EN MI NOMBRE – IV

En una excepcional circunstancia histórica Jehová habló a su pueblo luego de haberlo liberado de la esclavitud de Egipto.

Ante las quejas a Moisés, Jehová le hizo echar un árbol a las aguas y se volvieron dulces. Ahora tenían para beber que era lo que reclamaban.

Y luego habló, como está relatado en el Libro de Éxodo 15:26:

Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.

Los momentos de la enfermedad pueden volverse dramáticos como les ocurrió a los israelitas en el desierto, cuando clamaron por agua para beber.

Antes cientos de años como en este día Jehová cumplió y cumplirá su Palabra, de que será nuestro Sanador.

Entonces por qué impedimos que por causa de nuestras dudas, el milagro de la Sanidad llegue a nuestra vida?

Diego Acosta

EN MI NOMBRE – lll

La cuestión de la Sanidad depende esencialmente de la fe que tengamos para creer que podemos ser sanados.

Es absolutamente necesario que creamos que Dios nos quiere sanar y que no es su Voluntad, de que estemos dolientes.

Entonces se producirá el milagro de la sanidad, cuando estemos seguros y convencidos por fe, que podemos ser sanados.

Nuestra certeza debe estar centrada en que quiere cumplir su Promesa de que nos sanará. Si esto es así, entonces ocurrirá el Milagro.

Recordemos el mensaje del Libro de Números, 23:19:

Dios no es hombre, para que mienta,
Ni hijo de hombre para que se arrepienta.
El dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?

Debemos de tener la seguridad de que el propio Eterno tiene celo del cumplimiento de sus Palabras.

Estos son pasos indispensables para llegar a tener la plena fe, en el cumplimiento de las Promesas del Todopoderoso.

Diego Acosta

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EN MI NOMBRE – ll

La cuestión fundamental con relación a todo lo vinculado con Dios, es: CREER!

ÉL siempre manifestó su propósito de que estemos sanos. Lo reveló en el Pentateuco.

En el Libro de Éxodo, 15:26, nos dice:

Yo soy Jehová tu sanador.

En el mismo Libro, en 23:25 nos anuncia:

Yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.

Recordando estas promesas, lo esencial para la sanidad es CREER.

Si no lo hacemos, si dudamos en el Poder Sanador de Jesús, lo que deseamos y esperamos no se concretará en nuestro cuerpo.

Las dudas de la mente, del pensamiento, del raciocinio, impiden que la Sanidad llegue hasta nosotros, como se nos enseña en la Epístola a los Hebreos, 11:6:

Pero sin fe es imposible agradar a Dios;

porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay,

y que es galardonador de los que le buscan.

El primer paso hacia la Sanidad, es tener FE en que seremos sanados.

Diego Acosta

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EN MI NOMBRE – I

Jesús según consta en el Evangelio de Marcos 16:17-18 nos anunció:

Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;

 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

Específicamente nos detendremos en las dos afirmaciones que motivan estos mensajes:

En mi nombre echarán fuera demonios

sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

Estas impresionantes promesas del Hijo de Dios las debemos tomar como propias, para ayudar al prójimo y para servirlo.

La cuestión es: Creemos en lo que nos anunció el Hijo del Hombre?

Estamos dispuestos a ponerlo en práctica?

Las respuestas son exclusivamente personales, pero deseamos ayudar a quienes tienen la certeza de un llamado para servir al prójimo EN EL NOMBRE DE JESÚS.

El Mesías vino para sanar a los hombres, en sus cuerpos y en sus espíritus!

Diego Acosta

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