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CREER o no CREER…

DEVOCIONAL 

Con gran desconcierto un amigo comentaba como su esposa que había sido sanada en Nombre de Jesús, había vuelto a recaer y además se encontraba peor que antes.

¿Qué había pasado?
No tenía poder la Sanidad en el Santo Nombre?
Por qué esa mujer había recaído con tanta dureza?

Estas preguntas  me hicieron reflexionar profundamente, porque afectaban incluso mi propia confianza en el Hijo de Dios. Pero el Espíritu siempre nos ayuda cuando lo invocamos para resolver situaciones tan complejas.

O para aclarar qué había pasado con esta mujer que fue sanada y de pronto volvieron sus dolores, peores,  porque no solo su cuerpo era el sufriente sino también su espíritu porque las dudas también la estaban atormentando.

Lo ocurrido era tan simple como que la mujer había dudado de la Sanidad que había recibido milagrosamente, pensando sobre si le volverían los atroces dolores que la hacían padecer.

En el fondo se trata de algo tan simple y tan definitivo, como creer o no creer. Si tenemos confianza en el Poder de Jesús para sanarnos o si pensamos que puede ser eficaz en un determinado momento y que luego todo volverá a lo de antes.

Cada uno debe responder a la gran cuestión: creo o no creo…

Marcos 9:23
Diego Acosta / Neide Ferreira

EL SANTO SEPULCRO

EL SANTO SEPULCRO

 

ARQUEOLOGÍA BÍBLICA

Estudios que se están realizando en este tiempo, determinarían que la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, es el lugar donde fue crucificado y sepultado Jesús.

Los campos de cultivos mencionados en los Evangelios, fueron localizados en las excavaciones y  separaban el lugar de la Crucifixión y  la tumba donde finalmente fueron depositados los restos del Hijo del Hombre.

También en la Iglesia del Santo Sepulcro se han encontrado otras tumbas construidas con mármol y que podrían aportar evidencias relacionadas con José de Arimatea. A quién en la Biblia se lo identifica como miembro del Concilio y poseedor de riqueza.

Nuevamente en el Evangelio de Juan 19:38 podemos leer: Después de todo esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús.

En los próximos meses serán excavados sectores de la nave norte de la Iglesia, que podrían aportar datos que confirmen donde fue crucificado Jesús y donde estuvieron depositados sus restos durante tres días, hasta su Gloriosa Resurrección.

Diego Acosta
Fuente: Jerusalén Post