NO AFANARSE

DEVOCIONAL

Todas las veces que permito que la ansiedad me domine, los resultados son siempre malos y a pesar de eso, no dejo de sorprenderme como una y otra vez caigo en el mismo error.

Pareciera que es inherente a la condición humana, repetir los fallos, aún cuando las consecuencias son tan evidentes y tan repetidas.

Es necesario entender, que por mucho que alguien se afane, por mucho que lleve ese afán hasta los límites más extremos, nada  conseguirá.

Lo triste es que en mi caso, persisto en el error, acaso porque en determinados momentos mi confianza en Dios comienza a decaer, ante la necesidad de respuestas y ante el silencio que recibo.

Pienso que debe ser la prepotencia, la soberbia de confiar en mis fuerzas lo que me lleva a afanarme una y otra vez, cosa que advierto cuando el desenlace se repite en la misma proporción que mis esfuerzos.

Tengo que aprender a no caer en la trampa del afán y a confiar definitivamente en el Todopoderoso.

Eclesiastés 3:9
¿Qué provecho tiene el que trabaja,
de aquello en que se afana?

Diego Acosta / Neide Ferreira

NO DEBEMOS JURAR

NO DEBEMOS JURAR

El Hijo del Hombre cambió de argumento en el Sermón del Monte y se refirió a la cuestión de los juramentos y detalló lo que no debemos hacer.

MATEO 5:33-36 33 Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. 34 Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; 35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. 36 Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.

La primera advertencia estuvo relacionada con el hecho de no perjurar, fundamentado en Levítico 19:12 Y no juraréis falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios. Yo Jehová. Y también en Éxodo 20:7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

Jesús determinó que no podemos jurar de ninguna manera ni por el cielo, que es el Trono del Padre. De esta manera rebatió las ideas de que había distintos grados de cumplimiento de los juramentos y también con el uso descuidado y hasta profano de esta clase de pronunciamientos.

Los otros juramentos que prohibió el Príncipe de Paz eran verdaderos timos que algunos judíos hacían al no mencionar a Jehová y por tanto evitando que sus mentiras estuvieran bajo el juicio divino.

Olvidaban con esas actitudes lo destacado en el Salmo 11:4 Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.

Diego Acosta

EN EL DÍA DE LA MUJER

BLOG del TIEMPO

En el llamado Día de la Mujer, es necesario reflexionar acerca del contenido del llamamiento.

Espiritualmente hablando pensamos que su significado nunca trascenderá a lo que Dios ha establecido: Que no hace acepción de personas.

Desde esa perspectiva toda exaltación de un sexo determinado resulta por lo menos anacrónica, porque todos los seres humanos somos iguales ante nuestro Creador.

Otra cosa diferente es defender los derechos de la Mujer, donde todavía es necesario trabajar solidariamente, para que sean respetados en su verdadera dimensión.

La pretendida igualdad establecida en base a normas o leyes, no representa ningún progreso y deberíamos aspirar que la igualdad resulte del convencimiento de la sociedad.

No basta con imponer la igualdad, lo que resulta necesario es que se comprenda que tanto un hombre como una mujer, tienen los mismos derechos y solamente por su capacidad e idoneidad deben ejercer las funciones que demanda la sociedad.

Recordamos lo del principio: Dios no hace acepción de personas!

Diego Acosta