el plan fracasado

EL PLAN FRACASADO

LA OTRA HISTORIA

La partición en dos estados de la Palestina que estaba bajo el Mandato Británico, fue rechazada por los árabes el 29 de Noviembre de 1947.

El Plan propuesto por las Naciones Unidas establecía la formación de dos estados: uno árabe y otro judío, con Jerusalén controlada con un régimen internacional.

Este Plan fue aprobado durante la realización de la Asamblea General de la ONU. La votación sumó 33 votos a favor por 13 en contra y 10 abstenciones.

La creación de los dos estados, fue votada a favor entre otros países por: Estados Unidos, Francia, Rusia, Liberia, Suecia, Noruega y Canadá. Los países árabes se opusieron.

El Mandato de división debería comenzar a tener vigencia el 1 de agosto de 1948 y afectaba a las casi 1.900 mil personas que vivían en 1947 en la región.

El estado árabe tuvo según la ONU un territorio que comprendía 11.500 kilómetros en tres regiones y abarcaba Galilea occidental, la Franja de Gaza con una parte de la frontera con el Sinaí y Cisjordania. Su población aproximada ascendía a 1.300 mil personas.

El estado judío tuvo de acuerdo a la disposición de la ONU una franja que comprendía el extremo norte de Galilea hasta la orilla del lago Tiberíades, el litoral central sobre el Mediterráneo de Haifa hasta Tel Aviv y el desierto de Neguev, con un total de 14 mil kilómetros. Su población aproximada era de unas 600 mil personas.

Jerusalén y las localidades de los alrededores forman un «corpus separatum» bajo un régimen internacional especial, administrado por la ONU.

Los judíos aún con reticencias aprobaron el Plan pero los árabes reclamaban un Estado palestino único, democrático e independiente y se oponían a la partición del territorio que estaba bajo el Mandato británico.

Estas posiciones antagónicas de árabes y judíos, llevaron al primer enfrentamiento armado que comenzó a las horas de la proclamación del Estado de Israel el 14 de Mayo de 1948. Los árabes perdieron una oportunidad histórica, al rechazar el Plan de las Naciones Unidas.

Diego Acosta

 

desfigurar el cuerpo

DESFIGURAR EL CUERPO

ANTIVIRUS     

Las imágenes de un hombre que se ha realizado múltiples operaciones para parecer un ser diferente a los humanos, elevan el nivel de preocupación acerca de estas prácticas.

Se está pasando de las operaciones estéticas a esta fase en la que se están creando representaciones monstruosas, llegando incluso a  mutilaciones de partes de las extremidades del cuerpo.

Esto supone una auténtica aberración desde la perspectiva personal, porque los daños causados en el cuerpo, son sencillamente irreparables por su magnitud.

Otra cuestión que representa un aumento de la gravedad de estos episodios, es que pueden originar imitadores, en estos tiempos donde no existen los límites para prácticamente nada, de las personas que viven bajo la influencia de las modas y los dictados del mundo.

Olvidando lo más importante: Que nuestra apariencia física también es parte de la Creación del Eterno, ya que somos su semejanza como seres humanos.

Es tiempo de reaccionar y comprender que todo tiene un costo en nuestras decisiones.

Diego Acosta

 

la armonia

LA ARMONÍA

 

EL ABUELO SALOMÓN

Hay palabras que se han incorporado a nuestro idioma, para expresar las tensiones que vivimos los hombres, cuando abandonamos la idea de la armonía.

Pero que es la armonía?

Quienes tengan conocimientos de música podrán comentar que la armonía no es otra cosa que la forma en que se pueden utilizar sonidos y pausas diferentes, para incluso acompañar versos.

Pero si aplicamos el concepto a las relaciones entre las personas veremos que las posibilidades son mayores y paradójicamente las dificultades son también más grandes.

Son mayores porque aseguran una forma de convivencia que hace la vida más grata y porque el debido respeto, torna más agradable aquello que debemos de hacer cada día.

Esto es maravilloso si se logra en el seno de la familia, porque entonces fructifican nuestras mejores cualidades, nuestros más altos sentimientos como padres y como hijos.

Pero si no se consigue la armonía, reina la discordia y difícilmente se podrán conseguir buenos momentos, porque tendremos más que proyectos de conjunto, razones para estar en desacuerdo.

Buscar la armonía, es anhelar una forma superior de vivir, pensando en nuestra existencia y en la del Prójimo.

Diego Acosta

de donde somos

DE DONDE SOMOS

DEVOCIONAL

A muchos de los orgullosos, presuntuosos, ostentosos o vanidosos, seguramente no les resultará agradable recordarles de donde venimos y a donde regresaremos.

Este pensamiento lo provocó una exaltada manifestación de poder que hizo recientemente una persona, que juzgaba su verdadera valía por el cargo que ostentaba.

Es decir: Todo lo importante que se consideraba dependía de las funciones que desempeñaba, olvidando que contra más altas son las distinciones más riesgo hay de perderlas.

Pero fue bueno, porque me pude advertir a mi mismo, acerca de la importancia que me doy y con qué facilidad me olvido qué provengo del polvo y que polvo soy.

Solamente el aliento del Eterno me ha dado la vida y el día en que me sea quitado, volveré a ser polvo, uno de los elementos menos importantes de todos los conocidos.

Aunque la Tierra lleve su nombre. Solo somos valiosos cuando tenemos al Espíritu como Guía Supremo.

Génesis 3:19
Con el sudor de tu rostro comerás el pan
hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado;
pues polvo eres, y al polvo volverás.

Diego Acosta / Neide Ferreira

el que mal critica

EL QUE MAL CRITICA

ANTIVIRUS

Con alarmante frecuencia podemos comprobar cómo hay  profesionales de la crítica que viven de las falsas polémicas que ellos mismos son capaces de crear.

Más que profesionales son verdaderos mercaderes, porque criticando consiguen su objetivo de hacer rentables sus publicaciones de cualquier formato.

Hay una ruindad manifiesta en estas actitudes, porque resulta muy fácil hablar mal o criticar severamente a personas que no se defienden de esta clase de ataques por convicción o bien porque carecen de los medios o de las oportunidades para hacerlo.

Incluso hay quienes en sus pretenciosos comentarios son capaces de criticar a Dios, llevando hasta ese extremo su forma de lograr resultados económicos o de notoriedad.

Solo que con el Eterno esta clase de actitudes provocan daño a quién las practica, porque nadie puede ofender la Grandeza Infinita del Creador de todo y de todos.

Estos mercaderes recibirán su paga en la tierra y tendrán su juicio personal en el final.

Diego Acosta