DEVOCIONAL
Inesperadamente tuve que asumir la condición de padre, hablando con suma claridad a uno de mis hijos, acerca de un tema que me preocupaba.
Asumí el riesgo de que reaccionara mal, por cuanto no solamente hace muchos años que tiene la mayoría de edad sino que además ya tiene gracias a Dios, su propia familia.
Respetuoso de lo que nos enseña la Biblia y entendiendo el significado de que el hombre debe abandonar a sus padres para ir a vivir con su mujer y formar una sola carne con el matrimonio, aún así obré para aportar una palabra de consejo sobre una cuestión muy seria.
Guiado por el Espíritu mis palabras fueron pocas y contundentes y fueron bien recibidas. Comprendí, que aún con los años, sigo siendo padre.
Que el Mandato de enseñar a los hijos es indeclinable y por tanto no podemos olvidarnos de lo que el Eterno ha establecido.
Job 12:30
Con Dios está la sabiduría y el poder;
suyo es el consejo y la inteligencia.
Diego Acosta / Neide Ferreira