EL SOL SALE…

EL SOL SALE…

 

DEVOCIONAL 

La verdadera Sabiduría nos enseña cosas que cuando las escuchamos por primera vez nos sorprenden e incluso nos confunden, porque resultan inesperadas y porque significan un contraste muy grande con relación a nuestros propios juicios.

Una de las más notorias es la de un refrán popular que encierra en sus pocas palabras, todo lo que escribió el Sabio Salomón en su libro Eclesiastés, que es un verdadero compendio de revelaciones que debemos de tener en cuenta durante toda la vida.

La frase en cuestión es esta…el sol sale para todos…Aparentemente sencilla pero que si la analizamos en profundidad pone en su lugar a todo aquello que significa la vanidad, por ejemplo. Cuando nos creemos superiores por haber recibido por Gracia el Amor de Dios a través de la Salvación que nos dio su hijo Jesús.

No tenemos motivos para percibirnos diferentes o por encima de los demás, con lo que ese orgullo malsano de sentirnos mejores por tener la Vida Eterna, es un obstáculo en nuestra relación con Dios, porque en cierta forma nos estamos rebelando contra sus Mandatos.

Reviviendo el Sinaí espiritual, nunca olvidemos que lo primero que nos reclama el Todopoderoso, es que seamos obedientes, sin pedirnos sacrificios de ningún tipo, porque el sacrificio lo ofreció de una vez y para siempre Jesús en la Cruz.

Recordemos…el sol sale para todos…para los buenos y para los malos también.

Eclesiastés 9:17
Las palabras del sabio escuchadas en quietud son mejores  que el clamos del señor entre los necios.
Diego Acosta / Neide Ferreira

Los BUENOS RECUERDOS

Los BUENOS RECUERDOS

 

DEVOCIONAL 

Al recibir la noticia de la muerte de un amigo de mi misma edad, me sobrevino una gran tristeza. Pero el Espíritu trajo a mi memoria una frase que en su momento me dejó una querida maestra: Nunca evoques en el pasado los malos momentos. Recuerda solo los buenos.

Entonces pude pensar en mi amigo muerto, sin  tristeza y evocando los preciosos momentos que vivimos juntos, él en su carrera profesional y yo en la mía. Pero compartiendo acerca de las cosas que muchas veces nos dolían.

Esta maravillosa enseñanza acerca de pensar en los buenos momentos, debe servirnos para no caer en la depresión y también para evitarnos la ansiedad que puede producir pensar en el futuro.

Jesús nos enseñó que cada día tiene su afán y su propio mal y es así como debemos de vivir,  sabiendo que nos tocará perder a los amigos del pasado, tal y como ocurrirá con nosotros mismos.

Razones de más, para que nos aferremos a lo bueno que Dios nos ha dado y para agradecerle todos los pasajes de nuestra vida. Los que nos fueron gratos y los que no.

Isaías 65:17
Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento.
Diego Acosta / Neide Ferreira

AGRADECER SIEMPRE…

AGRADECER SIEMPRE…

 

DEVOCIONAL 

Sería bueno y fundamental, podríamos decir, el enseñar a nuestros hijos, a nuestros menores, que la palabra de agradecimiento, debe estar en nuestra boca y en nuestros sentimientos…siempre.

Es la mejor manera de acercarnos al Dios Todopoderoso y a la vez retribuir aunque sea mínimamente las cosas maravillosas que hace en nuestras vidas. Aún aquellas que nos duelen o que no entendemos.

Como su propia Palabra nos revela, ÉL convierte lo malo en bueno y lo incomprensible en finalmente grato y venturoso. Que estos milagros sean conocidos por nuestros hijos, para  que ellos a su vez los enseñen a su descendencia.

Enseñar sobre las Bondades de nuestro Dios, es una de las grandes tareas que tenemos cada día, para que fructifique en otros el mismo Amor que despertó en nosotros y nos convirtió en Hijos solamente por su Gracia.

En esto pensaba luego de vivir una vez más, otra milagrosa muestra de su Amor y Cuidado, de una manera que supera todo lo comprensible y solo puede entenderse desde la perspectiva de la fe.

Seamos agradecidos al Padre, que nos envió a su Hijo Unigénito, para que nos diera la Salvación y la Bendita Esperanza de la Vida Eterna.

Colosenses 3:15
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
Diego Acosta /Neide Ferreira