resultados

SIN RESULTADOS

resultados

Reproductor de audio

Vivimos en una sociedad donde todo se cuantifica, aún las cosas espirituales. Y también en las congregaciones.

Hacemos estadísticas sobre:

Cuántas visitas realizamos,

Cuántas Biblias entregamos,

Cuántas personas convertimos con la Evangelización,

Cuántos hermanos participaron de los Estudios Bíblicos,

Cuántos hermanos asisten a los cultos,

Cuántas veces ensayaron los levitas de la congregación…

Si pensamos un momento, quizá podamos agregar nuevos datos a estas planillas que supuestamente reflejan la vida de una Iglesia.

La pregunta es: Que ocurre con los resultados?

Lo que ocurre con los buenos números, es una obviedad.

Pero que sucede cuando los números no resultan los esperados o demuestran una baja en lo que podríamos llamar la “productividad” de la Iglesia?

Me pregunto, que ocurriría si Jesús entrara en mi congregación y se le ofrecieran planillas y más planillas?

Las aceptaría?

Las rechazaría?

Pensando en estas cuestiones es que siempre recuerdo a un querido maestro que un día dijo, que la mejor forma de servir al Señor, era no ver nunca los resultados de nuestra tarea.

Es decir, trabajo…sin resultados!

He pensado y pienso que es muy difícil asumir esta forma de servir, pero también es necesario recordar que quienes siembran, casi nunca recogen las cosechas.

Si esta forma de obrar estuviera librándonos de la envidia o de la vanidad, tal vez sería buena como consejo. Trabajar sin ver resultados, puede resultar saludable para nuestra vida espiritual.

Tengamos mucho cuidado con aplicar los métodos del mundo en la Iglesia. Porque es otra manera de que el mundo prevalezca en lo que Jesús ha depositado en nuestras manos.

1 Corintios 3:17

Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él;

porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

elie1

 

CONGREGAÇÃO elie1SÉTIMO MILÊNIO

Qual é o lugar mais difícil para enfrentar uma adversidade?

No meio dela, quando ela está acontecendo.

É muito difícil quando uma pessoa está passando por um luta interior enxergar uma saída, sempre está tudo escuro, a noite é mais dura de suportar, os problemas parecem ser maiores do que são, nunca encontra uma mão / ouvido / ombro amigo e, principalmente, de confiança.

Parece que está se afogando e não existe saída!

Como aplicar então a palavra de Deus nesse momento? Como usar essa Espada? Como segurar na mão “invisível” de Deus? Como exercitar a fé e usá-la? Como…Como…Como?

Perguntas difíceis de responder.

Ninguém quer ter problemas, lutas então, nem pensar!

Se pensamos em Abraão levando seu único filho para ser sacrificado, Daniel na cova dos leões, Jó na grande perda que sofreu, Moisés descendo do monte e vendo o bezerro de ouro, Jesus no Getsemani, achamos que eles tinham algo mais que nós, e não nos equivocamos!

Eles tinham FÉ. Usaram o Escudo da Fé.

E o que é Fé?

A certeza daquilo que se espera ainda que não possa ver, mas saber que está presente sempre. É a confiança total e absoluta de poder pisar uma ponte sobre um abismo sem ver nada e saber que haverá chão para o próximo passo. Sentir uma segurança que só uma criança sente quando pega na mão de seus pais, nada me pode passar, estou com meu Pai.

Encontramos na Bíblia que: “sem fé é impossível agradar a Deus” (Hebreus 11:6) e “tudo que não provém da fé é pecado (Romanos 14:23). Desconfiar da Fidelidade de Deus é pecado!

Deus zela por Sua Palavra, por aquilo que falou. Ele não pode mentir ou contrariar Sua Palavra.

Sei, por experiência própria, que na hora do fervor de uma situação e/ou problema é duro confiar totalmente nessa Palavra, mas é justo nesse momento que Deus quer ver a nossa confiança nEle, saber que mesmo se for chamuscado ou queimado I Coríntios 10:13 não vai falhar e que Romanos 8:28 é verdade, que Filipenses 4:12 e 13 é para cada um de nós. Usar Sua Espada e defender com Seu Escudo. Armas que devem ser usadas, afinal para isso foram dadas!

Estava agora pouco falando com minha 3ª filha sobre isso, viver por fé, confiando que Deus não nos deixará NUNCA, antes o que Ele quer é que confiemos nEle, no Seu Amor e Cuidado.

Quero te convidar a experimentar isso: viver com Fé, crendo e declarando o Salmo 23.

O Senhor é meu Pastor, NADA me faltará!

Elié Ferreira

www.septimomilenio.com

 

precher chandler

PREDICAR…?

precher-chandler

Jesús nos mandó a llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra…!

A toda persona…!

Pero, es lo que hacemos?

Qué es lo que predicamos, que Evangelio llevamos, a quienes lo brindamos?

Es necesario que cómo punto de inicio para una reflexión, hagamos un acto de sinceridad profunda, primero con nosotros mismos.

Más de una vez me he preguntado: Qué estoy predicando?

Estoy predicando la Verdad de Jesús o lo que personalmente interpreto como verdad?

Estoy predicando que Jesús es la Luz del mundo o estoy interpretando que es la luz de la qué nos habló el Hijo del Hombre?

Estoy predicando sobre el valor de la Sal que habló Jesús o de lo que creo que es la salda para el mundo?

Qué estoy predicando?

Es hora que seamos más que honestos y pensar, como intento hacerlo, acerca del valor de mis palabras confrontadas con la Palabra de Dios.

No basta con las buenas intenciones, debo ser fiel al mandato de Jesús, pero sin los condicionantes que como hombre me planteo.

No debo agradar a nadie!

No debo ser obsecuente con nadie!

No debo aceptar condiciones de nadie!

La Única fuente de inspiración la predicación debe ser el Espíritu!

No debo caer en el chantaje personal, de condicionar lo que supuestamente presento como mensaje, bajo el peso de mis intereses, de mis conveniencias o de mis necesidades.

Predicar como nos mandó Jesús, significa alejarnos del mundo y acercarnos al Reino!

Todo lo demás será un triste remedo de los fariseos, que decían una cosa y hacían otras.

1 Corintios 1:17

Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com