somos los hijos de Dios.

Hombres y mujeres pueden ser engañados y llevados a cometer actos que ofenden la Majestad del Altísimo y nos hacen olvidar el triste y dramático final que padecieron los protagonistas de la historia del Libro de los Reyes.

El Rey Acab y su esposa Jezabel, fueron comidos por los perros y no tuvieron la dignidad de la sepultura, porque ellos mismos se convirtieron en indignos al caer en la peor de las idolatrías, desafiando a Dios.

Aprendamos esta lección y tratemos de ser eunucos espirituales, para no caer bajo el dominio de ninguna forma de seducción.

Diego Acosta

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